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¿Lucha contra la corrupción o lucha ideológica de poderes?

Redacción
05 de octubre, 2017

La información que compartiré a continuación me fue dada en forma confidencial. No les sorprenderá a algunos inmersos en el tema, mientras que a otros les podrá parecer historia de ciencia ficción.
El asunto es que la lucha de poderes en la que estamos sumidos, ha sido planificada desde hace muchos años. En 2015 la extrema izquierda tomó la decisión final de cooptar el Organismo Judicial de forma total –dado que se le escapa una y otra vez la oportunidad democrática de alcanzar el poder ejecutivo, legislativo y municipal en las elecciones-; y cuando digo total, me refiero desde los juzgados de paz hasta la CSJ.
Un nuevo aliado, mentor y sponsor de la extrema izquierda surge como líder de este plan: el gobierno demócrata estadounidense de Obama y sus tentáculos internacionales. En el caso particular de Guatemala, la operación es encabezada por quien fuera Subsecretario Adjunto de la Oficina Internacional de Asuntos Narcóticos y Aplicación de la Ley y Ministro Consejero de la Misión en la Embajada de Estados Unidos en Guatemala durante los años 2009 al 2012, el señor Todd Robinson, quien luego fue nombrado embajador en nuestro país a partir del 16 de septiembre de 2014.
Miles de personas no creen que los Estados Unidos de América, ícono del capitalismo, pueda apoyar a grupos de extrema izquierda, izquierda o izquierda moderada -al final, tarde o temprano todos son la misma desgracia-. A quienes lo hemos denunciado nos tachan de radicales, de extremistas, de ilusos, de locos, de conspiradores, y demás motes. Pero si investigamos un poco sobre el Partido Demócrata, nos daremos cuenta que el mismo es miembro de la “Alianza Progresista”, una organización política internacional fundada el 22 de mayo de 2013, por los partidos políticos progresistas, la mayoría de los cuales son miembros o ex miembros de la Internacional Socialista. La organización establece el objetivo de convertirse en la organización mundial de “el movimiento progresista, socialdemócrata, socialista y laborista”. La Alianza Progresista: Una red de fuerzas progresistas del siglo XXI (bases), http://progressive-alliance.info/bases_es/. A Progressive Network for the 21st Century, Rome meeting, 14-15 de diciembre de 2012.
El Partido Demócrata ha sido incluso calificado por académicos, por políticos y por el ciudadano común estadounidense como progresista y de centroizquierda e izquierda. Es ampliamente apoyado por “minorías étnicas”, la comunidad LGBTI, hippies, sectores sindicales, laboristas, progresistas y de izquierda, como los nuevos Antifa (anti-fascistas). Sus políticas de racismo inverso (levantamiento de los discriminados que se vuelven discriminadores), lucha de clases y étnicas, pro aborto, matrimonio homosexual, “derechos humanos”, colectivismo y estatismo han sido aplicadas en los Estados Unidos y exportadas al mundo entero, con nefastos resultados.
Pero bien, volviendo a Guatemala, toda esta súper poderosa maquinaria internacional socialista se asentó muy sólidamente en nuestro país desde 2009 y fue creciendo como enredadera hasta convertirse en el monstruo que actualmente es. El gobierno demócrata estadounidense propició la “Primavera Arabe” en Libia y Egipto, por ejemplo, y un buen número de diplomáticos estadounidenses por todo el mundo tomaron nota de cómo crear caos, abanderando una aparente “lucha legítima contra la corrupción” o “contra el mal” para derrocar gobiernos y tomar el control de naciones menos poderosas.
Y como una estrategia de las grandes potencias para lograr sus objetivos, Robinson se alió en Guatemala con gente muy oscura, que tiene la “cola machucada”, gente que podía extorsionar y chantajear par manejarlos a su antojo. Estos emperadores saben bien que una persona limpia y sin tachas no les sirve para su causa. Entonces vemos como la UNE paró siendo el operador político de la “Embajada”, con Cabra Loca y Tarántula comandando; vemos cómo nombran a una Fiscal General que previamente había sido tachada de corrupción durante su largo caminar en el OJ; y como traen a un Comisionado con fuertes señalamientos de ilegalidades como magistrado suplente en su país de origen.
Así, como mencioné anteriormente, la izquierda decide ejecutar el plan en 2015. Primero deponiendo al presidente y vice, por graves escándalos de corrupción: La Línea. Y bueno, es que tenían todo servido, porque este binomio presidencial ha sido quizás el más corrupto y ladrón de la historia de Guatemala. Jaque mate, les sale perfecta la jugada porque todos aplaudimos el “derrocamiento” de estos dos píos y nos regocijamos que los mandaran al “bote”. Con una victoria tan contundente contra unos verdaderos criminales, Robinson y compañía se echaron a la bolsa a medio mundo, ¡bravo MP, bravo CICIG, la primavera chapina ha llegado!
Pero ese sólo fue el “dulce” que nos “embobó” como ciudadanos. Inmediatamente pretendieron suspender las elecciones generales, pero no les salió la jugada y llegó al poder un inesperado e incómodo candidato: Jimmy Morales y no la Tarántula, a quien le tenía que tocar, luego de despacharse a Baldizón. Paralelamente aparecieron en escena, en un abrazo fraternal, los socios y asociados de Robinson-Thelma-Iván… …CUC, CODECA, CONIC, MACK, CALAS, sindicatos, etc. O sea, la izquierda guatemalteca en su roja y sucia escencia.
En su “lucha contra la corrupción”, Robinson impulsó las malogradas Reformas Constitucionales –a la cual se opuso férreamente la sociedad civil productiva como Guatemala Inmortal- pretendiendo crear un poder judicial aún más absolutista y poderoso, un derecho paralelo y racista; y metió con saña unas reformas a la Ley de Compras y Contrataciones del Estado para paralizar la ejecución de cualquier obra de infraestructura. En gran parte esto es lo que tiene de rodillas al Ejecutivo. Los funcionarios públicos tienen miedo de firmar cualquier orden, de ejecutar presupuestos, etc, porque saben que las cooptadas cortes los “mandan patitas al tambo” con el menor reparo. Prácticamente han convertido a cualquier funcionario público en un delincuente potencial. Y ahora tenemos esta disyuntiva de si se debe decretar estado de calamidad para obviar dicha ley. Creo que es lo que conviene, o se termina de caer este país.
Hay que reconocer que noviembre del 2016, el Congreso trató de impulsar una nueva Ley de Compras y Contrataciones, la cual no se aprobó. Ahora los diputados (que tampoco son unos santos) no se atreven a proponer una nueva ley porque serán tachados de corrupción y de quitar candados para favorecer el saqueo estatal. Nada más alejado de la realidad, pero los medios de propaganda o de comunicación –la mayoría aliados con la izquierda- los acribillan si quisieran ayudar al ejecutivo a desentrampar un poco las cosas.
Robinson se fue, pero el daño que le hizo a nuestro país es enorme. Por cierto, dicen que el encargado de asuntos políticos de la “Embajada” almorzaba con Cabra Loca todos los miércoles. Le recordaba que tiene más de 80 procesos abiertos y que mejor siguiera con las “órdenes en inglés”. Que se recordara también que si se salían las cosas de control, nos invadían en dos pinches horas.
Señor embajador Arreaga, -por cierto, bienvenido a su tierra- así operaba Obama en Guatemala. ¿Lucha contra la corrupción?

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

¿Lucha contra la corrupción o lucha ideológica de poderes?

Redacción
05 de octubre, 2017

La información que compartiré a continuación me fue dada en forma confidencial. No les sorprenderá a algunos inmersos en el tema, mientras que a otros les podrá parecer historia de ciencia ficción.
El asunto es que la lucha de poderes en la que estamos sumidos, ha sido planificada desde hace muchos años. En 2015 la extrema izquierda tomó la decisión final de cooptar el Organismo Judicial de forma total –dado que se le escapa una y otra vez la oportunidad democrática de alcanzar el poder ejecutivo, legislativo y municipal en las elecciones-; y cuando digo total, me refiero desde los juzgados de paz hasta la CSJ.
Un nuevo aliado, mentor y sponsor de la extrema izquierda surge como líder de este plan: el gobierno demócrata estadounidense de Obama y sus tentáculos internacionales. En el caso particular de Guatemala, la operación es encabezada por quien fuera Subsecretario Adjunto de la Oficina Internacional de Asuntos Narcóticos y Aplicación de la Ley y Ministro Consejero de la Misión en la Embajada de Estados Unidos en Guatemala durante los años 2009 al 2012, el señor Todd Robinson, quien luego fue nombrado embajador en nuestro país a partir del 16 de septiembre de 2014.
Miles de personas no creen que los Estados Unidos de América, ícono del capitalismo, pueda apoyar a grupos de extrema izquierda, izquierda o izquierda moderada -al final, tarde o temprano todos son la misma desgracia-. A quienes lo hemos denunciado nos tachan de radicales, de extremistas, de ilusos, de locos, de conspiradores, y demás motes. Pero si investigamos un poco sobre el Partido Demócrata, nos daremos cuenta que el mismo es miembro de la “Alianza Progresista”, una organización política internacional fundada el 22 de mayo de 2013, por los partidos políticos progresistas, la mayoría de los cuales son miembros o ex miembros de la Internacional Socialista. La organización establece el objetivo de convertirse en la organización mundial de “el movimiento progresista, socialdemócrata, socialista y laborista”. La Alianza Progresista: Una red de fuerzas progresistas del siglo XXI (bases), http://progressive-alliance.info/bases_es/. A Progressive Network for the 21st Century, Rome meeting, 14-15 de diciembre de 2012.
El Partido Demócrata ha sido incluso calificado por académicos, por políticos y por el ciudadano común estadounidense como progresista y de centroizquierda e izquierda. Es ampliamente apoyado por “minorías étnicas”, la comunidad LGBTI, hippies, sectores sindicales, laboristas, progresistas y de izquierda, como los nuevos Antifa (anti-fascistas). Sus políticas de racismo inverso (levantamiento de los discriminados que se vuelven discriminadores), lucha de clases y étnicas, pro aborto, matrimonio homosexual, “derechos humanos”, colectivismo y estatismo han sido aplicadas en los Estados Unidos y exportadas al mundo entero, con nefastos resultados.
Pero bien, volviendo a Guatemala, toda esta súper poderosa maquinaria internacional socialista se asentó muy sólidamente en nuestro país desde 2009 y fue creciendo como enredadera hasta convertirse en el monstruo que actualmente es. El gobierno demócrata estadounidense propició la “Primavera Arabe” en Libia y Egipto, por ejemplo, y un buen número de diplomáticos estadounidenses por todo el mundo tomaron nota de cómo crear caos, abanderando una aparente “lucha legítima contra la corrupción” o “contra el mal” para derrocar gobiernos y tomar el control de naciones menos poderosas.
Y como una estrategia de las grandes potencias para lograr sus objetivos, Robinson se alió en Guatemala con gente muy oscura, que tiene la “cola machucada”, gente que podía extorsionar y chantajear par manejarlos a su antojo. Estos emperadores saben bien que una persona limpia y sin tachas no les sirve para su causa. Entonces vemos como la UNE paró siendo el operador político de la “Embajada”, con Cabra Loca y Tarántula comandando; vemos cómo nombran a una Fiscal General que previamente había sido tachada de corrupción durante su largo caminar en el OJ; y como traen a un Comisionado con fuertes señalamientos de ilegalidades como magistrado suplente en su país de origen.
Así, como mencioné anteriormente, la izquierda decide ejecutar el plan en 2015. Primero deponiendo al presidente y vice, por graves escándalos de corrupción: La Línea. Y bueno, es que tenían todo servido, porque este binomio presidencial ha sido quizás el más corrupto y ladrón de la historia de Guatemala. Jaque mate, les sale perfecta la jugada porque todos aplaudimos el “derrocamiento” de estos dos píos y nos regocijamos que los mandaran al “bote”. Con una victoria tan contundente contra unos verdaderos criminales, Robinson y compañía se echaron a la bolsa a medio mundo, ¡bravo MP, bravo CICIG, la primavera chapina ha llegado!
Pero ese sólo fue el “dulce” que nos “embobó” como ciudadanos. Inmediatamente pretendieron suspender las elecciones generales, pero no les salió la jugada y llegó al poder un inesperado e incómodo candidato: Jimmy Morales y no la Tarántula, a quien le tenía que tocar, luego de despacharse a Baldizón. Paralelamente aparecieron en escena, en un abrazo fraternal, los socios y asociados de Robinson-Thelma-Iván… …CUC, CODECA, CONIC, MACK, CALAS, sindicatos, etc. O sea, la izquierda guatemalteca en su roja y sucia escencia.
En su “lucha contra la corrupción”, Robinson impulsó las malogradas Reformas Constitucionales –a la cual se opuso férreamente la sociedad civil productiva como Guatemala Inmortal- pretendiendo crear un poder judicial aún más absolutista y poderoso, un derecho paralelo y racista; y metió con saña unas reformas a la Ley de Compras y Contrataciones del Estado para paralizar la ejecución de cualquier obra de infraestructura. En gran parte esto es lo que tiene de rodillas al Ejecutivo. Los funcionarios públicos tienen miedo de firmar cualquier orden, de ejecutar presupuestos, etc, porque saben que las cooptadas cortes los “mandan patitas al tambo” con el menor reparo. Prácticamente han convertido a cualquier funcionario público en un delincuente potencial. Y ahora tenemos esta disyuntiva de si se debe decretar estado de calamidad para obviar dicha ley. Creo que es lo que conviene, o se termina de caer este país.
Hay que reconocer que noviembre del 2016, el Congreso trató de impulsar una nueva Ley de Compras y Contrataciones, la cual no se aprobó. Ahora los diputados (que tampoco son unos santos) no se atreven a proponer una nueva ley porque serán tachados de corrupción y de quitar candados para favorecer el saqueo estatal. Nada más alejado de la realidad, pero los medios de propaganda o de comunicación –la mayoría aliados con la izquierda- los acribillan si quisieran ayudar al ejecutivo a desentrampar un poco las cosas.
Robinson se fue, pero el daño que le hizo a nuestro país es enorme. Por cierto, dicen que el encargado de asuntos políticos de la “Embajada” almorzaba con Cabra Loca todos los miércoles. Le recordaba que tiene más de 80 procesos abiertos y que mejor siguiera con las “órdenes en inglés”. Que se recordara también que si se salían las cosas de control, nos invadían en dos pinches horas.
Señor embajador Arreaga, -por cierto, bienvenido a su tierra- así operaba Obama en Guatemala. ¿Lucha contra la corrupción?

República es ajena a la opinión expresada en este artículo