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El futuro del sector manufacturero en Latinoamérica (y tres consejos para sobrevivir)

Juan Diego Godoy
17 de enero, 2018

La pregunta ¿Qué pasará con el sector manufacturero mundial? ha tenido preocupados y emocionados a los empresarios y trabajadores del sector manufacturero de todo el mundo ante la creencia que, en efecto, puede que ya no sean personas de carne y hueso la que lleven a cabo tareas manuales y mecánicas en fábricas e industrias, sino robots.

Imagen: Pixabay.com

En Latinoamérica, el sector manufacturero históricamente ha ofrecido oportunidades para trabajadores de baja calificación. Entiéndase “baja calificación” como pocos estudios, baja experiencia y escasos recursos. Ahora, con el auge de la tecnología, cada vez son más los robots que se encargan de realizar tareas manuales en las fábricas. El internet y la automatización ya son parte del día a día. Además las crisis financieras (como la del 2008) también han afectado el mercado hasta cierto punto.

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Latinoamérica en números

El empleo en el sector manufacturero latinoamericano aumentó 1.9% en 2017, según el informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre el panorama laboral de América Latina en 2017. Es más, es en esta industria donde se concentra el 13% del empleo total de la región.

Sin embargo, aunque este sector todavía es vital para dar empleo a trabajadores de baja calificación, los expertos del Banco Mundial (BM) señalan que el futuro podría estar cargado de escenarios negativos si los países en vías de desarrollo no mejoran su “atractivo para las fábricas”.

En el informe del BM,  “Trouble in the Making? The Future o Manufacturing-Led Development” los expertos del señalan que los países en desarrollo tienen oportunidades para sacar adelante esta área económica. Pero sugieren algunos consejos que, más que recomendar la adaptación, se inclinan a un replanteamiento de la estrategia. Son las 3Cs: promover la competitividad, la capacitación y la conectividad.

Imagen: Pixabay.com

Competitividad

En cuánto a la competitividad, los expertos recomiendan “promover reformas que reduzcan los costos los de la mano de obra y proponer nuevos modelos empresariales que, incluso, usen esquemas de economía colaborativa”.

Además incitan al sector a “considerar la producción de bienes que, gracias al desarrollo del Internet de las cosas, también permitan prestar servicios”. En otras palabras, crear autos que incluyan un servicio de GPS o un reloj inteligente que no sólo realice un monitoreo de los signos vitales sino capaz de reaccionar ante alguna emergencia (contactar al servicio de salud más cercano, por ejemplo), entre otros.

La clave, en pocas palabras, sería incursionar hacia una mayor participación en la economía digital.

Capacitación

¿Tiene el sector manufacturero la capacidad de generar empleos más específicos y competitivos para sus trabajadores de baja calificación? ¿Están capacitados estos trabajadores para mantener el nivel manufacturero que exige el futuro?

Según los expertos en el informe, “crear capacidades está ligado directamente al aprovechamiento de las oportunidades. Es necesario dotar a los trabajadores de nuevas habilidades que les permitan manejar nuevas tecnologías necesarias para impulsar el sector”. En otras palabras, por más que existan robots realizando actividades repetitivas y mecánicas (predeterminadas), el ingenio humano siempre será necesario. Humanos que inventen, reparen, modifiquen y re diseñen a los robots que se encargarán de ciertos trabajos.

Imagen: Pixabay.com

Conectividad

Expertos señalan que el sector también debe promover la conectividad. ¿Cómo? “Apoyando el comercio de bienes a través de distintas reformas arancelarias o hacer más sencillo el proceso de trámites“, señalan.  Esto se logra, por ejemplo, al facilitar el comercio online o simplificar los trámites correspondientes.

El futuro manufacturero, entonces, exige una Latinoamérica que fortalezca la competitividad del sector de la mano del fortalecimiento de las capacidades de sus trabajadores en un mercado conectado. 

  • Te puede interesar:

Con información de El País y Banco Mundial.

El futuro del sector manufacturero en Latinoamérica (y tres consejos para sobrevivir)

Juan Diego Godoy
17 de enero, 2018

La pregunta ¿Qué pasará con el sector manufacturero mundial? ha tenido preocupados y emocionados a los empresarios y trabajadores del sector manufacturero de todo el mundo ante la creencia que, en efecto, puede que ya no sean personas de carne y hueso la que lleven a cabo tareas manuales y mecánicas en fábricas e industrias, sino robots.

Imagen: Pixabay.com

En Latinoamérica, el sector manufacturero históricamente ha ofrecido oportunidades para trabajadores de baja calificación. Entiéndase “baja calificación” como pocos estudios, baja experiencia y escasos recursos. Ahora, con el auge de la tecnología, cada vez son más los robots que se encargan de realizar tareas manuales en las fábricas. El internet y la automatización ya son parte del día a día. Además las crisis financieras (como la del 2008) también han afectado el mercado hasta cierto punto.

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Latinoamérica en números

El empleo en el sector manufacturero latinoamericano aumentó 1.9% en 2017, según el informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre el panorama laboral de América Latina en 2017. Es más, es en esta industria donde se concentra el 13% del empleo total de la región.

Sin embargo, aunque este sector todavía es vital para dar empleo a trabajadores de baja calificación, los expertos del Banco Mundial (BM) señalan que el futuro podría estar cargado de escenarios negativos si los países en vías de desarrollo no mejoran su “atractivo para las fábricas”.

En el informe del BM,  “Trouble in the Making? The Future o Manufacturing-Led Development” los expertos del señalan que los países en desarrollo tienen oportunidades para sacar adelante esta área económica. Pero sugieren algunos consejos que, más que recomendar la adaptación, se inclinan a un replanteamiento de la estrategia. Son las 3Cs: promover la competitividad, la capacitación y la conectividad.

Imagen: Pixabay.com

Competitividad

En cuánto a la competitividad, los expertos recomiendan “promover reformas que reduzcan los costos los de la mano de obra y proponer nuevos modelos empresariales que, incluso, usen esquemas de economía colaborativa”.

Además incitan al sector a “considerar la producción de bienes que, gracias al desarrollo del Internet de las cosas, también permitan prestar servicios”. En otras palabras, crear autos que incluyan un servicio de GPS o un reloj inteligente que no sólo realice un monitoreo de los signos vitales sino capaz de reaccionar ante alguna emergencia (contactar al servicio de salud más cercano, por ejemplo), entre otros.

La clave, en pocas palabras, sería incursionar hacia una mayor participación en la economía digital.

Capacitación

¿Tiene el sector manufacturero la capacidad de generar empleos más específicos y competitivos para sus trabajadores de baja calificación? ¿Están capacitados estos trabajadores para mantener el nivel manufacturero que exige el futuro?

Según los expertos en el informe, “crear capacidades está ligado directamente al aprovechamiento de las oportunidades. Es necesario dotar a los trabajadores de nuevas habilidades que les permitan manejar nuevas tecnologías necesarias para impulsar el sector”. En otras palabras, por más que existan robots realizando actividades repetitivas y mecánicas (predeterminadas), el ingenio humano siempre será necesario. Humanos que inventen, reparen, modifiquen y re diseñen a los robots que se encargarán de ciertos trabajos.

Imagen: Pixabay.com

Conectividad

Expertos señalan que el sector también debe promover la conectividad. ¿Cómo? “Apoyando el comercio de bienes a través de distintas reformas arancelarias o hacer más sencillo el proceso de trámites“, señalan.  Esto se logra, por ejemplo, al facilitar el comercio online o simplificar los trámites correspondientes.

El futuro manufacturero, entonces, exige una Latinoamérica que fortalezca la competitividad del sector de la mano del fortalecimiento de las capacidades de sus trabajadores en un mercado conectado. 

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Con información de El País y Banco Mundial.