El Papa Francisco presidió una vez más la meditación de las 14 estaciones del Santo Vía Crucis, rezo que se llevó a cabo en el Coliseo Romano.
El rezo del Santo Viacrucis en Roma
Las 14 estaciones del Santo Viacrucis que recuerdan el paso de Jesús con la cruz a cuestas desde Jerusalén hasta su crucifixión, estuvieron repletas de misticismo por las voces de miles de feligreses que acompañaron el rezo con cánticos de meditación y con las oraciones escritas por 15 jóvenes de entre 17 y 27 años.
El mensaje del Papa Francisco
Durante el Santo Viacrucis, el Papa Francisco, dijo que “es necesario que dirijamos nuestra mirada a la actitud de humildad que tuvo Jesús para estar dispuesto a obedecer la voluntad del Padre”.
“Señor Jesús, nuestra mirada se dirige a ti, llena de vergüenza, de arrepentimiento y de esperanza. Nos invade la vergüenza por haberte dejado solo sufriendo por nuestros pecados y la vergüenza por haber huido ante la prueba”.
El Papa Francisco agregó que la vergüenza debe estar presente en nuestra vida cotidiana y se mostró preocupado por el mundo que nuestras generaciones están heredando a los nuevos jóvenes.
“Debemos tener vergüenza porque tantas personas se han dejado engañar por la ambición y la vanagloria perdiendo su dignidad; vergüenza porque nuestras generaciones están dejando a los jóvenes en un mundo fracturado por la división y las guerras; un mundo devorado por el egoísmo y el rencor, donde los jóvenes, los pequeños, los enfermos y los ancianos son marginados; pero sobre todo vergüenza por haber perdido la vergüenza”.
El Papa Francisco también habló de arrepentimiento
“Nuestra mirada también debe estar llena de arrepentimiento, precisó el Papa Francisco, quien a la vez suplicó misericordia por los corazones de las personas de todo el mundo.
Francisco destacó que “el arrepentimiento solo puede nacer de la certeza de que solo Jesús puede salvarnos del mal y curarnos de la lepra del odio, del egoísmo, la soberbia, la avidez, la vergüenza, la codicia y la idolatría”.
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El mensaje del Papa Francisco
Durante el Santo Viacrucis, el Papa Francisco, dijo que “es necesario que dirijamos nuestra mirada a la actitud de humildad que tuvo Jesús para estar dispuesto a obedecer la voluntad del Padre”.
“Señor Jesús, nuestra mirada se dirige a ti, llena de vergüenza, de arrepentimiento y de esperanza. Nos invade la vergüenza por haberte dejado solo sufriendo por nuestros pecados y la vergüenza por haber huido ante la prueba”.
El Papa Francisco agregó que la vergüenza debe estar presente en nuestra vida cotidiana y se mostró preocupado por el mundo que nuestras generaciones están heredando a los nuevos jóvenes.
“Debemos tener vergüenza porque tantas personas se han dejado engañar por la ambición y la vanagloria perdiendo su dignidad; vergüenza porque nuestras generaciones están dejando a los jóvenes en un mundo fracturado por la división y las guerras; un mundo devorado por el egoísmo y el rencor, donde los jóvenes, los pequeños, los enfermos y los ancianos son marginados; pero sobre todo vergüenza por haber perdido la vergüenza”.
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“Nuestra mirada también debe estar llena de arrepentimiento, precisó el Papa Francisco, quien a la vez suplicó misericordia por los corazones de las personas de todo el mundo.
Francisco destacó que “el arrepentimiento solo puede nacer de la certeza de que solo Jesús puede salvarnos del mal y curarnos de la lepra del odio, del egoísmo, la soberbia, la avidez, la vergüenza, la codicia y la idolatría”.
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