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Los Antiguos, Arete y Arte

Redacción República
03 de septiembre, 2017

En mi anterior artículo examinamos qué era el Buen Arte, el Mal Arte y el No Arte. Analizamos que el Buen Arte es la disciplina que se aplica con excelencia, que se domina con maestría, con conocimiento; Buen Arte es la disciplina artística que responde con exactitud disciplinada a la definición objetiva del concepto arte. Mal Arte es aquello que es realizado con incompetencia, de manera mediocre; aquello que tiende a alejarse de la virtuosidad, a alejarse de la objetividad de lo que define y significa la palabra arte; y No Arte es lo que contradice la definición objetiva del mismo. En este artículo regresaremos un poco al pasado, a los griegos antiguos, para entender los orígenes del buen arte, del arte majestuoso y analizaremos cómo podemos contribuir a lograr, de manera esperanzada, un Segundo Renacimiento de las Artes Visuales. Sólo si entendemos con claridad lógica cómo nacen las raíces de un árbol bello y noble, podremos alimentarlo, cuidarlo y reproducirlo. La buena y sana semilla del arte majestuoso es la que estamos persiguiendo.

“Reverencio los inventos de la sabiduría y a los que los han descubierto, y los uso como herencia común; es trabajo hecho para mí, es un bien que me pertenece. Pero imitemos al buen padre de familia; aumentemos la herencia que se nos ha dejado, con objeto de que el patrimonio sea mayor en manos de nuestros sucesores. Mucho trabajo queda aún, y mucho quedará siempre. Los que vengan después de mil siglos podrán aumentarlo todavía; y aunque los antiguos lo hubiesen descubierto todo, siempre es en cierto modo nuevo saber usar y aplicar lo que los otros descubrieron.” … “Los que nos precedieron hicieron mucho, pero no terminaron”.
Lucio Anneo Séneca. Epístola LXIV. Alabanza a Q. Sextio y a los Sabios Antiguos. Pág. 186.

​El propósito fundamental de este artículo es sentar las bases, estudiar los antecedentes y orígenes del concepto básico del Arte en general y de Arte Plástico en la cultura occidental, iniciando por los griegos, ya que en su Edad de Oro crearon algunas de las obras de arte más majestuosas que el hombre haya presenciado.

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Laoconte y sus hijos, realizada por Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas. Escuela de Rodas del período helenístico griego. Mármol blanco, altura 245 cm x 240 cm de ancho. Museo Pío-Clementino, Ciudad del Vaticano.

Analizaremos cómo evolucionaron las definiciones de conceptos familiares originales variados y de cómo se diferencian de lo que hoy entendemos en su conjunto como las Bellas Artes desde el siglo XVIII y las Artes Visuales el día de hoy. Es sólo desde el filósofo Batteux, cuando publica su tratado de arte LAS BELLAS ARTES REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO a mediados del siglo IXX que separa y distingue ya la creación de una pintura y escultura, clasificadas como distintas a la creación de un mueble o de una carroza o de un reloj. Los antiguos griegos, en cambio, tenían un concepto parecido pero variado, cuyo significado tenía más que ver con el procedimiento de la actividad artística en sí como el común denominador entre la acción de un herrero y la de un escultor, que es la de requerir conocimiento y habilidad en la práctica de un oficio. Los griegos utilizaron una definición equivalente para lo que hoy conocemos como bella arte y oficio, la cual llamaron techne, cuyo término griego no se refiere exactamente a las bellas artes ni al concepto de oficio como lo comprendemos en el presente. Hexis, que significa destreza o habilidad entrenada no es tampoco lo mismo. Como explica el arquitecto Warren Orbaugh, techne se refiere a un tipo de conocimiento que implica método y consistencia; se refiere a razonamiento inteligente y correcto puesto en práctica. Techne es la aplicación ordenada y lógica de conocimiento con la intención de producir un producto específico para un fin determinado. Este término lo aplicaron los griegos de igual manera para muchas disciplinas variadas como la agricultura, la medicina, la cerámica, la carpintería, la pintura, la construcción, la escultura, la música, la poesía, y la arquitectura.
El concepto que conocemos hoy como artista (pero no de las bellas artes) es el que los griegos conocían como una combinación de conceptos integrados en el Maestro de una Técnica en particular. El maestro, es alguien quien posee la capacidad de hacer bien una determinada cosa, y es así porque tiene el conocimiento de los principios teóricos y las causas de lo que le permite producirlo. Esta habilidad con conocimiento que se manifiesta en la techne y que la suponemos en los que la ejercen con la mayor perfección, es decir en los maestros, es el más alto grado de conocimiento en dicha disciplina y se refiere a la excelencia (arete) en la misma. De allí viene que se utilice como sinónimo el concepto del profesor. El maestro, es el profesor, que, sabiendo teoría y causas, puede transferir esa sabiduría a otros del por qué y el cómo se crea y produce una cosa con maestría.

“Aplicamos el término ‘sabiduría’ en las técnicas (techne) a los más pulidos exponentes de las mismas, por ejemplo, a Fidias como escultor y a Policleitus como escultor retratista, y aquí lo que queremos decir por sabiduría es excelencia (arete) en la técnica (techne).”
Aristóteles, Ética a Nicomaco, Libro VI, 7

Arete es la palabra griega para excelencia y significa perfección de cuerpo o de espíritu de las personas o de las cosas. Arete era una virtud fundamental para los antiguos griegos; era una manera de vivir. Los romanos se referían como technicus al maestro en un arte y como ars a la teoría que constituye la base de un arte. Y así como los griegos llamaban a una obra excelente u obra maestra, producto de la techne, arete, los romanos la llamaban en latín arte a la habilidad con conocimiento, compositus (bien dispuesto) opera (obra, trabajo), aritificium (obra de arte). De esta última palabra es que se origina la nuestra: arte (no siendo el mismo que el de Las Bellas Artes), que aún mantiene ese significado de excelencia o perfección cuando calificamos un objeto como obra de arte. Y decir que la obra de ese mismo objeto tiene arte es decir que fue realizado de manera excelente (arete) por un maestro, es una obra maestra, siendo el producto de la aplicación lógica y con maestría de conocimiento demostrado, como muy elocuentemente lo expresa el Profesor Orbaugh. Y continúa diciendo que de aquí podemos ya derivar y definir lo que es arte (todavía no Bella Arte):
“Arte es la excelencia en la técnica de producir cosas contingentes aplicando con lógica y maestría el conocimiento científico.”

Y a través de lo que no es podemos reafirmar lo que es, por ende, que no arte es la ausencia de excelencia en la técnica de producir sin lógica y sin maestría y conocimiento no científico, con ignorancia, como por ejemplo la aplicación del capricho en cada una de las variables de la definición, lo cual derivará en la producción de cosas caóticas, sin sentido. El artista de verdad, el que produce buen arte es altamente competente y el que no es artista, el que produce algo que no es arte es altamente incompetente.
Fundamentándonos en el casamiento de los conceptos griegos de excelencia y sabiduría en las técnicas, como muy elocuentemente escribiera Aristóteles en su Ética Nicomaquea, podemos aplicar algunos ejemplos a la actualidad, diciendo algo así como que Warren Buffet es un artista (no de las bellas artes, sino del concepto griego de “maestría y conocimiento en la técnica”), ya que es un maestro que domina las inversiones financieras en la bolsa de valores. En cambio, un aprendiz de las técnicas de inversión en Wall Street aún no es un artista y lo más seguro es que perdería mucho dinero. Los teléfonos inteligentes iPhone de última generación son una obra de arte y están hechas por una concatenación de artistas genios de la informática, artistas del diseño industrial, artistas de la electrónica. El médico que aplica con lógica el conocimiento para producir salud es un artista, un maestro que domina el arte de la medicina. El cardiólogo que logra hacer un trasplante de corazón exitoso es un gran maestro de la cirugía cardiovascular. El médico aprendiz aún no es un artista por falta de criterio lógico y de conocimiento y lo más seguro es que, por su incompetencia, enfermaría a los pacientes en vez de curarlos.
En el siguiente artículo veremos cómo los griegos hacían la diferenciación entre lo que ellos entendían como la combinación de arete y techne (disciplina con alto dominio de la técnica), es decir, arte (disciplina con conocimiento) para nosotros al presente y mimesis para ellos (griegos): arte plástico o arte visual para nosotros. Bellas Artes, el término propuesto por los pensadores del siglo XVIII, equivalente a arte plástico o arte visual para nosotros hoy, significaba para los griegos “arte imitativo” o mimesis, y que comprendía como concepto a la pintura, escultura, música, danza, poesía y arquitectura. Para comprender la diferencia entre ambos conceptos deberemos examinar el concepto de belleza, de placer y recreación mimética de los principales filósofos griegos Platón y Aristóteles.

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Los Antiguos, Arete y Arte

Redacción República
03 de septiembre, 2017

En mi anterior artículo examinamos qué era el Buen Arte, el Mal Arte y el No Arte. Analizamos que el Buen Arte es la disciplina que se aplica con excelencia, que se domina con maestría, con conocimiento; Buen Arte es la disciplina artística que responde con exactitud disciplinada a la definición objetiva del concepto arte. Mal Arte es aquello que es realizado con incompetencia, de manera mediocre; aquello que tiende a alejarse de la virtuosidad, a alejarse de la objetividad de lo que define y significa la palabra arte; y No Arte es lo que contradice la definición objetiva del mismo. En este artículo regresaremos un poco al pasado, a los griegos antiguos, para entender los orígenes del buen arte, del arte majestuoso y analizaremos cómo podemos contribuir a lograr, de manera esperanzada, un Segundo Renacimiento de las Artes Visuales. Sólo si entendemos con claridad lógica cómo nacen las raíces de un árbol bello y noble, podremos alimentarlo, cuidarlo y reproducirlo. La buena y sana semilla del arte majestuoso es la que estamos persiguiendo.

“Reverencio los inventos de la sabiduría y a los que los han descubierto, y los uso como herencia común; es trabajo hecho para mí, es un bien que me pertenece. Pero imitemos al buen padre de familia; aumentemos la herencia que se nos ha dejado, con objeto de que el patrimonio sea mayor en manos de nuestros sucesores. Mucho trabajo queda aún, y mucho quedará siempre. Los que vengan después de mil siglos podrán aumentarlo todavía; y aunque los antiguos lo hubiesen descubierto todo, siempre es en cierto modo nuevo saber usar y aplicar lo que los otros descubrieron.” … “Los que nos precedieron hicieron mucho, pero no terminaron”.
Lucio Anneo Séneca. Epístola LXIV. Alabanza a Q. Sextio y a los Sabios Antiguos. Pág. 186.

​El propósito fundamental de este artículo es sentar las bases, estudiar los antecedentes y orígenes del concepto básico del Arte en general y de Arte Plástico en la cultura occidental, iniciando por los griegos, ya que en su Edad de Oro crearon algunas de las obras de arte más majestuosas que el hombre haya presenciado.

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Laoconte y sus hijos, realizada por Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas. Escuela de Rodas del período helenístico griego. Mármol blanco, altura 245 cm x 240 cm de ancho. Museo Pío-Clementino, Ciudad del Vaticano.

Analizaremos cómo evolucionaron las definiciones de conceptos familiares originales variados y de cómo se diferencian de lo que hoy entendemos en su conjunto como las Bellas Artes desde el siglo XVIII y las Artes Visuales el día de hoy. Es sólo desde el filósofo Batteux, cuando publica su tratado de arte LAS BELLAS ARTES REDUCIDAS A UN MISMO PRINCIPIO a mediados del siglo IXX que separa y distingue ya la creación de una pintura y escultura, clasificadas como distintas a la creación de un mueble o de una carroza o de un reloj. Los antiguos griegos, en cambio, tenían un concepto parecido pero variado, cuyo significado tenía más que ver con el procedimiento de la actividad artística en sí como el común denominador entre la acción de un herrero y la de un escultor, que es la de requerir conocimiento y habilidad en la práctica de un oficio. Los griegos utilizaron una definición equivalente para lo que hoy conocemos como bella arte y oficio, la cual llamaron techne, cuyo término griego no se refiere exactamente a las bellas artes ni al concepto de oficio como lo comprendemos en el presente. Hexis, que significa destreza o habilidad entrenada no es tampoco lo mismo. Como explica el arquitecto Warren Orbaugh, techne se refiere a un tipo de conocimiento que implica método y consistencia; se refiere a razonamiento inteligente y correcto puesto en práctica. Techne es la aplicación ordenada y lógica de conocimiento con la intención de producir un producto específico para un fin determinado. Este término lo aplicaron los griegos de igual manera para muchas disciplinas variadas como la agricultura, la medicina, la cerámica, la carpintería, la pintura, la construcción, la escultura, la música, la poesía, y la arquitectura.
El concepto que conocemos hoy como artista (pero no de las bellas artes) es el que los griegos conocían como una combinación de conceptos integrados en el Maestro de una Técnica en particular. El maestro, es alguien quien posee la capacidad de hacer bien una determinada cosa, y es así porque tiene el conocimiento de los principios teóricos y las causas de lo que le permite producirlo. Esta habilidad con conocimiento que se manifiesta en la techne y que la suponemos en los que la ejercen con la mayor perfección, es decir en los maestros, es el más alto grado de conocimiento en dicha disciplina y se refiere a la excelencia (arete) en la misma. De allí viene que se utilice como sinónimo el concepto del profesor. El maestro, es el profesor, que, sabiendo teoría y causas, puede transferir esa sabiduría a otros del por qué y el cómo se crea y produce una cosa con maestría.

“Aplicamos el término ‘sabiduría’ en las técnicas (techne) a los más pulidos exponentes de las mismas, por ejemplo, a Fidias como escultor y a Policleitus como escultor retratista, y aquí lo que queremos decir por sabiduría es excelencia (arete) en la técnica (techne).”
Aristóteles, Ética a Nicomaco, Libro VI, 7

Arete es la palabra griega para excelencia y significa perfección de cuerpo o de espíritu de las personas o de las cosas. Arete era una virtud fundamental para los antiguos griegos; era una manera de vivir. Los romanos se referían como technicus al maestro en un arte y como ars a la teoría que constituye la base de un arte. Y así como los griegos llamaban a una obra excelente u obra maestra, producto de la techne, arete, los romanos la llamaban en latín arte a la habilidad con conocimiento, compositus (bien dispuesto) opera (obra, trabajo), aritificium (obra de arte). De esta última palabra es que se origina la nuestra: arte (no siendo el mismo que el de Las Bellas Artes), que aún mantiene ese significado de excelencia o perfección cuando calificamos un objeto como obra de arte. Y decir que la obra de ese mismo objeto tiene arte es decir que fue realizado de manera excelente (arete) por un maestro, es una obra maestra, siendo el producto de la aplicación lógica y con maestría de conocimiento demostrado, como muy elocuentemente lo expresa el Profesor Orbaugh. Y continúa diciendo que de aquí podemos ya derivar y definir lo que es arte (todavía no Bella Arte):
“Arte es la excelencia en la técnica de producir cosas contingentes aplicando con lógica y maestría el conocimiento científico.”

Y a través de lo que no es podemos reafirmar lo que es, por ende, que no arte es la ausencia de excelencia en la técnica de producir sin lógica y sin maestría y conocimiento no científico, con ignorancia, como por ejemplo la aplicación del capricho en cada una de las variables de la definición, lo cual derivará en la producción de cosas caóticas, sin sentido. El artista de verdad, el que produce buen arte es altamente competente y el que no es artista, el que produce algo que no es arte es altamente incompetente.
Fundamentándonos en el casamiento de los conceptos griegos de excelencia y sabiduría en las técnicas, como muy elocuentemente escribiera Aristóteles en su Ética Nicomaquea, podemos aplicar algunos ejemplos a la actualidad, diciendo algo así como que Warren Buffet es un artista (no de las bellas artes, sino del concepto griego de “maestría y conocimiento en la técnica”), ya que es un maestro que domina las inversiones financieras en la bolsa de valores. En cambio, un aprendiz de las técnicas de inversión en Wall Street aún no es un artista y lo más seguro es que perdería mucho dinero. Los teléfonos inteligentes iPhone de última generación son una obra de arte y están hechas por una concatenación de artistas genios de la informática, artistas del diseño industrial, artistas de la electrónica. El médico que aplica con lógica el conocimiento para producir salud es un artista, un maestro que domina el arte de la medicina. El cardiólogo que logra hacer un trasplante de corazón exitoso es un gran maestro de la cirugía cardiovascular. El médico aprendiz aún no es un artista por falta de criterio lógico y de conocimiento y lo más seguro es que, por su incompetencia, enfermaría a los pacientes en vez de curarlos.
En el siguiente artículo veremos cómo los griegos hacían la diferenciación entre lo que ellos entendían como la combinación de arete y techne (disciplina con alto dominio de la técnica), es decir, arte (disciplina con conocimiento) para nosotros al presente y mimesis para ellos (griegos): arte plástico o arte visual para nosotros. Bellas Artes, el término propuesto por los pensadores del siglo XVIII, equivalente a arte plástico o arte visual para nosotros hoy, significaba para los griegos “arte imitativo” o mimesis, y que comprendía como concepto a la pintura, escultura, música, danza, poesía y arquitectura. Para comprender la diferencia entre ambos conceptos deberemos examinar el concepto de belleza, de placer y recreación mimética de los principales filósofos griegos Platón y Aristóteles.