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Agenda Empresarial
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La admirable resiliencia

Giovanni Fratti
10 de julio, 2017

Siempre he admirado al empresario guatemalteco. Un empresario es aquella persona que con entusiasmo y sin ningún privilegio, cumpliendo con la ley, pagando sus impuestos, y compitiendo sin pedirle o corromper al gobierno para que le evite la competencia, invierte el capital, y crea riqueza y cientos de miles de empleos en este país.

¡Esa empresarialidad, ese impulso creativo, que en Guatemala es extraordinario y transversal, dentro del mundo indígena y no indígena por igual, siempre me ha parecido el gran baluarte que defiende la libertad de todos los guatemaltecos!

Desde el tendero hasta la multinacional guatemalteca que compite dentro y fuera de las fronteras, es ese impulso y temple el que hace que el país siga adelante y crezca a pesar de todo.

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Hay muchísimas circunstancias, ideologías fracasadas en todo el mundo, ONG, alguna prensa, regulaciones inútiles de gobierno y muchísimos embajadores y ONG extranjeras que piensan equivocadísimamente que el empresario es el enemigo.

Siempre he visto en esa agilidad, esa resiliencia, esa actitud de “sí se puede”, ¡y siempre hay un camino limpio para seguir adelante!, algo que me impresionó y que me impresiona siempre del empresario competitivo y visionario.

Son los empresarios y los trabajadores que esa empresarialidad necesita y que no emplea los que mantienen el increíblemente enorme Estado ineficiente que tenemos. Una maquinaria estatal que consume más de Q70 millardos al año (más de US$10 mil millones) extraídos del sector privado y de la ciudadanía trabajadora, para prestarles pésimos servicios públicos de educación, salud, y poca o escasa seguridad jurídica y física para la población y las inversiones.

Es a ese empresariado enorme, luchador, resiliente al que apelo para defender nuestra Constitución, ahora que está bajo asedio permanente por extranjeros arrogantes, que no pagan impuestos pero que siempre tienen una letanía de hacernos pagar más impuestos a los que ya pagamos. ¡Es ese empresariado, que está enamorado y orgulloso de Guatemala, el que impulsa su productividad y su crecimiento, el llamado a defender y mantener la Constitución y la seguridad jurídica en Guatemala! ¡Adelante, Guatemala! ¡Si luchamos, lo lograremos!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

La admirable resiliencia

Giovanni Fratti
10 de julio, 2017

Siempre he admirado al empresario guatemalteco. Un empresario es aquella persona que con entusiasmo y sin ningún privilegio, cumpliendo con la ley, pagando sus impuestos, y compitiendo sin pedirle o corromper al gobierno para que le evite la competencia, invierte el capital, y crea riqueza y cientos de miles de empleos en este país.

¡Esa empresarialidad, ese impulso creativo, que en Guatemala es extraordinario y transversal, dentro del mundo indígena y no indígena por igual, siempre me ha parecido el gran baluarte que defiende la libertad de todos los guatemaltecos!

Desde el tendero hasta la multinacional guatemalteca que compite dentro y fuera de las fronteras, es ese impulso y temple el que hace que el país siga adelante y crezca a pesar de todo.

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Siempre he visto en esa agilidad, esa resiliencia, esa actitud de “sí se puede”, ¡y siempre hay un camino limpio para seguir adelante!, algo que me impresionó y que me impresiona siempre del empresario competitivo y visionario.

Son los empresarios y los trabajadores que esa empresarialidad necesita y que no emplea los que mantienen el increíblemente enorme Estado ineficiente que tenemos. Una maquinaria estatal que consume más de Q70 millardos al año (más de US$10 mil millones) extraídos del sector privado y de la ciudadanía trabajadora, para prestarles pésimos servicios públicos de educación, salud, y poca o escasa seguridad jurídica y física para la población y las inversiones.

Es a ese empresariado enorme, luchador, resiliente al que apelo para defender nuestra Constitución, ahora que está bajo asedio permanente por extranjeros arrogantes, que no pagan impuestos pero que siempre tienen una letanía de hacernos pagar más impuestos a los que ya pagamos. ¡Es ese empresariado, que está enamorado y orgulloso de Guatemala, el que impulsa su productividad y su crecimiento, el llamado a defender y mantener la Constitución y la seguridad jurídica en Guatemala! ¡Adelante, Guatemala! ¡Si luchamos, lo lograremos!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo