Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
12:32 am “Master, master!” Cantos al vacío, madrugada posterior donde un mandatario sale a actuar para las cámaras. James Hetfield aporta sus comentarios para el episodio 25 de Metal Talks: Metallica, una serie documental en Spotify. A este James sí puedo escucharlo por horas enteras (y lo he hecho, desde que yo tenía unos 12 años y recibí el cassette doble del álbum negro, Metallica, para mi cumpleaños).
3:52 pm, días después. Hetfield afirma que una banda es más dura que la mayoría de matrimonios. Recorre la historia del cuarteto, incluyendo las partes dolorosas -como la muerte del bajista original, Cliff Burnstein-, el concierto ante medio millón de personas en Rusia, y el “lugar peligroso que es su mente”. La dinámica de un grupo, el sentimiento de paranoia, el rol de cada músico y sus relaciones con ellos. “Moriría y mataría por Kirk [Hammett], pero no somos los mejores amigos. No le digo que salgamos a jugar boliche”.
El vocalista y guitarrista rítmico recorre gran parte del catálogo del cuarteto, intercalando anécdotas personales ancladas a los lanzamientos de discos como Ride The Lightning o el más reciente, Hardwired to Self-Destruct (Deluxe). Sobre este último, reconoce su preocupación por el impacto del ser humano en el planeta. Es una sensibilidad que se acrecienta desde su perspectiva como padre de familia. Tomo Coca-Cola y aprecio los sonidos de Halo On Fire.
“La fama es una de las drogas más peligrosas que ha entrado a Metallica”, reflexiona James, al ver hacia atrás. Firmar autógrafos y la sensación de “ser diferente”, sentir aislamiento, tener miedo y “revelar nuestros secretos más oscuros” dentro del grupo. Es un hombre que ha aprendido lecciones, muchas de las cuales presenciamos en el documental Some Kind of Monster, al cual se refiere también.
Cuando Hetfield canta “And I want my anger to be healthy, and I want my anger just for me / And I need my anger not to take control” en St. Anger, me habla a mí. He tratado de explicarle a la gente acerca de cómo la oscuridad es parte de mí: una lucha que es ridículo tratar de vencer. En todo caso, coexistimos la rabia y yo, la depresión y yo, la ansiedad y yo. No soy el único, tampoco. La destrucción es necesaria y, también, creativa. “Is it me, is it fear?”
Son pocos los álbumes de Metallica que no entran en este playlist: Load, Reload, Lulu, el disco sinfónico S&M, Death Magnetic, si bien su grabación, giras o procesos los alude Hetfield. Cada fan tiene sus lugares comunes para elogiar o criticar a esta banda, representante del thrash metal en gran medida (junto a Slayer, Anthrax y Megadeth, tocan cada cierto tiempo en un mismo escenario en un tipo de festival llamado The Big Four). Para mí, forman gran parte de mi pasado y presente. Una familia a la que vi una vez en 2008, no me reconocieron pero que igual los llevo en el corazón.
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Versión Deluxe, es el blog de música de Luis Fernando Alejos y República
12:32 am “Master, master!” Cantos al vacío, madrugada posterior donde un mandatario sale a actuar para las cámaras. James Hetfield aporta sus comentarios para el episodio 25 de Metal Talks: Metallica, una serie documental en Spotify. A este James sí puedo escucharlo por horas enteras (y lo he hecho, desde que yo tenía unos 12 años y recibí el cassette doble del álbum negro, Metallica, para mi cumpleaños).
3:52 pm, días después. Hetfield afirma que una banda es más dura que la mayoría de matrimonios. Recorre la historia del cuarteto, incluyendo las partes dolorosas -como la muerte del bajista original, Cliff Burnstein-, el concierto ante medio millón de personas en Rusia, y el “lugar peligroso que es su mente”. La dinámica de un grupo, el sentimiento de paranoia, el rol de cada músico y sus relaciones con ellos. “Moriría y mataría por Kirk [Hammett], pero no somos los mejores amigos. No le digo que salgamos a jugar boliche”.
El vocalista y guitarrista rítmico recorre gran parte del catálogo del cuarteto, intercalando anécdotas personales ancladas a los lanzamientos de discos como Ride The Lightning o el más reciente, Hardwired to Self-Destruct (Deluxe). Sobre este último, reconoce su preocupación por el impacto del ser humano en el planeta. Es una sensibilidad que se acrecienta desde su perspectiva como padre de familia. Tomo Coca-Cola y aprecio los sonidos de Halo On Fire.
“La fama es una de las drogas más peligrosas que ha entrado a Metallica”, reflexiona James, al ver hacia atrás. Firmar autógrafos y la sensación de “ser diferente”, sentir aislamiento, tener miedo y “revelar nuestros secretos más oscuros” dentro del grupo. Es un hombre que ha aprendido lecciones, muchas de las cuales presenciamos en el documental Some Kind of Monster, al cual se refiere también.
Cuando Hetfield canta “And I want my anger to be healthy, and I want my anger just for me / And I need my anger not to take control” en St. Anger, me habla a mí. He tratado de explicarle a la gente acerca de cómo la oscuridad es parte de mí: una lucha que es ridículo tratar de vencer. En todo caso, coexistimos la rabia y yo, la depresión y yo, la ansiedad y yo. No soy el único, tampoco. La destrucción es necesaria y, también, creativa. “Is it me, is it fear?”
Son pocos los álbumes de Metallica que no entran en este playlist: Load, Reload, Lulu, el disco sinfónico S&M, Death Magnetic, si bien su grabación, giras o procesos los alude Hetfield. Cada fan tiene sus lugares comunes para elogiar o criticar a esta banda, representante del thrash metal en gran medida (junto a Slayer, Anthrax y Megadeth, tocan cada cierto tiempo en un mismo escenario en un tipo de festival llamado The Big Four). Para mí, forman gran parte de mi pasado y presente. Una familia a la que vi una vez en 2008, no me reconocieron pero que igual los llevo en el corazón.