En los últimos días la sociedad ha seguido con preocupación las decisiones que desde ya angustian a millones de jóvenes “Dreamers”, que luchan por un futuro mejor con esfuerzo y dedicación, y que ahora ven con incertidumbre la finalización de la Acción Diferida para los llegados en la Infancia (DACA).

La acción presidencial que no era un estatus de permanencia legal, otorgaba beneficios como permisos de trabajo temporales, licencias de conducir y también la asignación de un número de seguro social, lo cual permite que un joven que llego a una cultura diferente se desarrolle de manera plena, porque además significaba mejores oportunidades de estudios.

Es claro que al tener una cultura diferente la forma de vida cambia y este es el caso de aquellos Dreamers, que sí bien es cierto la deportación no es inmediata para todos, el peligro que se dé, se abre como una ventana que puede ser la causante de daño permanente en una sociedad tan excluyente como la nuestra.

Creo que es indispensable que pensemos en un escenario en donde los jóvenes regresan, ¿será que se cuentan con programas previstos por el estado para incorporarlos a la sociedad y que sean contribuyentes al desarrollo del país?, como respuesta puedo decir que primero tendríamos que contar con programas de desarrollo juvenil para aquellos jóvenes que se encuentran aquí ya que las fuentes de empleo no son suficientes para todos, además que las condiciones aún no se pueden comparar a las que se tienen en otros países desarrollados.

Estos soñadores, ahora se encuentran en un limbo y en una incertidumbre sobre su futuro, y creo que eso nos llena de dudas a muchos, porque en lo personal no me imagino viviendo en un país en donde no tengo a mi familia conmigo, y el idioma, costumbres y modo de vivir me resultan extraños.
La verdadera preocupación recae en mi parecer a lo que puede pasar para estos jóvenes que han vivido en un cultura totalmente diferente, por supuesto que el futuro que se vislumbra es a todas luces adverso y sombrío, porque hasta ahora esos planes de empleo en el país no han logrado erradicar la migración de personas que ante la falta de oportunidades, resultado de la corrupción, buscan una mejor vida.

¿Qué va a pasar? en un sociedad como la nuestra la falta de empleo es una grave situación que hasta parece ya propia del país, tomemos también como ejemplo los niveles de pobreza que de por sí ya nos dicen en que estamos como Estado.
Es por ello que creo que la dificultad que se aproxima de nuevo para los migrantes y sus familias se agudizara para países como el nuestro si no se genera políticas adecuadas.

Sí nosotros no exigimos a los que nos administran a que empiecen a profundizar en programas de desarrollo a todo nivel que ayude a todos los guatemaltecos, esto será solo el inició de una nueva crisis que se viene a sumar a la desatención del país con los connacionales en el extranjero que aportan con sus remesas a la economía familiar.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo