El jueves pasado cumplí 28 años. Una vez más las sirenas me alertaron que cada vez estoy más cerca de los 30, mientras recordaba que la vida no es ese cuento ¿cursi? que me planteaba los 12.

Sí, a las puertas de la adolescencia, pensaba que a esta edad ya habría ganado el Óscar a la Mejor actriz, tendría un esposo guapo (y famoso) y al menos dos niños que corrieran por un jardín mientras Vogue nos hacía un reportaje.

Otra de las cosas con las que fantaseaba en la pubertad era que en ese futuro tan prometedor tendría una imagen perfecta. Ya saben, un cuerpo de Miss Universo, un rostro delgado y un cabello largo y sedoso, como de anuncio.

La realidad es que en lugar de eso tengo barriga, caderas, cachetes y recién me corté la melena porque una escoba vieja tenía más vida que mis puntas. Pero, ¿adivinen? No me molesta, no me traumatiza y no me hace sentir como un fracaso.

Nunca me he sentido más feliz, segura y sexy que con mi actual figura. Por eso, para mi cumpleaños la apuesta fue un bodycon dress. En el post de hoy van sus claves:

¿Qué es un bodycon dress?

Bodycon se deriva del término body conscious y es una prenda que refleja el cuerpo tal y como es. Los vestidos bodycon son ceñidos al cuerpo, generalmente cortos y de materiales elásticos que se ajustan a las formas. Son muy femeninos, sexys y si tuvieran un padrino este definitivamente sería el creador de los bandage dress Hervé Leroux (Hervé Leger), fallecido a principios de mes.

¿Quién debería llevarlo?

La principal característica del bodycon dress, es que se ciñen al cuerpo. Por eso, es esencial que quien los use, más allá de su talla, se sienta segura de su figura. Y, aunque creas que les va mejor a las tallas regulares, hay muchas opciones para mujeres plus. Digamos que la clave es que se ajusten y no que apretujen. Si eres una chica grande, al menos en esta prenda, evita los estampados o el exceso de aplicaciones.

¿Cuándo recomiendo usarlo?

Un bodycon no pasa desapercibido, así que son grandes aliados para fiestas, dates o una comida especial. Ten en cuenta que los hay más formales y más casuales (como el que yo llevé para mi cumpleaños). Asimismo, los hay con mangas largas, cortas y de tiras y con detalles en la espalda.

¿Cómo se combina?

En algún lugar leí que con tacones los bodycon te hacían sentir cual Beyoncé y creo que es verdad. De hecho si es un evento formal o una cena, unas sandalias de tiras o unos stilettos no fallarán. Ahora, si tu diseño es más casual, dale un toque juvenil con unas deportivas (tenis) ¡Kendall y Kylie Jenner lo hacen todo el tiempo! Finalmente, otro elemento que puede ayudarte con esta prenda es una faja o moldeador de figura. Ojo, no es un truco para esconder sino para acomodar.

¿Dónde se compran?

Realmente no he visto muchos bodycon en las tiendas nacionales. De hecho, el mío lo encontré medio escondido en un perchero de Forever 21. He visto algunos en Internet, pero recuerda que lo mejor es probártelo, mirarte en el espejo, caminar y ver como se mueve sobre tu cuerpo. Ah sí, nunca está de más que al salir del probador una perfecta y guapa desconocida te diga: “Se te ve genial”.

En fin, que aquí estoy sin premio de la academia, sin niños en el jardín, sin jardín y en todo menos en una relación seria. Ya no quiero nada de eso y tampoco el cuerpo perfecto. Ahora los reportajes los hago yo.

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