Es algo feo el título de mi columna de hoy, pero la frustración es muy grande.
Ayer vimos otro show. Me refiero a las docenas de agentes de la PNC y representantes del Ministerio Público que llegaron a las diferentes oficinas de la empresa de telecomunicaciones TIGO a, según dicen, recabar información. No es mi intención defender a nadie. Si tienen culpa en algo, y se les comprueba siguiendo el debido proceso, pues que asuman las consecuencias legales correspondientes. Pero el daño que le hicieron al país, nuevamente, con ese despliegue de agentes de la PNC y la convocatoria a los medios de comunicación para que cubrieran todo, es incalculable.
Tenían orden de juez, por lo que recabar la información que querían era legal. Era más que suficiente que llegara un grupo de auditores del MP con esa orden, acompañados de dos o tres agentes de la PNC, y se presentaran al lugar. Muestran la orden del juez y solicitan hablar con la máxima autoridad. Estoy segura que hubiera llegado de inmediato el gerente, el abogado u otro, y hubieran conducido a la reducida delegación a los lugares respectivos para que recabaran la información.
Pero está más que claro que la intención es, como dice el título de esta columna de opinión, que CICIG y el MP están, o pretenden estar, limpiando la corrupción en Guate con un trapeador sucio. Puede ser (no está comprobado), que sí haya financiamiento ilícito electoral en todo esto, pero es mucho más grande el daño que le hicieron al país, otra vez, que lo que supuestamente hayan avanzado en su investigación.
¿Quién va a querer invertir en nuestro país ante semejantes, y constantes, actuaciones? ¿Con qué certeza va alguien a arriesgar su dinero (la cantidad que sea), e invertirlo aquí? Sin inversión no hay generación de empleos. ¿Dónde van a encontrar trabajo los 150,000 estudiantes de diversificado que se graduaron el mes pasado, a nivel nacional? ¡Y todavía nos preguntamos por qué va en incremento la delincuencia!
No es primera vez que sucede. De hecho, esta es la forma de actuar del MP/CICIG. Su objetivo principal es intimidar y desprestigiar al sector empresarial. Es más que obvia la agenda ideológica “oculta” atrás de todo esto. Vimos el mismo show en casos anteriores en los que hasta han violado la Constitución en su artículo 13 que, en su segundo párrafo, dice “Las autoridades policiales no podrán presentar de oficio, ante los medios de comunicación social, a ninguna persona que previamente no haya sido indagada por tribunal competente”. En este caso no hubo capturas, pero en la mayoría de los casos anteriores, sí. Nuevamente, están usando un trapeador sucio para “limpiar” a Guate de la corrupción.
Es muy importante cuestionarnos si realmente se ha logrado alguna limpieza de la corrupción. Por supuesto que todos estamos felices al ver a los ex gobernantes tras las rejas. Pero tener a un montón de gente presa ¡no resuelve nada! Si los sistemas de compras y contrataciones siguen igual, habrá corrupción. El Congreso también quiso limpiar con trapeador sucio, no solo por pasar una ley que ata de pies y manos a las dependencias del gobierno y hace sumamente difícil adquirir bienes y servicios, sino que se resiste a hacer los cambios a la ley electoral que todos venimos exigiendo desde el 2015. Ni modo, si votamos por una persona que represente a un distrito pequeño, ésta será conocida por sus electores. Podremos ir a exigir directamente, y no como ahora que se sienten intocables.
Finalmente, quienes se llenan de orgullo, especialmente a nivel internacional, por estar “luchando” contra la corrupción, a mi criterio, carecen de autoridad moral para hacerlo. Son ya muchas sus acciones y líneas de pensamiento que han salido a la luz pública, gracias al ojo ciudadano y la correspondiente denuncia vía redes sociales, que demuestran esta grave carencia. “Hagan lo que digo, no lo que hago” parece ser su forma de vida. Usan el trapeador sucio sin darse cuenta que, como hacemos los chapines cuando queremos que se vayan las visitas, colocamos la escoba atrás de la puerta. ¡Entonces sí daremos una buena limpieza!
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
Es algo feo el título de mi columna de hoy, pero la frustración es muy grande.
Ayer vimos otro show. Me refiero a las docenas de agentes de la PNC y representantes del Ministerio Público que llegaron a las diferentes oficinas de la empresa de telecomunicaciones TIGO a, según dicen, recabar información. No es mi intención defender a nadie. Si tienen culpa en algo, y se les comprueba siguiendo el debido proceso, pues que asuman las consecuencias legales correspondientes. Pero el daño que le hicieron al país, nuevamente, con ese despliegue de agentes de la PNC y la convocatoria a los medios de comunicación para que cubrieran todo, es incalculable.
Tenían orden de juez, por lo que recabar la información que querían era legal. Era más que suficiente que llegara un grupo de auditores del MP con esa orden, acompañados de dos o tres agentes de la PNC, y se presentaran al lugar. Muestran la orden del juez y solicitan hablar con la máxima autoridad. Estoy segura que hubiera llegado de inmediato el gerente, el abogado u otro, y hubieran conducido a la reducida delegación a los lugares respectivos para que recabaran la información.
Pero está más que claro que la intención es, como dice el título de esta columna de opinión, que CICIG y el MP están, o pretenden estar, limpiando la corrupción en Guate con un trapeador sucio. Puede ser (no está comprobado), que sí haya financiamiento ilícito electoral en todo esto, pero es mucho más grande el daño que le hicieron al país, otra vez, que lo que supuestamente hayan avanzado en su investigación.
¿Quién va a querer invertir en nuestro país ante semejantes, y constantes, actuaciones? ¿Con qué certeza va alguien a arriesgar su dinero (la cantidad que sea), e invertirlo aquí? Sin inversión no hay generación de empleos. ¿Dónde van a encontrar trabajo los 150,000 estudiantes de diversificado que se graduaron el mes pasado, a nivel nacional? ¡Y todavía nos preguntamos por qué va en incremento la delincuencia!
No es primera vez que sucede. De hecho, esta es la forma de actuar del MP/CICIG. Su objetivo principal es intimidar y desprestigiar al sector empresarial. Es más que obvia la agenda ideológica “oculta” atrás de todo esto. Vimos el mismo show en casos anteriores en los que hasta han violado la Constitución en su artículo 13 que, en su segundo párrafo, dice “Las autoridades policiales no podrán presentar de oficio, ante los medios de comunicación social, a ninguna persona que previamente no haya sido indagada por tribunal competente”. En este caso no hubo capturas, pero en la mayoría de los casos anteriores, sí. Nuevamente, están usando un trapeador sucio para “limpiar” a Guate de la corrupción.
Es muy importante cuestionarnos si realmente se ha logrado alguna limpieza de la corrupción. Por supuesto que todos estamos felices al ver a los ex gobernantes tras las rejas. Pero tener a un montón de gente presa ¡no resuelve nada! Si los sistemas de compras y contrataciones siguen igual, habrá corrupción. El Congreso también quiso limpiar con trapeador sucio, no solo por pasar una ley que ata de pies y manos a las dependencias del gobierno y hace sumamente difícil adquirir bienes y servicios, sino que se resiste a hacer los cambios a la ley electoral que todos venimos exigiendo desde el 2015. Ni modo, si votamos por una persona que represente a un distrito pequeño, ésta será conocida por sus electores. Podremos ir a exigir directamente, y no como ahora que se sienten intocables.
Finalmente, quienes se llenan de orgullo, especialmente a nivel internacional, por estar “luchando” contra la corrupción, a mi criterio, carecen de autoridad moral para hacerlo. Son ya muchas sus acciones y líneas de pensamiento que han salido a la luz pública, gracias al ojo ciudadano y la correspondiente denuncia vía redes sociales, que demuestran esta grave carencia. “Hagan lo que digo, no lo que hago” parece ser su forma de vida. Usan el trapeador sucio sin darse cuenta que, como hacemos los chapines cuando queremos que se vayan las visitas, colocamos la escoba atrás de la puerta. ¡Entonces sí daremos una buena limpieza!
República es ajena a la opinión expresada en este artículo