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El uniforme (o lo que me pongo cuando no sé qué ponerme)

Gabriel Arana Fuentes
22 de abril, 2018

Priscilla León es la autora del blog de moda: Curvas de estilo.

Estos días he estado en pleno corre corre, ya pronto les contaré porqué. Organizarme me cuesta mucho y no tuve tiempo ni de “ordenar” mis outfits de la semana como hago cada domingo.

¿Quién o qué podría ayudar a esta alma en pena? Pues ni un asistente, ni un estilista, solo un uniforme. Sí, salir a la calle en pijama nunca es una opción, al menos para mí, así que con los años me he “hecho” de un uniforme para los días en que no tengo tiempo ni de alisarme el cabello.

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Claro, esto del uniforme no se me ocurrió a mí ni mucho menos. Una vez, leí una entrevista de Kate Moss en Vanidades, en la que la modelo “revelaba” su uniforme de estilo: unos skinny jeans, combinados con una camiseta, un blazer (en tono sólido, estampado o de pelaje), botines y maxi bolsos.  

Como ella, hay muchos más íconos con uniformes. Pero yo, como simple mortal, también me fui armando un look para los días de carreras. Creo que es algo que hacés con el tiempo, cuando comprendés qué es lo que te queda bien y lo que no, pero sobre todo, descubrís aquello con lo que sentís cómoda.

Cada quien irá encontrando sus propias prendas, lo divertido de este uniforme, a diferencia de los  del colegio o algunas empresas, es que sí se ajusta a tu personalidad. Y lo hace en todo momento, ya sea por el tipo de zapatos que te gusten o porque disfrutes ciertos accesorios o colores.  Para explicarles un poco mejor, les comparto el mío.

Túnica, jeans, botines y aretes de Forever 21, y mochila del mercado El Amate. Foto: Mariano Macz.

Quizá te interese: ¿Quién te dijo que no podías llevar rayas horizontales?

Skinny jeans azules

Son atemporales y aunque existen en diversas tonalidades, van bien con casi todos los colores. Me encantan los que llegan a la cintura porque delinean mejor mi figura, pero el requisito indispensable para hacerlos un básico de armario es que no te aprieten.

Túnicas

Amo tanto las túnicas que le dediqué un post hace poco. Me encantan las de manga 3/4, pero también las de manga corta y las halter. Si bien adoro las de tonos sólidos, pero intensos, de vez en cuando me gusta incluir algún estampado o rayado.

Botines de tacón

Aunque es bastante improbable que alguna vez me vean con unos botines de tacón de aguja, me gustan mucho los tacones chunky porque hacen que mi pie recorra muchas calles sin cansarse jajá. Me encantan los de tonos neutros, como grises y camel, en materiales como la imitación cuero o la gamuza.

Mochila

Hace poco más de un año renuncié a llevar un bolso al trabajo y volví a las mochilas que no usaba, más o menos, desde sexto de primaria. Llámenle un deseo irremediable de sentirme joven, pero también son muy cómodas y te caben miles de cosas. Sí, aquí gana la practicidad.

Aretes

Ya lo saben, no puedo salir de casa sin aretes. En días de uniforme, elijo unos sencillos triángulos o círculos que más o menos vayan con el resto de mi ropa y listo.

Trenza

Hay días en que prefiero dormir 10 minutos más y no alaciarme el cabello. Así que para todo eso y más, una trenza. Claro, lo tengo ahora más difícil porque recientemente me volví a cortar el cabello, pero de que sale, sale. Además existen decenas de trenzas divertidas.

Cárdigan

Dejé al último este elemento porque lo uso solo si estamos en días de frío. También ya les hablé de estas piezas y de todas sus ventajas, aunque la más importante es que nunca te harán ver desarreglada.

Nos seguimos leyendo, hasta la próxima.

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¿Quién o qué podría ayudar a esta alma en pena? Pues ni un asistente, ni un estilista, solo un uniforme. Sí, salir a la calle en pijama nunca es una opción, al menos para mí, así que con los años me he “hecho” de un uniforme para los días en que no tengo tiempo ni de alisarme el cabello.

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Claro, esto del uniforme no se me ocurrió a mí ni mucho menos. Una vez, leí una entrevista de Kate Moss en Vanidades, en la que la modelo “revelaba” su uniforme de estilo: unos skinny jeans, combinados con una camiseta, un blazer (en tono sólido, estampado o de pelaje), botines y maxi bolsos.  

Como ella, hay muchos más íconos con uniformes. Pero yo, como simple mortal, también me fui armando un look para los días de carreras. Creo que es algo que hacés con el tiempo, cuando comprendés qué es lo que te queda bien y lo que no, pero sobre todo, descubrís aquello con lo que sentís cómoda.

Cada quien irá encontrando sus propias prendas, lo divertido de este uniforme, a diferencia de los  del colegio o algunas empresas, es que sí se ajusta a tu personalidad. Y lo hace en todo momento, ya sea por el tipo de zapatos que te gusten o porque disfrutes ciertos accesorios o colores.  Para explicarles un poco mejor, les comparto el mío.

Túnica, jeans, botines y aretes de Forever 21, y mochila del mercado El Amate. Foto: Mariano Macz.

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Son atemporales y aunque existen en diversas tonalidades, van bien con casi todos los colores. Me encantan los que llegan a la cintura porque delinean mejor mi figura, pero el requisito indispensable para hacerlos un básico de armario es que no te aprieten.

Túnicas

Amo tanto las túnicas que le dediqué un post hace poco. Me encantan las de manga 3/4, pero también las de manga corta y las halter. Si bien adoro las de tonos sólidos, pero intensos, de vez en cuando me gusta incluir algún estampado o rayado.

Botines de tacón

Aunque es bastante improbable que alguna vez me vean con unos botines de tacón de aguja, me gustan mucho los tacones chunky porque hacen que mi pie recorra muchas calles sin cansarse jajá. Me encantan los de tonos neutros, como grises y camel, en materiales como la imitación cuero o la gamuza.

Mochila

Hace poco más de un año renuncié a llevar un bolso al trabajo y volví a las mochilas que no usaba, más o menos, desde sexto de primaria. Llámenle un deseo irremediable de sentirme joven, pero también son muy cómodas y te caben miles de cosas. Sí, aquí gana la practicidad.

Aretes

Ya lo saben, no puedo salir de casa sin aretes. En días de uniforme, elijo unos sencillos triángulos o círculos que más o menos vayan con el resto de mi ropa y listo.

Trenza

Hay días en que prefiero dormir 10 minutos más y no alaciarme el cabello. Así que para todo eso y más, una trenza. Claro, lo tengo ahora más difícil porque recientemente me volví a cortar el cabello, pero de que sale, sale. Además existen decenas de trenzas divertidas.

Cárdigan

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Nos seguimos leyendo, hasta la próxima.

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