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Bienvenido Tío Sam

Redacción
18 de marzo, 2018

La ciudad de Guatemala, durante décadas contó con unidades de transporte público, privadas, eficientes y convenientemente supervisadas en el pago por personas probas con paradas establecidas y el usuario recibía por cada viaje un comprobante supervisado por la Contraloría General de Cuentas.

Los dueños de las empresas no contaban con subvenciones de Estado ni privilegios. El noventa por ciento de la población se movilizaba en transporte público cuyas unidades se limpiaban en cada recorrido.

Las calles no estaban inundadas de automotores y la ciudad contaba con el mejor transporte público de Centroamérica.

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Siendo empresas privadas que brindaban un servicio público fueron siempre fiscalizadas por la municipalidad y su plan maestro de transporte incluso antes del primer gobierno de don Álvaro Arzú.

El precio de la libertad es una vigilancia de que los actores hagan las cosas con eficacia y eficiencia. Los malogrados trabajos de Telma Aldana, Claudia Paz y Paz al frente de el ente investigador siempre fue combatir los efectos y no prever las causas del deterioro social de Guatemala.

La detenida productividad por el conflicto Este-Oeste que termina con el final de la Guerra Fría permite que Guatemala se le quite la prohibición impuesta por las fuerzas de los Estados Unidos de América de vender productos a todos aquellos países con los cuales ellos siempre tuvieron injerencia en venta de armamento y fusiles para las sanguinarias luchas fratricidas que fueron el mejor pretexto para quedarse con la riqueza de sus suelos, la destrucción sistemática de seres humanos, su flora y fauna.

Cuando un preso en Guatemala come mejor que un niño y cuando los niños ricos ignoran lo ignominioso de la fortuna que los sostiene ignoran que el gran héroe de la cultura de este maravilloso país fueron guatemaltecos trabajadores, respetuosos de la ley y que en el ocaso de su vida encontraron miseria y pobreza.

Por el latrocinio de Marco Vinicio Cerezo Arévalo, sus borracheras, sus bacanales y la vulgarización del sentido de familia trazó el horizonte que termina en el 2018 rindiendo homenaje a la vulva en toda muestra instintiva de animalidad y soez humana. El rompimiento que hizo de la Autonomía del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y el implemento de sesenta cuotas extras a las ciento ochenta ya existentes dejo fuera de cobertura a esos héroes guatemaltecos que construyeron este país con esfuerzo, sudor y trabajo.

A partir del 2005 el IGSS decidió que aun trabajador se le entregara certificado de trabajo hasta el cuarto mes de iniciada la relación laboral. Los hospitales públicos sin médicos y ellos al igual que los trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala se les redujo sus honorarios profesionales en un cincuenta por ciento apañados por las decisiones de gente sobornada, inútil y que fundamentándose en los efectos de la corrupción que ellos mismos crearon han abierto una brecha de informalidad destruyendo no solo el Estado sino las fuerzas productivas de este país.

La Universidad Francisco Marroquín con su pléyade de extranjeros, sin colegiación y sin título universitario siquiera, violan la ley de Colegiación Profesional Obligatoria sin que los colegios profesionales tengan el mecanismo moral para exigir su estricto cumplimiento. A pesar de que ellos afirman que la misión de la universidad es formar ciudadanos morales.

La Universidad del exRector Magnífico de la Universidad de San Carlos autorizada con el beneplácito de Murphy Paiz y Walter Mazariegos exdecano de Ingeniería el primero y candidato a Rector y decano de la Facultad de Humanidades el segundo se ha convertido en entes cuya enseñanza presenta un marxismo folklórico a ultranza y se han convertido en universidades de Garaje que han cooptado el Consejo de Enseñanza Privada Superior y denigrado los títulos profesionales de Guatemala.

Que se ha logrado en 2014 a 2018. Una cosa desacelerar la economía de Guatemala, paliar efectos. Ignorar causas y complacer a los Estados Unidos de América.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Bienvenido Tío Sam

Redacción
18 de marzo, 2018

La ciudad de Guatemala, durante décadas contó con unidades de transporte público, privadas, eficientes y convenientemente supervisadas en el pago por personas probas con paradas establecidas y el usuario recibía por cada viaje un comprobante supervisado por la Contraloría General de Cuentas.

Los dueños de las empresas no contaban con subvenciones de Estado ni privilegios. El noventa por ciento de la población se movilizaba en transporte público cuyas unidades se limpiaban en cada recorrido.

Las calles no estaban inundadas de automotores y la ciudad contaba con el mejor transporte público de Centroamérica.

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Siendo empresas privadas que brindaban un servicio público fueron siempre fiscalizadas por la municipalidad y su plan maestro de transporte incluso antes del primer gobierno de don Álvaro Arzú.

El precio de la libertad es una vigilancia de que los actores hagan las cosas con eficacia y eficiencia. Los malogrados trabajos de Telma Aldana, Claudia Paz y Paz al frente de el ente investigador siempre fue combatir los efectos y no prever las causas del deterioro social de Guatemala.

La detenida productividad por el conflicto Este-Oeste que termina con el final de la Guerra Fría permite que Guatemala se le quite la prohibición impuesta por las fuerzas de los Estados Unidos de América de vender productos a todos aquellos países con los cuales ellos siempre tuvieron injerencia en venta de armamento y fusiles para las sanguinarias luchas fratricidas que fueron el mejor pretexto para quedarse con la riqueza de sus suelos, la destrucción sistemática de seres humanos, su flora y fauna.

Cuando un preso en Guatemala come mejor que un niño y cuando los niños ricos ignoran lo ignominioso de la fortuna que los sostiene ignoran que el gran héroe de la cultura de este maravilloso país fueron guatemaltecos trabajadores, respetuosos de la ley y que en el ocaso de su vida encontraron miseria y pobreza.

Por el latrocinio de Marco Vinicio Cerezo Arévalo, sus borracheras, sus bacanales y la vulgarización del sentido de familia trazó el horizonte que termina en el 2018 rindiendo homenaje a la vulva en toda muestra instintiva de animalidad y soez humana. El rompimiento que hizo de la Autonomía del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social y el implemento de sesenta cuotas extras a las ciento ochenta ya existentes dejo fuera de cobertura a esos héroes guatemaltecos que construyeron este país con esfuerzo, sudor y trabajo.

A partir del 2005 el IGSS decidió que aun trabajador se le entregara certificado de trabajo hasta el cuarto mes de iniciada la relación laboral. Los hospitales públicos sin médicos y ellos al igual que los trabajadores de la Universidad de San Carlos de Guatemala se les redujo sus honorarios profesionales en un cincuenta por ciento apañados por las decisiones de gente sobornada, inútil y que fundamentándose en los efectos de la corrupción que ellos mismos crearon han abierto una brecha de informalidad destruyendo no solo el Estado sino las fuerzas productivas de este país.

La Universidad Francisco Marroquín con su pléyade de extranjeros, sin colegiación y sin título universitario siquiera, violan la ley de Colegiación Profesional Obligatoria sin que los colegios profesionales tengan el mecanismo moral para exigir su estricto cumplimiento. A pesar de que ellos afirman que la misión de la universidad es formar ciudadanos morales.

La Universidad del exRector Magnífico de la Universidad de San Carlos autorizada con el beneplácito de Murphy Paiz y Walter Mazariegos exdecano de Ingeniería el primero y candidato a Rector y decano de la Facultad de Humanidades el segundo se ha convertido en entes cuya enseñanza presenta un marxismo folklórico a ultranza y se han convertido en universidades de Garaje que han cooptado el Consejo de Enseñanza Privada Superior y denigrado los títulos profesionales de Guatemala.

Que se ha logrado en 2014 a 2018. Una cosa desacelerar la economía de Guatemala, paliar efectos. Ignorar causas y complacer a los Estados Unidos de América.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo