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Martín, quien se tomó una selfie tras 17 horas bajo los escombros en México

Luis Gonzalez
28 de septiembre, 2017

Tomado del Espectador

La historia de este cerrajero de 54 años de edad le dio la vuelta al mundo. En un principio se dijo que la autofoto le había salvado la vida. Es falso. “Ni siquiera tenía señal de celular”.

Como pasó con Frida Sofía, con la historia de Martín Méndez se empezó a contar una novela que resultó no ser cierta; sin embargo, esta tuvo su dosis de verdad.

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Algunos medios mexicanos reseñaron la noticia de un hombre que después de permanecer más de 17 horas bajo los escombros, se tomó una selfie que envió a sus familiares.

Por esa imagen fue encontrado por los organismos de socorro que salvaron su vida, se dijo.

La selfie de Martín Méndez, un cerrajero de 54 años de edad, se viralizó en cuestión de minutos.

Te sugerimos leer

La verdad tras la selfie

La historia tiene sus dosis de verdad porque Martín si existe, la selfie también; pero no fue por esa auto foto que fue rescatado. “Mienten, la selfie no salvó mi vida. Ni siquiera tenía señal de celular”.

En diálogo con la web del diario Milenio de México, Méndez contó la historia de la foto.

Según dijo, cuando se la tomó, él y dos mujeres que lo acompañaban en el momento del sismo de 7.1 grados, ya habían sido ubicado por los rescatistas.

“Localizados ya estábamos, no sé cuánto había pasado. Desconocía las horas, pero fácil 12 o 13, aquí de vacaciones encerrado, pues me saqué mi selfie”, bromeó.

“La fotografía salió de mi teléfono cuando me sacaron del edificio. Yo siempre estuve esperanzado en que Dios no iba a sacar adelante”, agregó.

“Si ya estamos en medio de tantos cadáveres y somos los únicos vivos, es por algo”, comentó.

Las mujeres que estaban con él, fallecieron. Sus cuerpos cayeron sobre una de sus piernas y la fracturaron. Eso dificultó el rescate.

Dios le dio la fortaleza

Su historia es impactante. Bajo toneladas de hierro retorcido y cemento pulverizado, Martín no pensó en algo diferente que en seguir con vida para seguir trabajando para sacar a sus hijos adelante.

“Fue mucho tiempo de sufrimiento que no sé cómo Dios nos dio la fuerza para resistir. La comida, agua, eso el cuerpo no lo pide”.

Méndez contó que ante el riesgo de un nuevo derrumbe, los organismos de socorro estuvieron a punto de retirarse. José, un rescatista se negó a dejar el trabajo a medias.

“Una persona le dijo a José que ya no sea arriesgara con nosotros. ‘Es una orden porque puede colapsar y mejor vámonos’, él le dijo que no nos iba a dejar y se quedó trabajando”.

Martín Méndez llegó a ese edificio de la Avenida Álvaro Obregón la mañana del martes 19 de septiembre. Reparaba un archivero de una oficina cuando el temblor sacudió la tierra.

Pese a que Martín agradece a José haberle salvado la vida y llora mientras cuenta su historia, lamenta estar con una pierna fracturada. Desea recuperarse pronto para seguir trabajando por sus hijos. 

El terremoto del 7 de septiembre dejó 98 muertos en Oaxaca, Chiapas y Tabasco, mientras el del pasado 19 de septiembre, de magnitud 7,1, deja hasta ahora 338 víctimas fatales.

El recuento dice: 199 de ellas en Ciudad de México, 74 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el Estado de México, 6 en Guerrero y 1 en Oaxaca.

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Luis Gonzalez
28 de septiembre, 2017

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Como pasó con Frida Sofía, con la historia de Martín Méndez se empezó a contar una novela que resultó no ser cierta; sin embargo, esta tuvo su dosis de verdad.

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Por esa imagen fue encontrado por los organismos de socorro que salvaron su vida, se dijo.

La selfie de Martín Méndez, un cerrajero de 54 años de edad, se viralizó en cuestión de minutos.

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La historia tiene sus dosis de verdad porque Martín si existe, la selfie también; pero no fue por esa auto foto que fue rescatado. “Mienten, la selfie no salvó mi vida. Ni siquiera tenía señal de celular”.

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Según dijo, cuando se la tomó, él y dos mujeres que lo acompañaban en el momento del sismo de 7.1 grados, ya habían sido ubicado por los rescatistas.

“Localizados ya estábamos, no sé cuánto había pasado. Desconocía las horas, pero fácil 12 o 13, aquí de vacaciones encerrado, pues me saqué mi selfie”, bromeó.

“La fotografía salió de mi teléfono cuando me sacaron del edificio. Yo siempre estuve esperanzado en que Dios no iba a sacar adelante”, agregó.

“Si ya estamos en medio de tantos cadáveres y somos los únicos vivos, es por algo”, comentó.

Las mujeres que estaban con él, fallecieron. Sus cuerpos cayeron sobre una de sus piernas y la fracturaron. Eso dificultó el rescate.

Dios le dio la fortaleza

Su historia es impactante. Bajo toneladas de hierro retorcido y cemento pulverizado, Martín no pensó en algo diferente que en seguir con vida para seguir trabajando para sacar a sus hijos adelante.

“Fue mucho tiempo de sufrimiento que no sé cómo Dios nos dio la fuerza para resistir. La comida, agua, eso el cuerpo no lo pide”.

Méndez contó que ante el riesgo de un nuevo derrumbe, los organismos de socorro estuvieron a punto de retirarse. José, un rescatista se negó a dejar el trabajo a medias.

“Una persona le dijo a José que ya no sea arriesgara con nosotros. ‘Es una orden porque puede colapsar y mejor vámonos’, él le dijo que no nos iba a dejar y se quedó trabajando”.

Martín Méndez llegó a ese edificio de la Avenida Álvaro Obregón la mañana del martes 19 de septiembre. Reparaba un archivero de una oficina cuando el temblor sacudió la tierra.

Pese a que Martín agradece a José haberle salvado la vida y llora mientras cuenta su historia, lamenta estar con una pierna fracturada. Desea recuperarse pronto para seguir trabajando por sus hijos. 

El terremoto del 7 de septiembre dejó 98 muertos en Oaxaca, Chiapas y Tabasco, mientras el del pasado 19 de septiembre, de magnitud 7,1, deja hasta ahora 338 víctimas fatales.

El recuento dice: 199 de ellas en Ciudad de México, 74 en Morelos, 45 en Puebla, 13 en el Estado de México, 6 en Guerrero y 1 en Oaxaca.

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