Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Contribución del Objetivismo a desvanecer los errores de Kant, Parte 5

Warren Orbaugh
20 de febrero, 2018

Vimos en mi artículo anterior que en la Tabla de Categorías, Kant clasifica todos los conceptos originalmente puros de la Síntesis –que el entendimiento contiene en sí a priori y lo hace solamente un entendimiento puro– por los que se puede comprender algo en la diversidad de la intuición, es  decir, se puede pensar el objeto. Esta división es sistemáticamente deducida de un principio común: de la facultad de juzgar, que es lo mismo que la facultad de pensar.

La experiencia consiste en intuiciones, que pertenecen a la sensibilidad, y de juicios, que son enteramente obra del entendimiento. Pero los juicios que forma el entendimiento sólo de intuiciones sensuales, están muy lejos de ser juicios de experiencia –son juicios de percepción, pues sólo conectan las percepciones como se dan en la intuición sensible. Los juicios de experiencia deben expresar lo que contiene la experiencia en general, por lo que deben añadir a la intuición sensual y su conexión lógica en el juicio algo que lo determine como necesario y por tanto como universalmente válido. Esto no puede ser sino aquel concepto puro que representa las intuiciones como determinadas en sí mismas por una forma de juicio en lugar de por otra, es decir, un concepto de aquella unión sintética de intuiciones que sólo pueda representarse por una función lógica dada de los juicios.

La función de los sentidos es intuir y la del entendimiento es pensar. Y pensar, nos dice Kant, es unir representaciones en una consciencia. Esta unión es meramente relativa al sujeto y por tanto accidental y subjetiva, o es absoluta y por tanto, necesaria u objetiva. La unión de representaciones en la consciencia es el juicio. Por lo tanto, pensar es lo mismo que juzgar, o relacionar representaciones en un juicio. La función lógica de los juicios son los distintos modos de unir representaciones en la consciencia. Pero si funcionan como conceptos, son conceptos de la unión necesaria en la consciencia y por tanto principios de juicio objetivamente válidos. Esta unión en la consciencia es, ya sea analítica por identidad o sintética por la combinación y adición de varias representaciones entre sí. La experiencia consiste en la conexión sintética de fenómenos (percepciones) en la consciencia, en tanto esta conexión sea necesaria. Toda percepción debe subsumirse bajo los conceptos puros del entendimiento si ha de servir como juicio de experiencia, en donde la unión sintética de la percepción se representa como universalmente válida y necesaria.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Los juicios, afirma el filósofo alemán, cuando los consideramos solamente como la condición de la unión de representaciones dadas en la consciencia, son reglas. Estas reglas, en tanto representan la unión como necesaria, son reglas a priori, y en tanto no puedan deducirse de reglas anteriores ni superiores, son principios fundamentales. En lo que respecta a la posibilidad de toda experiencia, meramente en relación a la forma del pensamiento, ninguna condición del juicio de experiencia es superior a aquel que trae el fenómeno, de acuerdo a las varias formas de intuición, bajo el concepto puro del entendimiento haciendo al juicio empírico objetivamente válido. Estos conceptos son, por tanto, los principios a priori de toda posible experiencia y al mismo tiempo, leyes universales de la naturaleza, cognoscibles a priori. Estos principios, por medio de los cuales se subsume todo fenómeno bajo estos conceptos, constituyen un sistema físico, un sistema de la naturaleza, que hacen posible la ciencia de la naturaleza.

El primero de estos principios fisiológicos subsume todo fenómeno, como intuiciones en espacio y tiempo, bajo el concepto de Cuantidad, y es el principio de las matemáticas aplicado a la experiencia. El segundo subsume el elemento empírico, es decir, las sensaciones, que denotan lo real en las intuiciones bajo el concepto de Cualidad. El tercero subsume la relación de las apariencias con respecto a su existencia en el concepto Substancia o Propiedad; o a la sucesión entre fenómenos, es decir, a eventos, bajo el concepto de Efecto con referencia a Causa; o a coexistencia bajo el concepto de Comunidad (acción y reacción). El cuarto subsume la concordancia y conexión con las condiciones formales, que conoce el entendimiento, o su coherencia con el material de los sentidos y de la percepción, o combina ambos en un concepto, por lo que contiene Posibilidad, Actualidad y Necesidad de acuerdo a las leyes universales de la naturaleza.

Continúa diciendo Kant que la sensibilidad toma noumena cruda y desorganizada y la organiza en fenómeno o sea en nuestra experiencia. Cada Categoría es una forma que construye u organiza nuestras experiencias. La sensibilidad tiene Espacio y Tiempo. El entendimiento tiene doce Categorías: Unidad, Pluralidad, Totalidad, Realidad, Negación, Limitación, Substancia/Propiedad, Causa y Efecto, Comunidad, Posibilidad/Imposibilidad, Existencia/No existencia, Necesidad/Contingencia, con las que organiza el noumena y construye nuestra experiencia. Del noumena no se puede decir nada; no se puede decir que es real, pues esa afirmación es de la experiencia fenomenal; no se puede decir que es substancia, algo que podemos sentir, tocar, manipular; o que tiene propiedades; o que existe o que no existe; que causa algo; porque ninguna de las Categorías o conceptos puros a priori son aplicables a la noumena. La ciencia no estudia el mundo sino que nuestra experiencia del mundo, masa, velocidad, átomos, quarks, vibraciones etc., pero no describe nada de cómo es la realidad independiente de nuestra experiencia. Las cosas que pensamos que son reales, como substancia, propiedades, objetos, son reales porque están en nuestra experiencia, porque esa es la forma en que se generan y en que debemos experimentarlas, pero no son independientes de nuestra mente, en el sentido de que cuando no hay mentes, estas cosas no están allí. Por lo que no podemos decir del mundo noumenal substancia, carga eléctrica, masa o cualquiera de las cosas de las que hablamos cuando hacemos física o ciencias, sino sólo que hay algo, algún tipo de algo allá afuera, que es el modo en que el mundo es realmente en sí mismo. La ciencia no estudia este mundo independiente de la mente, este mundo noumenal.

Antes pensaban que la mente era pasiva y en la que graba una realidad exterior. Kant sostiene que la mente es activa y construye la realidad.  La realidad es un constructo mental  de acuerdo a ciertas leyes universales –las Categorías. Así, la ciencia es conocimiento sintético, pero basado en Categorías a priori.

Continuará.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Contribución del Objetivismo a desvanecer los errores de Kant, Parte 5

Warren Orbaugh
20 de febrero, 2018

Vimos en mi artículo anterior que en la Tabla de Categorías, Kant clasifica todos los conceptos originalmente puros de la Síntesis –que el entendimiento contiene en sí a priori y lo hace solamente un entendimiento puro– por los que se puede comprender algo en la diversidad de la intuición, es  decir, se puede pensar el objeto. Esta división es sistemáticamente deducida de un principio común: de la facultad de juzgar, que es lo mismo que la facultad de pensar.

La experiencia consiste en intuiciones, que pertenecen a la sensibilidad, y de juicios, que son enteramente obra del entendimiento. Pero los juicios que forma el entendimiento sólo de intuiciones sensuales, están muy lejos de ser juicios de experiencia –son juicios de percepción, pues sólo conectan las percepciones como se dan en la intuición sensible. Los juicios de experiencia deben expresar lo que contiene la experiencia en general, por lo que deben añadir a la intuición sensual y su conexión lógica en el juicio algo que lo determine como necesario y por tanto como universalmente válido. Esto no puede ser sino aquel concepto puro que representa las intuiciones como determinadas en sí mismas por una forma de juicio en lugar de por otra, es decir, un concepto de aquella unión sintética de intuiciones que sólo pueda representarse por una función lógica dada de los juicios.

La función de los sentidos es intuir y la del entendimiento es pensar. Y pensar, nos dice Kant, es unir representaciones en una consciencia. Esta unión es meramente relativa al sujeto y por tanto accidental y subjetiva, o es absoluta y por tanto, necesaria u objetiva. La unión de representaciones en la consciencia es el juicio. Por lo tanto, pensar es lo mismo que juzgar, o relacionar representaciones en un juicio. La función lógica de los juicios son los distintos modos de unir representaciones en la consciencia. Pero si funcionan como conceptos, son conceptos de la unión necesaria en la consciencia y por tanto principios de juicio objetivamente válidos. Esta unión en la consciencia es, ya sea analítica por identidad o sintética por la combinación y adición de varias representaciones entre sí. La experiencia consiste en la conexión sintética de fenómenos (percepciones) en la consciencia, en tanto esta conexión sea necesaria. Toda percepción debe subsumirse bajo los conceptos puros del entendimiento si ha de servir como juicio de experiencia, en donde la unión sintética de la percepción se representa como universalmente válida y necesaria.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Los juicios, afirma el filósofo alemán, cuando los consideramos solamente como la condición de la unión de representaciones dadas en la consciencia, son reglas. Estas reglas, en tanto representan la unión como necesaria, son reglas a priori, y en tanto no puedan deducirse de reglas anteriores ni superiores, son principios fundamentales. En lo que respecta a la posibilidad de toda experiencia, meramente en relación a la forma del pensamiento, ninguna condición del juicio de experiencia es superior a aquel que trae el fenómeno, de acuerdo a las varias formas de intuición, bajo el concepto puro del entendimiento haciendo al juicio empírico objetivamente válido. Estos conceptos son, por tanto, los principios a priori de toda posible experiencia y al mismo tiempo, leyes universales de la naturaleza, cognoscibles a priori. Estos principios, por medio de los cuales se subsume todo fenómeno bajo estos conceptos, constituyen un sistema físico, un sistema de la naturaleza, que hacen posible la ciencia de la naturaleza.

El primero de estos principios fisiológicos subsume todo fenómeno, como intuiciones en espacio y tiempo, bajo el concepto de Cuantidad, y es el principio de las matemáticas aplicado a la experiencia. El segundo subsume el elemento empírico, es decir, las sensaciones, que denotan lo real en las intuiciones bajo el concepto de Cualidad. El tercero subsume la relación de las apariencias con respecto a su existencia en el concepto Substancia o Propiedad; o a la sucesión entre fenómenos, es decir, a eventos, bajo el concepto de Efecto con referencia a Causa; o a coexistencia bajo el concepto de Comunidad (acción y reacción). El cuarto subsume la concordancia y conexión con las condiciones formales, que conoce el entendimiento, o su coherencia con el material de los sentidos y de la percepción, o combina ambos en un concepto, por lo que contiene Posibilidad, Actualidad y Necesidad de acuerdo a las leyes universales de la naturaleza.

Continúa diciendo Kant que la sensibilidad toma noumena cruda y desorganizada y la organiza en fenómeno o sea en nuestra experiencia. Cada Categoría es una forma que construye u organiza nuestras experiencias. La sensibilidad tiene Espacio y Tiempo. El entendimiento tiene doce Categorías: Unidad, Pluralidad, Totalidad, Realidad, Negación, Limitación, Substancia/Propiedad, Causa y Efecto, Comunidad, Posibilidad/Imposibilidad, Existencia/No existencia, Necesidad/Contingencia, con las que organiza el noumena y construye nuestra experiencia. Del noumena no se puede decir nada; no se puede decir que es real, pues esa afirmación es de la experiencia fenomenal; no se puede decir que es substancia, algo que podemos sentir, tocar, manipular; o que tiene propiedades; o que existe o que no existe; que causa algo; porque ninguna de las Categorías o conceptos puros a priori son aplicables a la noumena. La ciencia no estudia el mundo sino que nuestra experiencia del mundo, masa, velocidad, átomos, quarks, vibraciones etc., pero no describe nada de cómo es la realidad independiente de nuestra experiencia. Las cosas que pensamos que son reales, como substancia, propiedades, objetos, son reales porque están en nuestra experiencia, porque esa es la forma en que se generan y en que debemos experimentarlas, pero no son independientes de nuestra mente, en el sentido de que cuando no hay mentes, estas cosas no están allí. Por lo que no podemos decir del mundo noumenal substancia, carga eléctrica, masa o cualquiera de las cosas de las que hablamos cuando hacemos física o ciencias, sino sólo que hay algo, algún tipo de algo allá afuera, que es el modo en que el mundo es realmente en sí mismo. La ciencia no estudia este mundo independiente de la mente, este mundo noumenal.

Antes pensaban que la mente era pasiva y en la que graba una realidad exterior. Kant sostiene que la mente es activa y construye la realidad.  La realidad es un constructo mental  de acuerdo a ciertas leyes universales –las Categorías. Así, la ciencia es conocimiento sintético, pero basado en Categorías a priori.

Continuará.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo