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DEP General de Generales

Betty Marroquin
02 de abril, 2018

Falleció el General Efraín Ríos Montt y se desataron las pasiones de muchos, unos atacando y otros defendiendo su trayectoria. Si uno lo ve objetivamente, en el contexto en que ocurrieron las cosas históricamente, quizás sea más fácil definir la postura con respecto a este personaje que sin lugar a dudas, hizo Historia en Guatemala.

Guatemala estaba a punto de caer en el comunismo cuando entró al poder el General Ríos Montt, como fruto de un golpe de Estado. El Ejército estaba de rodillas, las incursiones de la guerrilla eran exitosas y casi llegaban a la ciudad de Guatemala decisivos y contundentes. Es en ese contexto, que al pasar el Ejército al mando del General Ríos Montt llega a tomar medidas extremas como “frijoles y fusiles” para armar a las patrullas de autodefensa civil (PAC) y combatir a la guerrilla. Cuando se toca este tema, he observado que muchos olvidan que era una guerra de guerrillas, no una guerra convencional. En la guerra de guerrillas no existen reglas de enfrentamiento, a diferencia de la guerra convencional. Las partes son facciones que se atacan dependiendo de las circunstancias sin aplicar las reglas internacionales de enfrentamiento, lo que implica que todo se vale. Las comunidades eran utilizadas como escudos humanos por la guerrilla, que les confiscaba a los campesinos sus productos para consumo del batallón, cobraba impuesto de guerra (de dónde tomó la idea las maras actuales), y se reclutaba gente a la fuerza. El Ejército también utilizó medidas fuertes para atraer soldados, pero sobre todo armó a la población para que se defendiera. Entre las PAC y el Ejército la guerrilla fue derrotada.

Aquí viene el tema del genocidio. Masacres, las hubo, pero de ambas partes, no sólo del Ejército. Violaciones de todo tipo, también. Pero genocidio es la exterminación sostenida de una etnia por otra, y en Guatemala eso no se aplica cuando habían hermanos de padre y madre en ambos bandos. Familias divididas porque un hijo se unió a la guerrilla y el otro al Ejército. Eso, no es genocidio aunque les arda a quienes se saboreaban su resarcimiento de 80 millones de Quetzales. Seguro estarán viendo si pueden seguir el juicio contra los restos del General con tal de echar mano a ese dinero.

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Quienes recordamos esos tiempos, no nos los contaron, sabemos que si hoy día somos libres de vociferar en redes sociales es porque vivimos en un país libre. Si vivimos en un país libre, es decir, no comunista, es gracias al sacrificio de quienes expusieron su pellejo para defender el nuestro. O sea, gracias al liderazgo del General de Generales, como acertadamente lo llamó su hija Zury en el sepelio, es que hoy día los “pinks” tienen la libertad de insultar y faltar al respeto a todos los que no opinamos como ellos. Esa libertad que ni se detienen a pesar lo preciada que es, y que están dispuestos a entregar por ideales y conceptos totalmente plagados de nubarrones.

Un reporte de fecha 4 de agosto de 1982 desclasificado el 2015 del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que convenientemente fuera ignorado por el ex Embajador de los Estados Unidos en Guatemala, Todd Robinson, dice claramente que la honestidad del General Ríos Montt se puso de manifiesto cuando denunció la corrupción dentro del Ejército en 1971, y declararon que el respeto a los derechos humanos aumentó durante el gobierno del General sobre todo por su cercanía a las creencias religiosas de la religión Cristiana. Al entrar al poder disolvió las “brigadas de detectives” que eran como escuadrones de la muerte poniendo en evidencia su deseo de detener los asesinatos injustificados por parte del Ejército. Según la Embajada de los Estados Unidos el número de muertos a manos de las fuerzas armadas disminuyó sistemáticamente durante el gobierno del General Ríos Montt, mientras que las matanzas de la guerrilla se elevaron dramáticamente. Sólo el 15 de junio de 1982 la guerrilla atacó ferozmente a las familias indígenas de Chacalté masacrando más de 100 por apoyar a las PAC. Todo esto resulta confuso para algunos, que se han bebido el cuento del genocidio, porque como bien dice el mismo informe, es difícil entender la situación en Guatemala en parte por la desinformación diseminada cuidadosamente por la izquierda.

Irónicamente, en 1974 fue candidato presidencial de la izquierda moderada lanzado por Colom Argueta, Fuentes Mohr (padre de Fuentes Knight) y Danilo Barillas entre otros líderes de izquierda. Hubo fraude pero el General decidió aceptar la derrota para evitar un derramamiento de sangre. Es curioso también recordar que siempre ganó en el Triángulo Ixcil cuando estaba en el Congreso. Al igual que su hija Zury, sacaba más votos que los candidatos de la guerrilla.

Con todo esto, yo agradezco a la familia Ríos Sosa sus sacrificios, no me interesa si un hijo hizo o no algo, es un hombre que debe responsabilizarse de sus actos individuales, pero independientemente de los errores que pudieran haber cometido en esa familia, los aciertos fueron muchos. Mi libertad hoy por hoy se la debo al General Ríos Montt porque no dejó que mi país fuera otra Cuba. Con eso me basta para pedir por el eterno descanso de su alma.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

DEP General de Generales

Betty Marroquin
02 de abril, 2018

Falleció el General Efraín Ríos Montt y se desataron las pasiones de muchos, unos atacando y otros defendiendo su trayectoria. Si uno lo ve objetivamente, en el contexto en que ocurrieron las cosas históricamente, quizás sea más fácil definir la postura con respecto a este personaje que sin lugar a dudas, hizo Historia en Guatemala.

Guatemala estaba a punto de caer en el comunismo cuando entró al poder el General Ríos Montt, como fruto de un golpe de Estado. El Ejército estaba de rodillas, las incursiones de la guerrilla eran exitosas y casi llegaban a la ciudad de Guatemala decisivos y contundentes. Es en ese contexto, que al pasar el Ejército al mando del General Ríos Montt llega a tomar medidas extremas como “frijoles y fusiles” para armar a las patrullas de autodefensa civil (PAC) y combatir a la guerrilla. Cuando se toca este tema, he observado que muchos olvidan que era una guerra de guerrillas, no una guerra convencional. En la guerra de guerrillas no existen reglas de enfrentamiento, a diferencia de la guerra convencional. Las partes son facciones que se atacan dependiendo de las circunstancias sin aplicar las reglas internacionales de enfrentamiento, lo que implica que todo se vale. Las comunidades eran utilizadas como escudos humanos por la guerrilla, que les confiscaba a los campesinos sus productos para consumo del batallón, cobraba impuesto de guerra (de dónde tomó la idea las maras actuales), y se reclutaba gente a la fuerza. El Ejército también utilizó medidas fuertes para atraer soldados, pero sobre todo armó a la población para que se defendiera. Entre las PAC y el Ejército la guerrilla fue derrotada.

Aquí viene el tema del genocidio. Masacres, las hubo, pero de ambas partes, no sólo del Ejército. Violaciones de todo tipo, también. Pero genocidio es la exterminación sostenida de una etnia por otra, y en Guatemala eso no se aplica cuando habían hermanos de padre y madre en ambos bandos. Familias divididas porque un hijo se unió a la guerrilla y el otro al Ejército. Eso, no es genocidio aunque les arda a quienes se saboreaban su resarcimiento de 80 millones de Quetzales. Seguro estarán viendo si pueden seguir el juicio contra los restos del General con tal de echar mano a ese dinero.

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Un reporte de fecha 4 de agosto de 1982 desclasificado el 2015 del Departamento de Estado de los Estados Unidos, que convenientemente fuera ignorado por el ex Embajador de los Estados Unidos en Guatemala, Todd Robinson, dice claramente que la honestidad del General Ríos Montt se puso de manifiesto cuando denunció la corrupción dentro del Ejército en 1971, y declararon que el respeto a los derechos humanos aumentó durante el gobierno del General sobre todo por su cercanía a las creencias religiosas de la religión Cristiana. Al entrar al poder disolvió las “brigadas de detectives” que eran como escuadrones de la muerte poniendo en evidencia su deseo de detener los asesinatos injustificados por parte del Ejército. Según la Embajada de los Estados Unidos el número de muertos a manos de las fuerzas armadas disminuyó sistemáticamente durante el gobierno del General Ríos Montt, mientras que las matanzas de la guerrilla se elevaron dramáticamente. Sólo el 15 de junio de 1982 la guerrilla atacó ferozmente a las familias indígenas de Chacalté masacrando más de 100 por apoyar a las PAC. Todo esto resulta confuso para algunos, que se han bebido el cuento del genocidio, porque como bien dice el mismo informe, es difícil entender la situación en Guatemala en parte por la desinformación diseminada cuidadosamente por la izquierda.

Irónicamente, en 1974 fue candidato presidencial de la izquierda moderada lanzado por Colom Argueta, Fuentes Mohr (padre de Fuentes Knight) y Danilo Barillas entre otros líderes de izquierda. Hubo fraude pero el General decidió aceptar la derrota para evitar un derramamiento de sangre. Es curioso también recordar que siempre ganó en el Triángulo Ixcil cuando estaba en el Congreso. Al igual que su hija Zury, sacaba más votos que los candidatos de la guerrilla.

Con todo esto, yo agradezco a la familia Ríos Sosa sus sacrificios, no me interesa si un hijo hizo o no algo, es un hombre que debe responsabilizarse de sus actos individuales, pero independientemente de los errores que pudieran haber cometido en esa familia, los aciertos fueron muchos. Mi libertad hoy por hoy se la debo al General Ríos Montt porque no dejó que mi país fuera otra Cuba. Con eso me basta para pedir por el eterno descanso de su alma.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo