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“Sangre y tierra” gritaban los Nazis

Redacción
18 de agosto, 2017

La misma frase que expresa el racismo que vive hoy Charlottesville, Virginia

La mañana del sábado, un grupo de contra-manifestantes antirracistas en Charlottesville fueron embestidos por un vehículo que se presume era manejado por un joven de 20 años procedente de Ohio, quien ahora está siendo juzgado por asesinato en segundo grado.  Hasta el momento tres personas han muerto y más de 35 personas están heridas.  Luego del lamentable incidente, algunos políticos como el Senador Ted Cruz han expresado su preocupación por este acto de terrorismo interno y el Fiscal General Jeff Sessions, ha comenzado una investigación federal.

Según la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de E.U. Charlottesville, Virginia fue nombrada en 2014 como la ciudad más feliz de América.  Sin embargo, en los últimos años, ha empezado a ser la meca de varios movimientos anti-semitas y del Ku Klux Klan, cuyos principios básicos son la homofobia, el racismo en general y la búsqueda de la supremacía de la etnia blanca.  Bajo la idea de defender los principios de la Europa Nazi y el fascismo de Hitler, personas como Richard Spencer, Presidente del National Policy Institute, un think tank nacionalista blanco fundado en 2005, gritan “sangre y tierra” para elevar las ideas de Hitler y evocar la fuerza de los campesinos del área rural que según él “vivían de la tierra”.

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La intolerancia a vivir con aquello que ha hecho de Estados Unidos un país diverso y que ha fortalecido su innovación y el emprendimiento, es lo que algunos culpan para seducir a masas que se sienten amenazados por la globalización y que encuentran en esas teorías una salida, cayendo fácilmente en crímenes y actos de terror, como el que vimos el sábado pasado, mientras alaban a la Madre Tierra.

Como bien lo ha expresado el Gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, los nazis y quienes pregonan la supremacía blanca, “no tienen cabida en Virginia y tampoco en Estados Unidos”.  Ciudades como Charlottesville, tienen la capacidad de utilizar su pasado para fortalecer su industria turística, pero necesitan comprender que la urbanización y la diversidad que conlleva, son una fortaleza para elevar el bienestar de todos.

Mi reflexión es que ninguna etnia puede estar por encima de otras, como tampoco ninguna puede dejar que las creencias de unos, limiten el progreso de todos.  Debemos ser capaces de encontrar acuerdos mínimos, para sobrepasar los cambios que conlleva la diversidad y generar mecanismos que fomenten la tolerancia hacia quienes piensan, actúan y viven de manera diferente, siempre bajo un principio: la ley es una y es para todos, nadie puede estar por encima de la ley, de lo contrario, fácil caemos en el racismo que promueven algunos grupos hoy en Charlottesville.  @jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

“Sangre y tierra” gritaban los Nazis

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18 de agosto, 2017

La misma frase que expresa el racismo que vive hoy Charlottesville, Virginia

La mañana del sábado, un grupo de contra-manifestantes antirracistas en Charlottesville fueron embestidos por un vehículo que se presume era manejado por un joven de 20 años procedente de Ohio, quien ahora está siendo juzgado por asesinato en segundo grado.  Hasta el momento tres personas han muerto y más de 35 personas están heridas.  Luego del lamentable incidente, algunos políticos como el Senador Ted Cruz han expresado su preocupación por este acto de terrorismo interno y el Fiscal General Jeff Sessions, ha comenzado una investigación federal.

Según la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas de E.U. Charlottesville, Virginia fue nombrada en 2014 como la ciudad más feliz de América.  Sin embargo, en los últimos años, ha empezado a ser la meca de varios movimientos anti-semitas y del Ku Klux Klan, cuyos principios básicos son la homofobia, el racismo en general y la búsqueda de la supremacía de la etnia blanca.  Bajo la idea de defender los principios de la Europa Nazi y el fascismo de Hitler, personas como Richard Spencer, Presidente del National Policy Institute, un think tank nacionalista blanco fundado en 2005, gritan “sangre y tierra” para elevar las ideas de Hitler y evocar la fuerza de los campesinos del área rural que según él “vivían de la tierra”.

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Como bien lo ha expresado el Gobernador de Virginia, Terry McAuliffe, los nazis y quienes pregonan la supremacía blanca, “no tienen cabida en Virginia y tampoco en Estados Unidos”.  Ciudades como Charlottesville, tienen la capacidad de utilizar su pasado para fortalecer su industria turística, pero necesitan comprender que la urbanización y la diversidad que conlleva, son una fortaleza para elevar el bienestar de todos.

Mi reflexión es que ninguna etnia puede estar por encima de otras, como tampoco ninguna puede dejar que las creencias de unos, limiten el progreso de todos.  Debemos ser capaces de encontrar acuerdos mínimos, para sobrepasar los cambios que conlleva la diversidad y generar mecanismos que fomenten la tolerancia hacia quienes piensan, actúan y viven de manera diferente, siempre bajo un principio: la ley es una y es para todos, nadie puede estar por encima de la ley, de lo contrario, fácil caemos en el racismo que promueven algunos grupos hoy en Charlottesville.  @jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo