Previo a exponer su defensa, Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina revisaron sus documentos y anotaciones.
La exvicepresidenta Roxana Baldetti volvió a hablar en público y de nuevo surgieron las frases que eran cosa común durante su mandato.
“Yo soy Roxana Baldetti, no la mera mera, la R o la dos”, dijo la exfuncionaria para defenderse de la vinculación que hacen de ella el MP y la CICIG en el caso conocido como La Línea.
Previo a ser escuchada por el juez Miguel Ángel Gálvez, Baldetti revisó algunos documentos y anotaciones junto con el expresidente Otto Pérez Molina.
Como cuando se le vía trabajar en la Vicepresidencia o en el Congreso, la exgobernante estaba concentrada en el expediente. Cuando le tocó el turno de hablar, se defendió con vehemencia.
El ataque, la mejor defensa
Roxana Baldetti la emprendió contra sus acusadores. De Juan Carlos Monzón, su hombre de confianza, dijo: “mi error fue contratar a Juan Carlos Monzón”.
Además, agregó que “error más error es igual a horror”. Cuestionó la versión de quien fuera su secretario privado en la Vicepresidencia y subrayó que el testigo mintió.
“Las pruebas son falsas, Monzón dejó su computadora en Corea”, expresó Baldetti, recordando que fue en ese país donde se encontraba ella, junto con él, cuando se destapó el caso La Línea.
Y su ataque se extendió al Ministerio Público.
“El Ministerio Público es el fantoche, la CICIG hace todo el trabajo”, subrayó Roxana Baldetti.
Y fue más allá. Según ella, su renuncia en 2015 fue una cuestión política.
“A mí me dio golpe de Estado Iván Velásquez y Thelma Aldana”, sentenció la exfuncionaria, acusada en este proceso de asociación ilícita, cohecho pasivo y casos especiales de defraudación aduanera.
El juez Miguel Ángel Gálvez escuchó con atención la defensa que hizo Roxana Baldetti.
Semana decisiva para Roxana Baldetti
Previo a que hablara Roxana Baldetti, Fernando Guerra, su abogado, cuestionó la acusación del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Su exposición fue que lo presentado hasta ahora por los acusadores es insuficiente para enviar a juicio a la exVicepresidenta. Por ello pidió cerrar la investigación.
Durante las dos horas que duró la audiencia, Guerra cuestionó la acusación, y Baldetti se ocupó en cuestionar la actuación de Juan Carlos Monzón, la fiscal general Thelma Aldana y de Iván Velásquez.
Baldetti le dijo al juez que no existen pruebas contundentes de que ella participara en una organización criminal y que si existió esa estructura, entonces Monzón era el cabecilla.
Hasta el exembajador de Estados Unidos, Todd Robinson, “salió a bailar” en la defensa de Baldetti. Aseguró que el diplomático le pidió tres veces que renunciara, pero no lo hizo.
“La renuncia se la presenté al Presidente”, dijo, al tiempo que dirigió la mirada hacia Otto Pérez Molina, quien escuchaba atento a quien fuera, durante su gestión, la mujer más poderosa del Gobierno.
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Previo a exponer su defensa, Roxana Baldetti y Otto Pérez Molina revisaron sus documentos y anotaciones.
La exvicepresidenta Roxana Baldetti volvió a hablar en público y de nuevo surgieron las frases que eran cosa común durante su mandato.
“Yo soy Roxana Baldetti, no la mera mera, la R o la dos”, dijo la exfuncionaria para defenderse de la vinculación que hacen de ella el MP y la CICIG en el caso conocido como La Línea.
Previo a ser escuchada por el juez Miguel Ángel Gálvez, Baldetti revisó algunos documentos y anotaciones junto con el expresidente Otto Pérez Molina.
Como cuando se le vía trabajar en la Vicepresidencia o en el Congreso, la exgobernante estaba concentrada en el expediente. Cuando le tocó el turno de hablar, se defendió con vehemencia.
El ataque, la mejor defensa
Roxana Baldetti la emprendió contra sus acusadores. De Juan Carlos Monzón, su hombre de confianza, dijo: “mi error fue contratar a Juan Carlos Monzón”.
Además, agregó que “error más error es igual a horror”. Cuestionó la versión de quien fuera su secretario privado en la Vicepresidencia y subrayó que el testigo mintió.
“Las pruebas son falsas, Monzón dejó su computadora en Corea”, expresó Baldetti, recordando que fue en ese país donde se encontraba ella, junto con él, cuando se destapó el caso La Línea.
Y su ataque se extendió al Ministerio Público.
“El Ministerio Público es el fantoche, la CICIG hace todo el trabajo”, subrayó Roxana Baldetti.
Y fue más allá. Según ella, su renuncia en 2015 fue una cuestión política.
“A mí me dio golpe de Estado Iván Velásquez y Thelma Aldana”, sentenció la exfuncionaria, acusada en este proceso de asociación ilícita, cohecho pasivo y casos especiales de defraudación aduanera.
El juez Miguel Ángel Gálvez escuchó con atención la defensa que hizo Roxana Baldetti.
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Previo a que hablara Roxana Baldetti, Fernando Guerra, su abogado, cuestionó la acusación del Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
Su exposición fue que lo presentado hasta ahora por los acusadores es insuficiente para enviar a juicio a la exVicepresidenta. Por ello pidió cerrar la investigación.
Durante las dos horas que duró la audiencia, Guerra cuestionó la acusación, y Baldetti se ocupó en cuestionar la actuación de Juan Carlos Monzón, la fiscal general Thelma Aldana y de Iván Velásquez.
Baldetti le dijo al juez que no existen pruebas contundentes de que ella participara en una organización criminal y que si existió esa estructura, entonces Monzón era el cabecilla.
Hasta el exembajador de Estados Unidos, Todd Robinson, “salió a bailar” en la defensa de Baldetti. Aseguró que el diplomático le pidió tres veces que renunciara, pero no lo hizo.
“La renuncia se la presenté al Presidente”, dijo, al tiempo que dirigió la mirada hacia Otto Pérez Molina, quien escuchaba atento a quien fuera, durante su gestión, la mujer más poderosa del Gobierno.
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