Oriundo de Retalhuleu, Jorge Rolando Díaz de 44 años, contó a República los momentos dramáticos de la masacre en Las Vegas.
“Fue algo terrible el caos de la situación de ayer, lamentablemente fallecieron muchas personas y muchas otras heridas”, expresó el retalteco.
Díaz trabaja para una compañía de servicios de mantenimiento de las albercas y jardinería del Mandalay Bay Resort and Casino, a donde llegó 15 minutos antes de su turno nocturno habitual de 10:30 pm a 07:00 am, junto a una compañera de trabajo.
El domingo Díaz estacionó su auto a una cuadra del hotel como es costumbre y mientras cruzaba la calle donde se realizaba el concierto del Festival Route 91 Harvest, escuchó los disparos y vio como el terror se apoderó del lugar.
Díaz vio y escuchó de donde venían los disparos, su amiga desapareció entre la gente, entonces corrió para no ser alcanzado por las balas.
Entre la estampida de personas logró cruzar la calle y entró al casino, la seguridad lo llevó a un pasillo donde permaneció por siete horas.
Durante ese tiempo escucharon gritos, disparos y movimiento policial del otro lado de la pared, con su celular llamó a su esposa e hijos en Guatemala y les contó lo que sucedía “Afortunadamente ellos aún no sabían nada”, explicó.
El guatemalteco tiene nueve años en Las Vegas, Nevada, vive a unos cinco minutos en auto de su lugar de trabajo donde labora desde hace año y medio. Junto a Díaz trabajan otros dos guatemaltecos, él es el único que trabajó ese fatídico turno nocturno.
El último reporte policial revela que durante el tiroteo murieron 58 personas y otras 515 resultaron heridas. Stephen Paddock de 64 años, quien murió en el lugar, fue señalado como el responsable de la masacre.
Díaz espera equivocarse y desea pensar que el silencio y la desolación de la llamada “ciudad del pecado”, no son un augurio de que ya nunca será igual.
Oriundo de Retalhuleu, Jorge Rolando Díaz de 44 años, contó a República los momentos dramáticos de la masacre en Las Vegas.
“Fue algo terrible el caos de la situación de ayer, lamentablemente fallecieron muchas personas y muchas otras heridas”, expresó el retalteco.
Díaz trabaja para una compañía de servicios de mantenimiento de las albercas y jardinería del Mandalay Bay Resort and Casino, a donde llegó 15 minutos antes de su turno nocturno habitual de 10:30 pm a 07:00 am, junto a una compañera de trabajo.
El domingo Díaz estacionó su auto a una cuadra del hotel como es costumbre y mientras cruzaba la calle donde se realizaba el concierto del Festival Route 91 Harvest, escuchó los disparos y vio como el terror se apoderó del lugar.
Díaz vio y escuchó de donde venían los disparos, su amiga desapareció entre la gente, entonces corrió para no ser alcanzado por las balas.
Entre la estampida de personas logró cruzar la calle y entró al casino, la seguridad lo llevó a un pasillo donde permaneció por siete horas.
Durante ese tiempo escucharon gritos, disparos y movimiento policial del otro lado de la pared, con su celular llamó a su esposa e hijos en Guatemala y les contó lo que sucedía “Afortunadamente ellos aún no sabían nada”, explicó.
El guatemalteco tiene nueve años en Las Vegas, Nevada, vive a unos cinco minutos en auto de su lugar de trabajo donde labora desde hace año y medio. Junto a Díaz trabajan otros dos guatemaltecos, él es el único que trabajó ese fatídico turno nocturno.
El último reporte policial revela que durante el tiroteo murieron 58 personas y otras 515 resultaron heridas. Stephen Paddock de 64 años, quien murió en el lugar, fue señalado como el responsable de la masacre.
Díaz espera equivocarse y desea pensar que el silencio y la desolación de la llamada “ciudad del pecado”, no son un augurio de que ya nunca será igual.