Actualmente se discuten las nuevas reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, LEPP, algo así como las reformas 2.0 donde se pretenden hacer varios cambios que, según algunos diputados, ahora sí van a mejorar el sistema electoral. Es por medio de “esta ley como se regula la participación política de los ciudadanos, el funcionamiento de las organizaciones partidarias y las atribuciones de las autoridades electorales”.
A más de dos años de las protestas en contra de la corrupción, la situación no parece muy distante de 2015, continúan “las principales quejas como la calidad de políticos que llegan al ejercicio del poder, la elección de diputados por listado, la corrupción en el financiamiento de las organizaciones políticas y la debilidad en la fiscalización y sanción a los partidos por parte del Tribunal Supremo Electoral –TSE-“.
Continúa sin hablarse del cartel de los partidos políticos, “el cual ha sido una de las principales causas que los partidos se conviertan en simples vehículos electorales y fuente de denuncias por venta de lugares en los puestos de elección. Si abrimos la competencia para que los comités cívicos y aquellos candidatos independientes que lo deseen puedan participar en cualquier puesto de elección, quitamos el incentivo que ahora existe de usar a los partidos para llegar al poder”.
Los magistrados del TSE, afirman que propondrán una vez más la “paridad” o “equidad” en las listas de los partidos para diputados. Cabe recordar que esta propuesta fue rechazada en su momento, sin embargo aducen que muchos países ya han legislado al respecto y no estamos “atrasando”. Mi cuestionamiento sería si realmente mejora el sistema electoral al imponer la paridad o si por el contrario, nuevamente, se limitará al votante y la oferta será mediocre ya que no importará su capacidad sólo deberá cumplir con el parámetro de alternancia.
Continúa, también, si tocarse el tema del voto nominal para elegir a los diputados del Congreso. Para ello se han hecho propuestas como los subdistritos y listados semiabiertos son los más conocidos, sin embargo no se ha discutido en la Comisión de Asuntos Electorales en el Congreso.
El fortalecimiento del TSE es otro tema álgido, ya que por un lado se busca que como tribunal supremo las apelaciones a sus resoluciones se dirijan a la Corte de Constitucionalidad, que el presupuesto sea lo suficiente para sus funciones como la fiscalización a los partidos. Por el otro lado, los diputados buscan tener injerencia y por ende mayor control en dicha institución, lo que ha ocasionado el rechazo de la población.
El voto nominal, quitarle el monopolio de las candidaturas a diputados, presidente y vicepresidente, son algunos de los temas pendientes que deben ser discutidos por los diputados de la Comisión de Asuntos Electorales y después por los diputados en el pleno. La ausencia de estos temas sugiere que más que una reforma para avanzar y mejorar es, al parecer, un retroceso en las mismas. Y que tan sólo es un pretexto para avanzar agendas ajenas a las protestas de hace dos años y que pedían mejorar el sistema por el cual los políticos llegaban al poder.
Si no queremos que la oportunidad de un cambio real para mejorar el sistema político termine en una Ley Electoral Politiquera Perversa debemos investigar, cuestionar y oponernos con fundamentos sólidos, si no lo hacemos tendremos más que una reforma -2.0
@Md30
Facebook.com/Mda30
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Actualmente se discuten las nuevas reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, LEPP, algo así como las reformas 2.0 donde se pretenden hacer varios cambios que, según algunos diputados, ahora sí van a mejorar el sistema electoral. Es por medio de “esta ley como se regula la participación política de los ciudadanos, el funcionamiento de las organizaciones partidarias y las atribuciones de las autoridades electorales”.
A más de dos años de las protestas en contra de la corrupción, la situación no parece muy distante de 2015, continúan “las principales quejas como la calidad de políticos que llegan al ejercicio del poder, la elección de diputados por listado, la corrupción en el financiamiento de las organizaciones políticas y la debilidad en la fiscalización y sanción a los partidos por parte del Tribunal Supremo Electoral –TSE-“.
Continúa sin hablarse del cartel de los partidos políticos, “el cual ha sido una de las principales causas que los partidos se conviertan en simples vehículos electorales y fuente de denuncias por venta de lugares en los puestos de elección. Si abrimos la competencia para que los comités cívicos y aquellos candidatos independientes que lo deseen puedan participar en cualquier puesto de elección, quitamos el incentivo que ahora existe de usar a los partidos para llegar al poder”.
Los magistrados del TSE, afirman que propondrán una vez más la “paridad” o “equidad” en las listas de los partidos para diputados. Cabe recordar que esta propuesta fue rechazada en su momento, sin embargo aducen que muchos países ya han legislado al respecto y no estamos “atrasando”. Mi cuestionamiento sería si realmente mejora el sistema electoral al imponer la paridad o si por el contrario, nuevamente, se limitará al votante y la oferta será mediocre ya que no importará su capacidad sólo deberá cumplir con el parámetro de alternancia.
Continúa, también, si tocarse el tema del voto nominal para elegir a los diputados del Congreso. Para ello se han hecho propuestas como los subdistritos y listados semiabiertos son los más conocidos, sin embargo no se ha discutido en la Comisión de Asuntos Electorales en el Congreso.
El fortalecimiento del TSE es otro tema álgido, ya que por un lado se busca que como tribunal supremo las apelaciones a sus resoluciones se dirijan a la Corte de Constitucionalidad, que el presupuesto sea lo suficiente para sus funciones como la fiscalización a los partidos. Por el otro lado, los diputados buscan tener injerencia y por ende mayor control en dicha institución, lo que ha ocasionado el rechazo de la población.
El voto nominal, quitarle el monopolio de las candidaturas a diputados, presidente y vicepresidente, son algunos de los temas pendientes que deben ser discutidos por los diputados de la Comisión de Asuntos Electorales y después por los diputados en el pleno. La ausencia de estos temas sugiere que más que una reforma para avanzar y mejorar es, al parecer, un retroceso en las mismas. Y que tan sólo es un pretexto para avanzar agendas ajenas a las protestas de hace dos años y que pedían mejorar el sistema por el cual los políticos llegaban al poder.
Si no queremos que la oportunidad de un cambio real para mejorar el sistema político termine en una Ley Electoral Politiquera Perversa debemos investigar, cuestionar y oponernos con fundamentos sólidos, si no lo hacemos tendremos más que una reforma -2.0
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