Es complicado poder hablar bien de un trabajador del cualquiera de los tres organismos del Estado. Está mal generalizar y afirmar que todos aquellos que laboran en entidades públicas son poco eficientes e incluso poco aptos para sus puestos, pero lo que sí es una realidad es que los puestos que se reparten dentro de los organismos del estado son trabajos que no exigen grandes sacrificios personales ni representan grandes riesgos en la vida de los empleados como para justificar un apoyo extra.
Por lo mismo, me parece un poco injustificado, ilógico e incluso sinvergüenza por parte del Sindicato de Trabajadores del Organismo Judicial pedir un bono de “apoyo económico” de Q6 mil para cada uno de los empleados. Según cálculos, son nueve mil 681 trabajadores los registrados en planilla y otros cuántos más los que al recibir el bono harían que el Organismo Judicial (OJ) desembolse más de 58 millones de quetzales.
Si hasta acá las cosas le van pareciendo bastante irónicas, habrá que resaltar que las razones por las que se pide el “apoyo económico”. En la carta firmada por el secretario general de éste sindicato se especifica que la petición esta inspirada en el aumento de los precios de la canasta básica, de la inflación y no se cuántas cosas más. Quieren, literalmente, “dignificar económica y socialmente a los trabajadores”.
Me parece bastante egoísta por parte de éste sindicato creer que sólo ellos resienten la alza de precios en éstas épocas de fin de año. Me parece incluso injustificable su petición. Claro que en un país tercermundista como el nuestro, el sentido de trabajar como un funcionario público está subvalorado; pero al menos yo esperaba un poco más de dignidad por parte de los trabajadores del OJ para reconocer que “navidad” y “bono extra” no son sinónimos. Y menos cuando vivimos en un país que sobrevive en un estado total de desigualdad.
No podemos pretender que el país va a desarrollar, que se va a mejorar la calidad de vida de todos los guatemaltecos equitativamente o que por lo menos, el panorama ofrecerá mejores oportunidades a todos los ciudadanos si las personas encargadas de servir al país directamente a través de su empleo no pueden dejar de velar únicamente por su propio bienestar.
Como hay tantos proyectos detenidos por falta de presupuesto y existen tantas limitaciones para que un niño o niña puedan acceder a la educación, como hay centros de salud que no funcionan o no tienen los insumos necesarios para atender a personas en necesidad y además hay desnutrición en el 50% de los niños guatemaltecos por que el Estado no es capaz de garantizarle a cada ciudadano un proyecto de vida; entonces yo realmente espero que el OJ pueda reconocer que tampoco hay presupuesto para regalarle a más de nueve mil trabajadores un bono injustificado. No es justo que el Estado siga aprovechándose selectivamente de una abundancia que no existe.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Es complicado poder hablar bien de un trabajador del cualquiera de los tres organismos del Estado. Está mal generalizar y afirmar que todos aquellos que laboran en entidades públicas son poco eficientes e incluso poco aptos para sus puestos, pero lo que sí es una realidad es que los puestos que se reparten dentro de los organismos del estado son trabajos que no exigen grandes sacrificios personales ni representan grandes riesgos en la vida de los empleados como para justificar un apoyo extra.
Por lo mismo, me parece un poco injustificado, ilógico e incluso sinvergüenza por parte del Sindicato de Trabajadores del Organismo Judicial pedir un bono de “apoyo económico” de Q6 mil para cada uno de los empleados. Según cálculos, son nueve mil 681 trabajadores los registrados en planilla y otros cuántos más los que al recibir el bono harían que el Organismo Judicial (OJ) desembolse más de 58 millones de quetzales.
Si hasta acá las cosas le van pareciendo bastante irónicas, habrá que resaltar que las razones por las que se pide el “apoyo económico”. En la carta firmada por el secretario general de éste sindicato se especifica que la petición esta inspirada en el aumento de los precios de la canasta básica, de la inflación y no se cuántas cosas más. Quieren, literalmente, “dignificar económica y socialmente a los trabajadores”.
Me parece bastante egoísta por parte de éste sindicato creer que sólo ellos resienten la alza de precios en éstas épocas de fin de año. Me parece incluso injustificable su petición. Claro que en un país tercermundista como el nuestro, el sentido de trabajar como un funcionario público está subvalorado; pero al menos yo esperaba un poco más de dignidad por parte de los trabajadores del OJ para reconocer que “navidad” y “bono extra” no son sinónimos. Y menos cuando vivimos en un país que sobrevive en un estado total de desigualdad.
No podemos pretender que el país va a desarrollar, que se va a mejorar la calidad de vida de todos los guatemaltecos equitativamente o que por lo menos, el panorama ofrecerá mejores oportunidades a todos los ciudadanos si las personas encargadas de servir al país directamente a través de su empleo no pueden dejar de velar únicamente por su propio bienestar.
Como hay tantos proyectos detenidos por falta de presupuesto y existen tantas limitaciones para que un niño o niña puedan acceder a la educación, como hay centros de salud que no funcionan o no tienen los insumos necesarios para atender a personas en necesidad y además hay desnutrición en el 50% de los niños guatemaltecos por que el Estado no es capaz de garantizarle a cada ciudadano un proyecto de vida; entonces yo realmente espero que el OJ pueda reconocer que tampoco hay presupuesto para regalarle a más de nueve mil trabajadores un bono injustificado. No es justo que el Estado siga aprovechándose selectivamente de una abundancia que no existe.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo