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Maestro del siglo veintiuno

Diana Brown
07 de noviembre, 2017

“La educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo.” Maurice Debesse

Con motivo de la discusión del momento, la creación del limbo legal en cuanto a la formación inicial docente, o a que retornara al nivel de Diversificado en las Normales, o que continuara con esta en el nivel universitario, se repiten algunos de los pensamientos en cuanto a lo importante que es la educación para del desarrollo nacional. ¡Eso nunca cambia! El futuro de cualquier país en el mundo depende de la visión de sus ciudadanos, la cual idealmente, se implementa con discernimiento, análisis y pensamiento critico, destrezas que se adquieren durante la vida y idealmente se perfeccionan en el aula. Ahora es momento de dejar a un lado las estructuras políticas y el deseo de convencer que se es dueño de la verdad; lo que es inamovible es comprender la realidad necesario para la formación de los ciudadanos del siglo veintiuno. La estructura del sistema escolar debe responder a nuevas exigencias; e idealmente, las universidades son las instancias que puedan guiar esa formación.

El docente goza del privilegio de la vocación: “Inclinación a un estado, una profesión o una carrera. Convocación, llamamiento.” Diccionario de la Real Academia. “ …la vocación aparece relacionada con los anhelos y con aquello que resulta inspirador para cada sujeto. Se supone que la vocación concuerda con los gustos, los interés y las aptitudes de cada persona.” http://definicion.de/vocacion/

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Se identifica la vocación con un llamado indescriptible que cumplido en combinación con los talentos natos, idealmente lleva a una vida feliz, cumpliendo con los anhelos personales en búsqueda de una existencia digna, aportando al bienestar social y alcanzar la meta personal.

La fecha de 25 de junio fue motivo de celebración anual en Guatemala. El Día del Maestro, es el día elegido para llevar al recuerdo colectivo los bondades de un grupo en particular los docentes. Se celebra la extraordinaria vocación de ser maestro, persona quien además de ser modelo para su alumnado, es el guía permanente en la ruta de la adquisición del aprendizaje, carpintero del andamiaje del conocimiento, quien funda los estables pilares de la construcción del saber, así también, permitiendo el cumplimiento de otras vocaciones.

En este momento histórico está en discusión la formación inicial docente; la cual en momentos iniciales, y aún para el nivel de preprimaria, se desarrollaba en el nivel de diversificado, graduándose los alumnos del nivel medio en Magisterio para Primaria, para iniciar la vida docente laboral en las aulas. Se modificó esta formación en el año 2012, estableciendo que los maestros de primaria serian egresados de las universidades del país, con un nivel profesional de profesorado, manteniendo la formación de los docentes de preprimaria en Diversificado, Magisterio. Fue un cambio que sufrió políticamente; y han quedado pendientes algunas detalles legales para la formalización de los cambios. El recién conocido fallo de la Corte de Constitucionalidad replanteó incertidumbre jurídico, que de acuerdo a las recientes declaraciones del Señor Ministro de Educación, “…se analiza habilitar de nuevo la carrera de Magisterio, aunque bajo otras condiciones. Cuatro años, doble jornada, nuevo pensum de estudios, con profesores que cuenten con licenciatura, maestrías o doctorado, y que la infraestructura lleve ciertos requisitos.” (Prensa Libre, 23 de junio 2017, página 8).

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y a Cultura, UNESCO, en el documento Replantear la educación (2015) indica que “Hay que formar a los docentes para que faciliten el aprendizaje, entiendan la diversidad, sean inclusivos y adquieran competencias para la convivencia así como la protección y mejora del medio ambiente. …. La misión y la carrera de los profesores deben remodelarse y reconsiderarse continuamente a la luz de las nuevas exigencias y nuevos desafío de la educación en un mundo globalizado sometido a cambios constantes.” Los docentes necesarios para guiar el aprendizaje deben gozar de una amplia preparación, sobre todo basado en apertura y flexibilidad para alcanzar los avances constantes. “Quienes estudian para ser docentes y cómo son formados constituyen pilares fundamentales de un sistema educativo de calidad. América Latina tiene mucho por mejorar en cuanto a cómo atraer a buenos estudiantes a carreras de educación y mejorar su formación.” Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina. Fundación Santillana 2016.

La necesidad de docentes con una formación de acuerdo con las exigencias del siglo veintiuno es patente. ¿Cómo estructurar una formación inicial para docentes que concuerde con la vocación docente? ¿Cómo coordinar la profesionalización del mentor con la incertidumbre de la estructura legal? Es imperativo sembrar la certeza jurídica en la formación docente, pues los docentes a su vez, guían la formación de los ciudadanos, y por ende, el futuro del país. “El docente pasa a ser un guía que permite a los estudiantes, desde la primera infancia y durante toda la trayectoria de su aprendizaje, desarrollarse y avanzar en el laberinto cada vez más intricado del conocimiento.” UNESCO . Los docentes deben gozar de una formación superior para que a su vez, puedan compartir el conocimiento con mayor propiedad.

La vocación es lo que asegura que siempre habrá docentes; aún en los ambientes cual más inhóspitos, si hay un grupo de alumnos prestos a abrir su mente al conocimiento habrá un docente que se entregará a ellos. Independientemente del salario, insumos, infraestructura física del establecimiento, sean de sector público, privado o por cooperativa, habrá un docente presto a dar más del horario establecido, invertir sus propios fondos, desvelarse en la búsqueda del material ideal que apoyará el aprendizaje del alumno, por gozar de inmenso privilegio de ver el brillo en los ojos cuando se aprehende el conocimiento, los hechos, el porqué de las cosas. Ese privilegio de compartir el aprendizaje forma intrínseca parte de la vocación docente; el alma se regocija cuando el aprendizaje se haya dado, y se continua, porque jamás se deja de aprender.

Palabras de uno de los receptores de la Orden Francisco Marroquín, el día 25 de junio recién pasado; Vinicio Odilio Pazos “Hay mucho maestro que está por vocación en los centros educativos.” ¡¡Y esta vocación es motivo de celebración!!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Maestro del siglo veintiuno

Diana Brown
07 de noviembre, 2017

“La educación no crea al hombre, le ayuda a crearse a sí mismo.” Maurice Debesse

Con motivo de la discusión del momento, la creación del limbo legal en cuanto a la formación inicial docente, o a que retornara al nivel de Diversificado en las Normales, o que continuara con esta en el nivel universitario, se repiten algunos de los pensamientos en cuanto a lo importante que es la educación para del desarrollo nacional. ¡Eso nunca cambia! El futuro de cualquier país en el mundo depende de la visión de sus ciudadanos, la cual idealmente, se implementa con discernimiento, análisis y pensamiento critico, destrezas que se adquieren durante la vida y idealmente se perfeccionan en el aula. Ahora es momento de dejar a un lado las estructuras políticas y el deseo de convencer que se es dueño de la verdad; lo que es inamovible es comprender la realidad necesario para la formación de los ciudadanos del siglo veintiuno. La estructura del sistema escolar debe responder a nuevas exigencias; e idealmente, las universidades son las instancias que puedan guiar esa formación.

El docente goza del privilegio de la vocación: “Inclinación a un estado, una profesión o una carrera. Convocación, llamamiento.” Diccionario de la Real Academia. “ …la vocación aparece relacionada con los anhelos y con aquello que resulta inspirador para cada sujeto. Se supone que la vocación concuerda con los gustos, los interés y las aptitudes de cada persona.” http://definicion.de/vocacion/

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Se identifica la vocación con un llamado indescriptible que cumplido en combinación con los talentos natos, idealmente lleva a una vida feliz, cumpliendo con los anhelos personales en búsqueda de una existencia digna, aportando al bienestar social y alcanzar la meta personal.

La fecha de 25 de junio fue motivo de celebración anual en Guatemala. El Día del Maestro, es el día elegido para llevar al recuerdo colectivo los bondades de un grupo en particular los docentes. Se celebra la extraordinaria vocación de ser maestro, persona quien además de ser modelo para su alumnado, es el guía permanente en la ruta de la adquisición del aprendizaje, carpintero del andamiaje del conocimiento, quien funda los estables pilares de la construcción del saber, así también, permitiendo el cumplimiento de otras vocaciones.

En este momento histórico está en discusión la formación inicial docente; la cual en momentos iniciales, y aún para el nivel de preprimaria, se desarrollaba en el nivel de diversificado, graduándose los alumnos del nivel medio en Magisterio para Primaria, para iniciar la vida docente laboral en las aulas. Se modificó esta formación en el año 2012, estableciendo que los maestros de primaria serian egresados de las universidades del país, con un nivel profesional de profesorado, manteniendo la formación de los docentes de preprimaria en Diversificado, Magisterio. Fue un cambio que sufrió políticamente; y han quedado pendientes algunas detalles legales para la formalización de los cambios. El recién conocido fallo de la Corte de Constitucionalidad replanteó incertidumbre jurídico, que de acuerdo a las recientes declaraciones del Señor Ministro de Educación, “…se analiza habilitar de nuevo la carrera de Magisterio, aunque bajo otras condiciones. Cuatro años, doble jornada, nuevo pensum de estudios, con profesores que cuenten con licenciatura, maestrías o doctorado, y que la infraestructura lleve ciertos requisitos.” (Prensa Libre, 23 de junio 2017, página 8).

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación y a Cultura, UNESCO, en el documento Replantear la educación (2015) indica que “Hay que formar a los docentes para que faciliten el aprendizaje, entiendan la diversidad, sean inclusivos y adquieran competencias para la convivencia así como la protección y mejora del medio ambiente. …. La misión y la carrera de los profesores deben remodelarse y reconsiderarse continuamente a la luz de las nuevas exigencias y nuevos desafío de la educación en un mundo globalizado sometido a cambios constantes.” Los docentes necesarios para guiar el aprendizaje deben gozar de una amplia preparación, sobre todo basado en apertura y flexibilidad para alcanzar los avances constantes. “Quienes estudian para ser docentes y cómo son formados constituyen pilares fundamentales de un sistema educativo de calidad. América Latina tiene mucho por mejorar en cuanto a cómo atraer a buenos estudiantes a carreras de educación y mejorar su formación.” Construyendo una educación de calidad: un pacto con el futuro de América Latina. Fundación Santillana 2016.

La necesidad de docentes con una formación de acuerdo con las exigencias del siglo veintiuno es patente. ¿Cómo estructurar una formación inicial para docentes que concuerde con la vocación docente? ¿Cómo coordinar la profesionalización del mentor con la incertidumbre de la estructura legal? Es imperativo sembrar la certeza jurídica en la formación docente, pues los docentes a su vez, guían la formación de los ciudadanos, y por ende, el futuro del país. “El docente pasa a ser un guía que permite a los estudiantes, desde la primera infancia y durante toda la trayectoria de su aprendizaje, desarrollarse y avanzar en el laberinto cada vez más intricado del conocimiento.” UNESCO . Los docentes deben gozar de una formación superior para que a su vez, puedan compartir el conocimiento con mayor propiedad.

La vocación es lo que asegura que siempre habrá docentes; aún en los ambientes cual más inhóspitos, si hay un grupo de alumnos prestos a abrir su mente al conocimiento habrá un docente que se entregará a ellos. Independientemente del salario, insumos, infraestructura física del establecimiento, sean de sector público, privado o por cooperativa, habrá un docente presto a dar más del horario establecido, invertir sus propios fondos, desvelarse en la búsqueda del material ideal que apoyará el aprendizaje del alumno, por gozar de inmenso privilegio de ver el brillo en los ojos cuando se aprehende el conocimiento, los hechos, el porqué de las cosas. Ese privilegio de compartir el aprendizaje forma intrínseca parte de la vocación docente; el alma se regocija cuando el aprendizaje se haya dado, y se continua, porque jamás se deja de aprender.

Palabras de uno de los receptores de la Orden Francisco Marroquín, el día 25 de junio recién pasado; Vinicio Odilio Pazos “Hay mucho maestro que está por vocación en los centros educativos.” ¡¡Y esta vocación es motivo de celebración!!

República es ajena a la opinión expresada en este artículo