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Sobre la Libertad de Expresión

Ramon Parellada
04 de mayo, 2018

A los mandatarios nos les gusta que los critiquen ni que les lleven la contraria.   Sin embargo, en una democrática y abierta, la libertad de decir lo que quieras sin censura es fundamental.  Es verdad que uno debe respaldar con evidencias lo que afirma y firmar con su propio nombre.  Es verdad que uno debe someterse a los argumentos y crítica contrarios cuando uno se equivoca en lo que dice.  Pero el que uno pueda decir las cosas, especialmente cuando se trata de nuestros gobernantes, es básico para evitar abusos de poder y corregir errores de nuestros gobernantes.

Las sociedades cerradas se caracterizan por censurar y poner límites y controles a la prensa y a la libertad de expresión por el motivo que sea.  Esto es un grave error porque es precisamente la libertad de expresión la que permite que las personas puedan discutir civilizadamente y con argumentos sus puntos de vistas sobre la sociedad.  Justamente nos damos cuenta que una sociedad deja de ser abierta cuando los mandatarios comienzan a restringir esta libertad.  Y justamente es una característica de los que luego se vuelven dictadores todopoderosos restringir esta libertad y hacerles la vida imposible a los medios de comunicación.

No es malo que un presidente critique a la prensa.  En lo personal tiene el derecho de disentir y expresar su punto de vista.  Lo malo sería que se pasen iniciativas para limitar el ejercicio de la libre expresión de estos medios.  Lo malo sería imponer trabas a esta actividad.  Lo malo sería amenazar y encarcelar a los periodistas, columnistas y cualquier persona que se atreva a opinar contra el gobierno.  Gracias a esta diversidad de opiniones, algunas correctas y otras equivocadas, la sociedad puede advertir problemas y superarlos.  

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En la medida en que se restringe la libertad de expresión en esa medida se incrementa también la violencia.   Cuando no te dejan expresar tu opinión, cuando te amenazan, cuando te persiguen con denuncias por cualquier cosa que dijiste  que sea contrario a la ideología de quien te denuncia, cuando tratan de callarte, entonces la violencia aparece y cede a la sociedad pacífica en la que todos podemos decirnos las cosas en la cara, con nombre y apellido.  

Hay un famoso dicho que se le atribuye equivocadamente a Voltaire cuando en realidad fue una de sus biógrafos, la británica Evelyn Beatrice Hall, quien la usó en su libro “Los amigos de Voltaire” publicado en 1906.  En ese libro, usaba el seudónimo de Stephen G. Tallentyre donde pretendió mostrar las ideas progresistas del francés.  La frase es muy válida aún hoy en día para defender la libertad de expresión y es esta:  “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Por ello, aunque algunos medios tengan un sesgo que no comparto, considero que tienen el derecho a tenerlo y esto nos da la oportunidad para poder criticarlo desde otros puntos de vista y otras visiones sobre el tema.  Si logramos tener ese diálogo franco y abierto lograremos superar la violencia.  El diálogo sustituye a las balas.

Ahora bien, algunos medios tienen como objetivo desacreditar a personas.  Si ellos no tienen evidencia de algo que afecte el honor y la reputación de alguien deben entonces someterse a la justicia, un Juicio de Imprenta, y resarcir el daño causado.  Es parte de la responsabilidad de un periodista ser objetivo a la hora de explicar un hecho.  Esto puede ser difícil pues la ideología del reportero puede influenciar en la forma en que cuente las noticias.  Sin embargo, si no tiene evidencia para afirmar algo sobre alguien debe abstenerse o someterse a las consecuencias que sería una demanda de parte del afectado.  Esta demanda implicará una aclaración por parte del periódico, una disculpa pública y posiblemente algo más.  Quedará en evidencia el medio que utilice estas prácticas y la gente lo rechazará dejando de leer a ese reportero o ese medio.  Perderá así mismas clientes y no podrá sobrevivir en el tiempo por el rechazo de sus consumidores que en este caso es la gente que lo lee.  Así funcionan las cosas.  Llegar a más sería limitar la libre expresión que es tan importante para que funcione una sociedad de personas libres y responsables.

Tuve la oportunidad de estar en una de las presentacionmes del libro “La Tiranía del Silencio” escrita por Flemming Rose, el editor del diario danés que pulbicó las controversiales caricaturas del Profeta Mahoma y por lo cual ha sido amenazado de muerte y sometido a una serie de limitaciones por algunos países y personas que pretenden limitar la libertad de expresón.  

Flemming Rose opina defiende la libertad de expresión sin limitación alguna ya que, “Cualquier intento de restringir ese impulso no es solo censura o una violación política de la libertad de expresión; es un acto de violencia en contra de la naturaleza humana, un asalto existencial que convierte a las personas en algo que no son.  En la sociedad abierta, la historia progresa a través del intercambio de nuevas narrativas.”  Recomiendo leer este artículo de El Cato donde también se puede accesar al libro que está en línea:  https://www.elcato.org/el-humor-es-esencial-para-la-libertad-de-expresion .

Flemming Rose ha defendido el derecho a publicar sus caricaturas a pesar que hay gente que se ha sentido ofendida, pero si renuncia a este derecho estará dando paso a las peores dictaduras que puedan existir en nuestro planeta.  No podemos justificar que alguien que se sienta ofendido por una caricatura, aunque se ofenda su religión o su forma de ser, tenga el derecho a vengarse matando a quien le ofendió.  Si tiene el derecho a responder con dialogo, con crítica, incluso boicoteando su medio, pero no con violencia.  Y esto es lo que ha pasado en Europa donde la libertad de expresión está en juego en algunos países por defender lo políticamente correcto, la sensibilidad de no ofender a nadie, el evitar criticar a otros, etc…  

Pienso que en Guatemala hay bastante libertad de expresión y de Prensa.  Es verdad que han ocurrido algunos problemas en el pasado y posiblemente en el presente, pero aún no se ha visto ninguna iniciativa de parte del gobierno para restringir esa libertad.  Si hay opiniones de gente del gobierno en contra de mucho de lo que se escribe y dice.  Pero esto siempre ha sido así.  Están en su derecho de disentir.  Mientras esto no trascienda a pasar leyes restringiendo esa libertad seguiremos mejorando al poder disfrutar de historias, narraciones, hechos, de diferentes formas, ideologías e interpretaciones.  Y podremos discutir con argumentos variados los diferentes puntos de vista.  Por algo, la libertad de expresión es un derecho fundamental en el ser humano y es parte de la libertad como una sola e indivisible.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Sobre la Libertad de Expresión

Ramon Parellada
04 de mayo, 2018

A los mandatarios nos les gusta que los critiquen ni que les lleven la contraria.   Sin embargo, en una democrática y abierta, la libertad de decir lo que quieras sin censura es fundamental.  Es verdad que uno debe respaldar con evidencias lo que afirma y firmar con su propio nombre.  Es verdad que uno debe someterse a los argumentos y crítica contrarios cuando uno se equivoca en lo que dice.  Pero el que uno pueda decir las cosas, especialmente cuando se trata de nuestros gobernantes, es básico para evitar abusos de poder y corregir errores de nuestros gobernantes.

Las sociedades cerradas se caracterizan por censurar y poner límites y controles a la prensa y a la libertad de expresión por el motivo que sea.  Esto es un grave error porque es precisamente la libertad de expresión la que permite que las personas puedan discutir civilizadamente y con argumentos sus puntos de vistas sobre la sociedad.  Justamente nos damos cuenta que una sociedad deja de ser abierta cuando los mandatarios comienzan a restringir esta libertad.  Y justamente es una característica de los que luego se vuelven dictadores todopoderosos restringir esta libertad y hacerles la vida imposible a los medios de comunicación.

No es malo que un presidente critique a la prensa.  En lo personal tiene el derecho de disentir y expresar su punto de vista.  Lo malo sería que se pasen iniciativas para limitar el ejercicio de la libre expresión de estos medios.  Lo malo sería imponer trabas a esta actividad.  Lo malo sería amenazar y encarcelar a los periodistas, columnistas y cualquier persona que se atreva a opinar contra el gobierno.  Gracias a esta diversidad de opiniones, algunas correctas y otras equivocadas, la sociedad puede advertir problemas y superarlos.  

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En la medida en que se restringe la libertad de expresión en esa medida se incrementa también la violencia.   Cuando no te dejan expresar tu opinión, cuando te amenazan, cuando te persiguen con denuncias por cualquier cosa que dijiste  que sea contrario a la ideología de quien te denuncia, cuando tratan de callarte, entonces la violencia aparece y cede a la sociedad pacífica en la que todos podemos decirnos las cosas en la cara, con nombre y apellido.  

Hay un famoso dicho que se le atribuye equivocadamente a Voltaire cuando en realidad fue una de sus biógrafos, la británica Evelyn Beatrice Hall, quien la usó en su libro “Los amigos de Voltaire” publicado en 1906.  En ese libro, usaba el seudónimo de Stephen G. Tallentyre donde pretendió mostrar las ideas progresistas del francés.  La frase es muy válida aún hoy en día para defender la libertad de expresión y es esta:  “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.

Por ello, aunque algunos medios tengan un sesgo que no comparto, considero que tienen el derecho a tenerlo y esto nos da la oportunidad para poder criticarlo desde otros puntos de vista y otras visiones sobre el tema.  Si logramos tener ese diálogo franco y abierto lograremos superar la violencia.  El diálogo sustituye a las balas.

Ahora bien, algunos medios tienen como objetivo desacreditar a personas.  Si ellos no tienen evidencia de algo que afecte el honor y la reputación de alguien deben entonces someterse a la justicia, un Juicio de Imprenta, y resarcir el daño causado.  Es parte de la responsabilidad de un periodista ser objetivo a la hora de explicar un hecho.  Esto puede ser difícil pues la ideología del reportero puede influenciar en la forma en que cuente las noticias.  Sin embargo, si no tiene evidencia para afirmar algo sobre alguien debe abstenerse o someterse a las consecuencias que sería una demanda de parte del afectado.  Esta demanda implicará una aclaración por parte del periódico, una disculpa pública y posiblemente algo más.  Quedará en evidencia el medio que utilice estas prácticas y la gente lo rechazará dejando de leer a ese reportero o ese medio.  Perderá así mismas clientes y no podrá sobrevivir en el tiempo por el rechazo de sus consumidores que en este caso es la gente que lo lee.  Así funcionan las cosas.  Llegar a más sería limitar la libre expresión que es tan importante para que funcione una sociedad de personas libres y responsables.

Tuve la oportunidad de estar en una de las presentacionmes del libro “La Tiranía del Silencio” escrita por Flemming Rose, el editor del diario danés que pulbicó las controversiales caricaturas del Profeta Mahoma y por lo cual ha sido amenazado de muerte y sometido a una serie de limitaciones por algunos países y personas que pretenden limitar la libertad de expresón.  

Flemming Rose opina defiende la libertad de expresión sin limitación alguna ya que, “Cualquier intento de restringir ese impulso no es solo censura o una violación política de la libertad de expresión; es un acto de violencia en contra de la naturaleza humana, un asalto existencial que convierte a las personas en algo que no son.  En la sociedad abierta, la historia progresa a través del intercambio de nuevas narrativas.”  Recomiendo leer este artículo de El Cato donde también se puede accesar al libro que está en línea:  https://www.elcato.org/el-humor-es-esencial-para-la-libertad-de-expresion .

Flemming Rose ha defendido el derecho a publicar sus caricaturas a pesar que hay gente que se ha sentido ofendida, pero si renuncia a este derecho estará dando paso a las peores dictaduras que puedan existir en nuestro planeta.  No podemos justificar que alguien que se sienta ofendido por una caricatura, aunque se ofenda su religión o su forma de ser, tenga el derecho a vengarse matando a quien le ofendió.  Si tiene el derecho a responder con dialogo, con crítica, incluso boicoteando su medio, pero no con violencia.  Y esto es lo que ha pasado en Europa donde la libertad de expresión está en juego en algunos países por defender lo políticamente correcto, la sensibilidad de no ofender a nadie, el evitar criticar a otros, etc…  

Pienso que en Guatemala hay bastante libertad de expresión y de Prensa.  Es verdad que han ocurrido algunos problemas en el pasado y posiblemente en el presente, pero aún no se ha visto ninguna iniciativa de parte del gobierno para restringir esa libertad.  Si hay opiniones de gente del gobierno en contra de mucho de lo que se escribe y dice.  Pero esto siempre ha sido así.  Están en su derecho de disentir.  Mientras esto no trascienda a pasar leyes restringiendo esa libertad seguiremos mejorando al poder disfrutar de historias, narraciones, hechos, de diferentes formas, ideologías e interpretaciones.  Y podremos discutir con argumentos variados los diferentes puntos de vista.  Por algo, la libertad de expresión es un derecho fundamental en el ser humano y es parte de la libertad como una sola e indivisible.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo