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El elefante

Redacción
09 de septiembre, 2017

Hace tres meses el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dejó afuera a su país del tratado de París. Que busca disminuir el daño que le hemos causado al medio ambiente, a nuestro planeta. Entre sus argumentos se destacó el de “El cambio climático no existe.” Pero podemos ver y sentir, sobre todo, que las consecuencias de la explotación de nuestro planeta tierra son enormes y sobre todo nos afectan a todos.

Ignorar el cambio climático es en definitiva un elefante en la habitación, en otras palabras, un problema enorme que nos afecta y nos atañe a todos, pero que por una u otra razón decidimos ignorar. Y se usa esta metáfora en momentos donde el problema es tan obvio que parece solamente absurdo querer esquivarlo tan radicalmente.
Tres huracanes de alta categoría formados en la misma región, no son una cosa que pase todos los días ni tampoco un acontecimiento que pueda desligarse de los cambios tan bruscos que ha sufrido nuestro planeta. Parece sacado de una película de ficción, de ese film apocalíptico que sugería que era el 2012 el año del fin.

De alguna manera nuestro planeta nos advierte que no podemos seguir así, que las medidas deben de tomarse pronto para que la tierra pueda empezar a recuperarse de a pocos. Para que nosotros mismo podamos recuperar también la consciencia de cuidar nuestro planeta, de sentir esa responsabilidad, no como obligación, pero como compromiso de este sitio que no ha dado tanto, aun cuando nosotros no le damos nada.

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Debemos de afrontar nuestra parte dentro de este problema y ayudar desde nuestras realidades, desde lo cotidiano, a que este disminuya, con hacernos, y hacer, consciencia sobre el tema es el primer paso de una caminata larga y recién comenzada para empezar a sacar de nuestra habitación al elefante que nos está ocupando todo el espacio para hacer las cosas bien.
Solo las consciencias alertas y las acciones concretas podrán espantar al elefante de la indiferencia.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

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09 de septiembre, 2017

Hace tres meses el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dejó afuera a su país del tratado de París. Que busca disminuir el daño que le hemos causado al medio ambiente, a nuestro planeta. Entre sus argumentos se destacó el de “El cambio climático no existe.” Pero podemos ver y sentir, sobre todo, que las consecuencias de la explotación de nuestro planeta tierra son enormes y sobre todo nos afectan a todos.

Ignorar el cambio climático es en definitiva un elefante en la habitación, en otras palabras, un problema enorme que nos afecta y nos atañe a todos, pero que por una u otra razón decidimos ignorar. Y se usa esta metáfora en momentos donde el problema es tan obvio que parece solamente absurdo querer esquivarlo tan radicalmente.
Tres huracanes de alta categoría formados en la misma región, no son una cosa que pase todos los días ni tampoco un acontecimiento que pueda desligarse de los cambios tan bruscos que ha sufrido nuestro planeta. Parece sacado de una película de ficción, de ese film apocalíptico que sugería que era el 2012 el año del fin.

De alguna manera nuestro planeta nos advierte que no podemos seguir así, que las medidas deben de tomarse pronto para que la tierra pueda empezar a recuperarse de a pocos. Para que nosotros mismo podamos recuperar también la consciencia de cuidar nuestro planeta, de sentir esa responsabilidad, no como obligación, pero como compromiso de este sitio que no ha dado tanto, aun cuando nosotros no le damos nada.

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Solo las consciencias alertas y las acciones concretas podrán espantar al elefante de la indiferencia.

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