La coyuntura crítica que vive el país ha puesto en un segundo plano el tema económico. La economía guatemalteca se mantiene relativamente estable pero el desempeño de la misma es bastante mediocre si la meta es sacar a millones de guatemaltecos de la pobreza.
Al respecto de la adormecida economía guatemalteca hay que señalar la crisis profunda que vive el puerto de Santo Tomás de Castilla. Recientemente la Asociación de Navieros de Guatemala anunció que dos empresas suspenderían operaciones en Puerto Santo Tomás debido a los retrasos en la carga y descarga de buques. Maersk, por ejemplo, trasladó algunas operaciones a Puerto Barrios.
El caso es que el puerto Santo Tomás de Castilla es muy importante. El puerto moviliza el 30% del comercio marítimo del país, solo por esa aduana el Estado consigue el 16% de los ingresos tributarios por concepto de IVA y DAI, y es el principal puerto de exportación de productos guatemaltecos hacia la costa este de los Estados Unidos y a Europa.
La situación que vive el puerto se debe a la antigüedad de la infraestructura. Los remolques y grúas, y la incapacidad del muelle que hace que las seis posiciones que tiene apenas se pueden usar la mitad por el tamaño de los buques que arriban al mismo, son parte de los problemas que experimenta Santo Tomás.
A nadie debe sorprender la actual crisis del puerto. Según se afirma, desde 1968 no se han hecho ampliaciones en el muelle. Los sindicatos de la portuaria ejercen una fuerte presión ya que cuentan con un pacto colectivo que en beneficios negociados cuesta unos Q80 millones al año.
Lo peor es que nos estamos quedando atrás en comparación con la región. Mientras Santo Tomás padece estos males, Puerto Cortés (Honduras) sufrió una modernización importante hace pocos años y es una opción viable para muchos que hoy usan Santo Tomás. Se dice que varias importaciones cuyo destino final es El Salvador y que solían ingresar por Santo Tomás a partir de la actual crisis lo harán por Puerto Cortés.
El Global Enabling Trade Report, que intenta medir la competitividad de un país en cuanto al comercio exterior, que elabora el Foro Económico Mundial ubica a Guatemala ocupa el puesto 69. Cuando este reporte califica lainfraestructura portuaria y terrestre resulta ocupamos el puesto 97 de 136, muy cerca de países como Ruanda, Argelia y Pakistán.
El tema es impostergable y el problema requiere de soluciones altamente creativas que nos permitan no únicamente superar la crisis profunda que pasa hoy Santo Tomás de Castilla sino proyectar un futuro más competitivo para nuestro comercio exterior. Es imposible que el desempeño económico mejore cuando no existe una política económica concreta.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo
La coyuntura crítica que vive el país ha puesto en un segundo plano el tema económico. La economía guatemalteca se mantiene relativamente estable pero el desempeño de la misma es bastante mediocre si la meta es sacar a millones de guatemaltecos de la pobreza.
Al respecto de la adormecida economía guatemalteca hay que señalar la crisis profunda que vive el puerto de Santo Tomás de Castilla. Recientemente la Asociación de Navieros de Guatemala anunció que dos empresas suspenderían operaciones en Puerto Santo Tomás debido a los retrasos en la carga y descarga de buques. Maersk, por ejemplo, trasladó algunas operaciones a Puerto Barrios.
El caso es que el puerto Santo Tomás de Castilla es muy importante. El puerto moviliza el 30% del comercio marítimo del país, solo por esa aduana el Estado consigue el 16% de los ingresos tributarios por concepto de IVA y DAI, y es el principal puerto de exportación de productos guatemaltecos hacia la costa este de los Estados Unidos y a Europa.
La situación que vive el puerto se debe a la antigüedad de la infraestructura. Los remolques y grúas, y la incapacidad del muelle que hace que las seis posiciones que tiene apenas se pueden usar la mitad por el tamaño de los buques que arriban al mismo, son parte de los problemas que experimenta Santo Tomás.
A nadie debe sorprender la actual crisis del puerto. Según se afirma, desde 1968 no se han hecho ampliaciones en el muelle. Los sindicatos de la portuaria ejercen una fuerte presión ya que cuentan con un pacto colectivo que en beneficios negociados cuesta unos Q80 millones al año.
Lo peor es que nos estamos quedando atrás en comparación con la región. Mientras Santo Tomás padece estos males, Puerto Cortés (Honduras) sufrió una modernización importante hace pocos años y es una opción viable para muchos que hoy usan Santo Tomás. Se dice que varias importaciones cuyo destino final es El Salvador y que solían ingresar por Santo Tomás a partir de la actual crisis lo harán por Puerto Cortés.
El Global Enabling Trade Report, que intenta medir la competitividad de un país en cuanto al comercio exterior, que elabora el Foro Económico Mundial ubica a Guatemala ocupa el puesto 69. Cuando este reporte califica lainfraestructura portuaria y terrestre resulta ocupamos el puesto 97 de 136, muy cerca de países como Ruanda, Argelia y Pakistán.
El tema es impostergable y el problema requiere de soluciones altamente creativas que nos permitan no únicamente superar la crisis profunda que pasa hoy Santo Tomás de Castilla sino proyectar un futuro más competitivo para nuestro comercio exterior. Es imposible que el desempeño económico mejore cuando no existe una política económica concreta.
República es ajena a la opinión expresada en este artículo