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El ser humano…¡Jamás un elemento inanimado!

Diana Brown
21 de noviembre, 2017

El primer objeto de un legislador debe ser la educación.”  Licurgo

El día jueves 16 de noviembre, ASIES y la Gran Campaña Nacional por la Educación, invitaron a su segunda asamblea general, y la presentación del “Presupuesto del Ministerio de Educación 2017-2018.” Además de la exposición del tema medular, hubo varias intervenciones  acerca de la cuestión educativo que dejan temas pendientes a considerar.

Una frase allí expresada comparte el deseo de todo amante de la educación. La necesidad de volver la educación “ …una iniciativa apolítica…” . Sabias palabras que reúnen la urgencia de tornar a la educación  como el norte de la brújula del Estado.

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Licenciado Donaldo Carias, Director de Administración Financiera del Ministerio de Educación por varias gestiones gubernamentales, explicó con elegante sencillez la tela de arañas del presupuesto, y aun así, quedan inquietudes presentes, preguntas pendientes para un periodo de mayor explicación. Sin embargo, salta a la vista el porcentaje del presupuesto 2017 dedicado a salarios en 78.9% . Queda por ver el monto del 2108.

El Señor Diputado Ovidio Monzón, Vicepresidente de la Comisión de Educación del Congreso de la República, en sus elocuentes palabras, exhortó que todos sectores involucrados en la labor educativa deben ponerse de acuerdo para asignarle a tan significativa labor la importancia que tiene, y volverla prioridad uno en la misión nacional.

El Licenciado Bayardo Mejía, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, enfatizó la importancia de las actitudes de los docentes cuando están en el aula, elemento más importante aun que el contenido compartido, pues lo que se debe contagiar es la curiosidad para el descubrimiento, que se torna en la investigación,  estimulada por el actitud del docente.

El Licenciado Jorge Lavarreda, en su intervención del panel de comentarios pos presentación presupuestaria, mencionó la importancia del desarrollo de la Primera Infancia, siendo esta de los cero a los tres años, contemplado en la normativa constitucional como una etapa obligatoria,  y a pesar de ella, esta etapa de desarrollo transcendental, y si  por alguna razón no se diera, irrecuperable, se imparte en su mínima expresión.

La información compartida, si no fuera novedad, si está actualizada.

La inversión, a largo plazo, de cualquier país que quiera afianzar una ciudadanía basada en discernimiento, pensamiento critico, valores y demás herramientas , debe sustentarse en  la educación inicial y luego la de preprimaria. Esta no necesariamente arroja punteos extraordinarios; si se ha observado en estudios internacionales que las personas que hayan gozado de educación inicial y preprimaria, demuestran continuidad de sus estudios, estabilidad laboral, y en general, una vida plena de bienestar. (Early HeadStart program)

 Quedó un comentario del Licenciado Carias, no financiero, sino que un término calificativo, que influye en cómo se percibe el sistema educativo y como se conceptúa en el imaginario nacional.   Un término que se escucha en distintos ambientes, que en su uso amplio y continuo, ha ido formulando una concepción de  cuál es el fin de la educación, que en sentido humanístico, es equivocado; mencionó en el apartado  de las descripciones del ciclo Básico y Diversificado,  es el desarrollo del “capital humano.”

Capital humano, tanto como el término recurso humano, le asigna la persona la calidad de cosa, pues se define capital, en el sentido estricto de la palabra, que está dentro del proceso del quehacer económico. “Factor de producción constituido por inmuebles, maquinaria o instalaciones de cualquier género, que, en colaboración con otros factores, principalmente el trabajo, se destina a la producción de bienes.” RAE. ¿Es aplicable esta definición a un ser humano, un cuerpo que vive, con alma y espíritu, que es guiada en su formación por una familia, una comunidad, una cultura, elementos natos, y se formaliza en una visión propia de satisfacción? De alcanzar un sueño?

El ser humano no es  un elemento inanimado de  actividad económica; Platón expuso que la función de la educación es el desarrollo armónico de capacidad de que están dotados los seres humanos por naturaleza, para realizarse a si mismo, y entonces construir una sociedad. La educación guía al ser humano, un ser humano único y irrepetible, quien tiene anhelos, talentos y sueños, no precisamente enfocados a ser fuente de trabajo. No es capital humano, es ser humano.

Si el hombre es capaz de ser el dueño de su propio destino, jamás podrá ser calificado como un objeto económico de producción que se utiliza mientras funciona y que se abandona cuando ya no sirve, convirtiéndolo de un “capital humano”, en un desecho inútil.

Es imperativo cambiar el concepto del fin de la educación y llevarlo a su verdadera y sincera meta: la felicidad del ser humano, en el desarrollo de sus talentos, para completar su propio capital humano, su riqueza, que es su capacidad, sus destrezas, sus competencias. El fin de la educación no es capacitar una fuerza laboral; es guiar la formación del ser humano integro, en el perfeccionamiento de sus talentos, así arribando a su plenitud, que por ende, llevará al bienestar personal y del país.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

El ser humano…¡Jamás un elemento inanimado!

Diana Brown
21 de noviembre, 2017

El primer objeto de un legislador debe ser la educación.”  Licurgo

El día jueves 16 de noviembre, ASIES y la Gran Campaña Nacional por la Educación, invitaron a su segunda asamblea general, y la presentación del “Presupuesto del Ministerio de Educación 2017-2018.” Además de la exposición del tema medular, hubo varias intervenciones  acerca de la cuestión educativo que dejan temas pendientes a considerar.

Una frase allí expresada comparte el deseo de todo amante de la educación. La necesidad de volver la educación “ …una iniciativa apolítica…” . Sabias palabras que reúnen la urgencia de tornar a la educación  como el norte de la brújula del Estado.

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Licenciado Donaldo Carias, Director de Administración Financiera del Ministerio de Educación por varias gestiones gubernamentales, explicó con elegante sencillez la tela de arañas del presupuesto, y aun así, quedan inquietudes presentes, preguntas pendientes para un periodo de mayor explicación. Sin embargo, salta a la vista el porcentaje del presupuesto 2017 dedicado a salarios en 78.9% . Queda por ver el monto del 2108.

El Señor Diputado Ovidio Monzón, Vicepresidente de la Comisión de Educación del Congreso de la República, en sus elocuentes palabras, exhortó que todos sectores involucrados en la labor educativa deben ponerse de acuerdo para asignarle a tan significativa labor la importancia que tiene, y volverla prioridad uno en la misión nacional.

El Licenciado Bayardo Mejía, de la Universidad de San Carlos de Guatemala, enfatizó la importancia de las actitudes de los docentes cuando están en el aula, elemento más importante aun que el contenido compartido, pues lo que se debe contagiar es la curiosidad para el descubrimiento, que se torna en la investigación,  estimulada por el actitud del docente.

El Licenciado Jorge Lavarreda, en su intervención del panel de comentarios pos presentación presupuestaria, mencionó la importancia del desarrollo de la Primera Infancia, siendo esta de los cero a los tres años, contemplado en la normativa constitucional como una etapa obligatoria,  y a pesar de ella, esta etapa de desarrollo transcendental, y si  por alguna razón no se diera, irrecuperable, se imparte en su mínima expresión.

La información compartida, si no fuera novedad, si está actualizada.

La inversión, a largo plazo, de cualquier país que quiera afianzar una ciudadanía basada en discernimiento, pensamiento critico, valores y demás herramientas , debe sustentarse en  la educación inicial y luego la de preprimaria. Esta no necesariamente arroja punteos extraordinarios; si se ha observado en estudios internacionales que las personas que hayan gozado de educación inicial y preprimaria, demuestran continuidad de sus estudios, estabilidad laboral, y en general, una vida plena de bienestar. (Early HeadStart program)

 Quedó un comentario del Licenciado Carias, no financiero, sino que un término calificativo, que influye en cómo se percibe el sistema educativo y como se conceptúa en el imaginario nacional.   Un término que se escucha en distintos ambientes, que en su uso amplio y continuo, ha ido formulando una concepción de  cuál es el fin de la educación, que en sentido humanístico, es equivocado; mencionó en el apartado  de las descripciones del ciclo Básico y Diversificado,  es el desarrollo del “capital humano.”

Capital humano, tanto como el término recurso humano, le asigna la persona la calidad de cosa, pues se define capital, en el sentido estricto de la palabra, que está dentro del proceso del quehacer económico. “Factor de producción constituido por inmuebles, maquinaria o instalaciones de cualquier género, que, en colaboración con otros factores, principalmente el trabajo, se destina a la producción de bienes.” RAE. ¿Es aplicable esta definición a un ser humano, un cuerpo que vive, con alma y espíritu, que es guiada en su formación por una familia, una comunidad, una cultura, elementos natos, y se formaliza en una visión propia de satisfacción? De alcanzar un sueño?

El ser humano no es  un elemento inanimado de  actividad económica; Platón expuso que la función de la educación es el desarrollo armónico de capacidad de que están dotados los seres humanos por naturaleza, para realizarse a si mismo, y entonces construir una sociedad. La educación guía al ser humano, un ser humano único y irrepetible, quien tiene anhelos, talentos y sueños, no precisamente enfocados a ser fuente de trabajo. No es capital humano, es ser humano.

Si el hombre es capaz de ser el dueño de su propio destino, jamás podrá ser calificado como un objeto económico de producción que se utiliza mientras funciona y que se abandona cuando ya no sirve, convirtiéndolo de un “capital humano”, en un desecho inútil.

Es imperativo cambiar el concepto del fin de la educación y llevarlo a su verdadera y sincera meta: la felicidad del ser humano, en el desarrollo de sus talentos, para completar su propio capital humano, su riqueza, que es su capacidad, sus destrezas, sus competencias. El fin de la educación no es capacitar una fuerza laboral; es guiar la formación del ser humano integro, en el perfeccionamiento de sus talentos, así arribando a su plenitud, que por ende, llevará al bienestar personal y del país.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo