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Agenda Empresarial
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Trabajemos para que la Agenda Nacional de Competitividad sea una Política de Estado

Redacción
06 de octubre, 2017

Solo así lograremos aumentar la prosperidad de todos los guatemaltecos

Para nadie es secreto que la única forma de elevar los ingresos de la población es aumentando su nivel de productividad. El Foro Económico Mundial ha desarrollado una metodología a través del tiempo para medir la forma en que los factores, políticas y procedimientos, impactan en la productividad de un país y por ende en los ingresos reales. Durante más de diez años se ha publicado el Informe Global de Competitividad, una de las herramientas que las calificadoras de riesgo utilizan para emitir sus informes, los cuales tienen un impacto directo en temas como la tasa de interés en un país.

El Informe Global de Competitividad mide a través de un índice, doce pilares sobre los cuales se debe trabajar, para mejorar los ingresos de la población. Factores como: la solidez de las instituciones públicas, la infraestructura, el entorno macroeconómico, la salud y educación primaria, capacitación y educación superior, la eficiencia en el mercado de bienes, el mercado laboral, el mercado financiero, la preparación tecnológica, el tamaño de mercado, la sofisticación de negocios y la innovación.

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Como podrán ver lo primero que salta a la vista es que cuando hablamos de competitividad no estamos hablando solo de aspectos económicos o de índole financiero. De hecho, la Agenda Nacional de Competitividad está precisamente enfocada en cómo Guatemala puede aumentar la inversión social en el ser humano, que permita que limitantes como la desnutrición crónica, la baja calidad educativa, la inseguridad o la corrupción sean temas relevantes en la agenda de desarrollo.

Necesitamos que la Agenda de Competitividad pase a ser una Política de Estado aprobada por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), para que se priorice la competitividad como una estrategia en todos los ministerios. Por ejemplo, en el Ministerio de Educación, debe trabajarse un sistema que mejore la enseñanza de calidad en matemáticas y ciencias. En salud, un desarrollo más agresivo en la atención del primer nivel de salud, a través del Modelo Incluyente de Salud, que le permita al país reducir la desnutrición crónica.

Guatemala ha visto limitada su competitividad, retrocediendo 6 posiciones en la evaluación que se publicó recientemente (84 de 137 países). Uno de los temas más urgentes es cómo cambiar el modelo sobre el cual se invierte infraestructura en el país, que claramente ha colapsado. Solo en la variable de calidad de infraestructura vial, el país retrocedió 14 posiciones en la última evaluación (106 de 137 países). Por ello, la Agenda Nacional de Competitividad debe convertirse en una Política de Estado que fomente mayor prosperidad para todos. @jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Trabajemos para que la Agenda Nacional de Competitividad sea una Política de Estado

Redacción
06 de octubre, 2017

Solo así lograremos aumentar la prosperidad de todos los guatemaltecos

Para nadie es secreto que la única forma de elevar los ingresos de la población es aumentando su nivel de productividad. El Foro Económico Mundial ha desarrollado una metodología a través del tiempo para medir la forma en que los factores, políticas y procedimientos, impactan en la productividad de un país y por ende en los ingresos reales. Durante más de diez años se ha publicado el Informe Global de Competitividad, una de las herramientas que las calificadoras de riesgo utilizan para emitir sus informes, los cuales tienen un impacto directo en temas como la tasa de interés en un país.

El Informe Global de Competitividad mide a través de un índice, doce pilares sobre los cuales se debe trabajar, para mejorar los ingresos de la población. Factores como: la solidez de las instituciones públicas, la infraestructura, el entorno macroeconómico, la salud y educación primaria, capacitación y educación superior, la eficiencia en el mercado de bienes, el mercado laboral, el mercado financiero, la preparación tecnológica, el tamaño de mercado, la sofisticación de negocios y la innovación.

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Como podrán ver lo primero que salta a la vista es que cuando hablamos de competitividad no estamos hablando solo de aspectos económicos o de índole financiero. De hecho, la Agenda Nacional de Competitividad está precisamente enfocada en cómo Guatemala puede aumentar la inversión social en el ser humano, que permita que limitantes como la desnutrición crónica, la baja calidad educativa, la inseguridad o la corrupción sean temas relevantes en la agenda de desarrollo.

Necesitamos que la Agenda de Competitividad pase a ser una Política de Estado aprobada por la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan), para que se priorice la competitividad como una estrategia en todos los ministerios. Por ejemplo, en el Ministerio de Educación, debe trabajarse un sistema que mejore la enseñanza de calidad en matemáticas y ciencias. En salud, un desarrollo más agresivo en la atención del primer nivel de salud, a través del Modelo Incluyente de Salud, que le permita al país reducir la desnutrición crónica.

Guatemala ha visto limitada su competitividad, retrocediendo 6 posiciones en la evaluación que se publicó recientemente (84 de 137 países). Uno de los temas más urgentes es cómo cambiar el modelo sobre el cual se invierte infraestructura en el país, que claramente ha colapsado. Solo en la variable de calidad de infraestructura vial, el país retrocedió 14 posiciones en la última evaluación (106 de 137 países). Por ello, la Agenda Nacional de Competitividad debe convertirse en una Política de Estado que fomente mayor prosperidad para todos. @jczapata_s

República es ajena a la opinión expresada en este artículo