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Carolina Castellanos
05 de enero, 2018

Todos los malos precedentes empiezan con medidas justificables. Julio César

En lo primero que pienso es en esa idea que tienen los socialistas que la desigualdad es la causa de la pobreza. Con sus nada brillantes ideas, la solución “lógica” para acabar con la pobreza es acabar con la desigualdad. Esto significa quitarle al que tiene para darle al que no tiene.

Por supuesto que es justificable acabar con la pobreza. No es posible seguir viviendo rodeados de pobreza en pleno siglo XXI, con tantos avances tecnológicos, inventos, creaciones increíbles, mejoras en cultivos, eficiencia en la producción de casi cualquier cosa, y un largo etcétera.

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Pero sí, seguimos viviendo rodeados de personas pobres que no tienen capacidad de tener el más mínimo nivel de vida digno. Por muchísimas razones, el mundo no ha sido capaz de acabar con esto. Pero tiendo a pensar que son esas “medidas justificables” las responsables, en alguna medida, de este fracaso.

La redistribución de la riqueza como justificación, ya ha probado ser nefasta. Basta con ver a Cuba y Venezuela para darse cuenta que la expropiación ha sido un total fracaso y, lejos de tener algo que repartir, destruye lo que había.

Otra medida “justificable” es crear impuestos e incrementarlos periódicamente, porque así habrá dinero suficiente para cumplir con todos los compromisos y necesidades de la población. Cada año, el gobierno de turno prepara un presupuesto mayor al del año anterior. En 2015 fue de Q70,600 millones. En 2016 el presupuesto fue de Q70,796 millones. En 2017 fueron Q77,309 millones y se repetirá en 2018. ¿Hemos visto alguna mejora, aunque sea pequeña, en algo, como para justificar ese montón de dinero? Otro mal precedente, pues el gobierno recurre a deuda para cumplir con esto, justificando que “todavía aguantamos” con más préstamos y sin planificar cómo se van a pagar.

Una reciente medida “justificable” que aprobó el Congreso es la ley de alimentación escolar. El gobierno ha decidido por usted, padre de familia, cómo debe alimentar a sus hijos, así que ahora será el Ministerio de Salud quien decida el contenido de la refacción escolar y, no siendo suficiente, todos debemos pagarla por medio de nuestros impuestos. “El chiste se cuenta solo”, dice el dicho, pues no habiéndose aprobado el presupuesto propuesto para el 2018, el actual no tiene contemplada una partida arancelaria ni asignación financiera para pagar esto. Al final del día, resulta ser un pésimo precedente para la libertad individual de los padres de familia.
Con la bandera de la igualdad, ahora se protegen y defienden los derechos de las minorías porque nadie los ha defendido nunca, son excluidos, rechazados, etc. Esto ha generado, en palabras de Thomas Sowell, “…la horrible realidad de los resentimientos de los éxitos de otras personas.” ¿Y si en lugar de “defenderlos” los empoderamos, los ayudamos a ser mejores, a superar sus limitaciones, a integrarse a la sociedad? ¿Y si educamos a toda la población, empezando en las escuelas a nivel primario, para evitar rechazos hacia quienes son diferentes por cualquier razón, demostrando que son tan humanos como los demás? Eso sería muchísimo más eficiente, efectivo y justo. Pero esa medida justificable de “defender” se ha convertido en un jugoso negocio de millones de euros y dólares. Otro pésimo precedente, pues ha motivado a que más personas se conviertan en “defensores”, que no defienden nada. ¿O ha visto usted menos discriminación, menos pobreza, menos rechazo a quienes son diferentes?

La lista de “medidas justificables” es casi infinita. Podríamos incluir la creación del Ministerio de Desarrollo, que no ha generado absolutamente nada, mucho menos desarrollo, desde su creación. La gran mayoría de oficinas, secretarías y otras “dependencias que dependen de dependencias” de Ministerios, son más medidas justificables que generan el pésimo precedente de seguir creando estas “dependencias” inservibles y que gastan mucho dinero, suyo y mío, que les llega por vía de impuestos.

¿Y si redujéramos el tamaño del gobierno y enfocamos lo que queda en proteger la vida, la propiedad y la libertad y en mejorar exponencialmente la salud y la educación? Esas sí serian medidas justificables que generarían precedentes totalmente beneficiosos para todos.
Se vale soñar…

Les deseo un excelente año 2018 y los exhorto a que sigamos en la lucha para tener un país próspero, con oportunidades para todos. Esto sí es más que justificable.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Carolina Castellanos
05 de enero, 2018

Todos los malos precedentes empiezan con medidas justificables. Julio César

En lo primero que pienso es en esa idea que tienen los socialistas que la desigualdad es la causa de la pobreza. Con sus nada brillantes ideas, la solución “lógica” para acabar con la pobreza es acabar con la desigualdad. Esto significa quitarle al que tiene para darle al que no tiene.

Por supuesto que es justificable acabar con la pobreza. No es posible seguir viviendo rodeados de pobreza en pleno siglo XXI, con tantos avances tecnológicos, inventos, creaciones increíbles, mejoras en cultivos, eficiencia en la producción de casi cualquier cosa, y un largo etcétera.

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Pero sí, seguimos viviendo rodeados de personas pobres que no tienen capacidad de tener el más mínimo nivel de vida digno. Por muchísimas razones, el mundo no ha sido capaz de acabar con esto. Pero tiendo a pensar que son esas “medidas justificables” las responsables, en alguna medida, de este fracaso.

La redistribución de la riqueza como justificación, ya ha probado ser nefasta. Basta con ver a Cuba y Venezuela para darse cuenta que la expropiación ha sido un total fracaso y, lejos de tener algo que repartir, destruye lo que había.

Otra medida “justificable” es crear impuestos e incrementarlos periódicamente, porque así habrá dinero suficiente para cumplir con todos los compromisos y necesidades de la población. Cada año, el gobierno de turno prepara un presupuesto mayor al del año anterior. En 2015 fue de Q70,600 millones. En 2016 el presupuesto fue de Q70,796 millones. En 2017 fueron Q77,309 millones y se repetirá en 2018. ¿Hemos visto alguna mejora, aunque sea pequeña, en algo, como para justificar ese montón de dinero? Otro mal precedente, pues el gobierno recurre a deuda para cumplir con esto, justificando que “todavía aguantamos” con más préstamos y sin planificar cómo se van a pagar.

Una reciente medida “justificable” que aprobó el Congreso es la ley de alimentación escolar. El gobierno ha decidido por usted, padre de familia, cómo debe alimentar a sus hijos, así que ahora será el Ministerio de Salud quien decida el contenido de la refacción escolar y, no siendo suficiente, todos debemos pagarla por medio de nuestros impuestos. “El chiste se cuenta solo”, dice el dicho, pues no habiéndose aprobado el presupuesto propuesto para el 2018, el actual no tiene contemplada una partida arancelaria ni asignación financiera para pagar esto. Al final del día, resulta ser un pésimo precedente para la libertad individual de los padres de familia.
Con la bandera de la igualdad, ahora se protegen y defienden los derechos de las minorías porque nadie los ha defendido nunca, son excluidos, rechazados, etc. Esto ha generado, en palabras de Thomas Sowell, “…la horrible realidad de los resentimientos de los éxitos de otras personas.” ¿Y si en lugar de “defenderlos” los empoderamos, los ayudamos a ser mejores, a superar sus limitaciones, a integrarse a la sociedad? ¿Y si educamos a toda la población, empezando en las escuelas a nivel primario, para evitar rechazos hacia quienes son diferentes por cualquier razón, demostrando que son tan humanos como los demás? Eso sería muchísimo más eficiente, efectivo y justo. Pero esa medida justificable de “defender” se ha convertido en un jugoso negocio de millones de euros y dólares. Otro pésimo precedente, pues ha motivado a que más personas se conviertan en “defensores”, que no defienden nada. ¿O ha visto usted menos discriminación, menos pobreza, menos rechazo a quienes son diferentes?

La lista de “medidas justificables” es casi infinita. Podríamos incluir la creación del Ministerio de Desarrollo, que no ha generado absolutamente nada, mucho menos desarrollo, desde su creación. La gran mayoría de oficinas, secretarías y otras “dependencias que dependen de dependencias” de Ministerios, son más medidas justificables que generan el pésimo precedente de seguir creando estas “dependencias” inservibles y que gastan mucho dinero, suyo y mío, que les llega por vía de impuestos.

¿Y si redujéramos el tamaño del gobierno y enfocamos lo que queda en proteger la vida, la propiedad y la libertad y en mejorar exponencialmente la salud y la educación? Esas sí serian medidas justificables que generarían precedentes totalmente beneficiosos para todos.
Se vale soñar…

Les deseo un excelente año 2018 y los exhorto a que sigamos en la lucha para tener un país próspero, con oportunidades para todos. Esto sí es más que justificable.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo