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Transformación democrática

Redacción República
29 de octubre, 2014

Es interesante
ver cómo en este país, donde tanto se ha
criticado la pasividad de los guatemaltecos para generar incidencia e impulsar
cambios y reformas a nuestro entorno político, se empiezan a ver
movimientos de una generación que no pretende quedarse con lo
brazos cruzados mientras el país es asaltado por sectores que buscan
pintarlo de gris. Esto definitivamente deja vislumbrar un panorama esperanzador
para el futuro próximo de nuestra Guatemala y a todas
luces demuestra que en realidad existen muchos ciudadanos que harán
todo lo posible por proteger nuestra institucionalidad democrática
y nuestros derechos ciudadanos. 

Mi abuelo
materno, de forma atinada, solía decir que: “Si los hechos y
atrocidades que comete la clase política en Guatemala
sucedieran en los países del primer mundo, provocarían
revoluciones o guerras civiles”.
Es por ello que el deleznable escenario
donde se produjo la elección de nuestras autoridades al
Organismo Judicial en donde acontecieron una serie de hechos dudosos, formó una especie de catarsis para que varios ciudadanos reaccionaran en aras
de proteger la integridad de nuestras
instituciones. De forma generalizada se evidenció el malestar de varios sectores, pues de permitir el asalto a nuestro
sistema de justicia se podría producir uno de los escenarios más
desafortunados en nuestra era democrática.

Sin embargo, varios de estos
movimientos (en donde es menester mencionar, participaron varios jóvenes
guatemaltecos), organizaciones sociales y personajes de la sociedad
guatemalteca demostraron con mucha valentía que ejerciendo presión
de manera pacífica, objetiva y haciendo valer su
voz se pueden conseguir resultados. Lograron, en una muestra sin precedentes,
que la más alta corte en materia Constitucional de Guatemala
ampara las demandas sociales y suspendiera de manera indefinida la viciada
elección por parte del Congreso de la República
de los nuevos magistrados electos de las Salas de Apelaciones y Corte Suprema
de Justicia, mientras se vislumbra el proceso en la Corte de Constitucionalidad
y se resuelve en definitiva los recursos legales interpuestos. Todo lo anterior
recurriendo a la vías democráticas existentes que hoy
en día nos permiten ser parte activa de todos estos
procesos. 

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por eso, vale reconocer, así como felicitar, al pueblo de Guatemala y todos aquellos partícipes
de esta transformación democrática
que como verdaderos guardianes del Estado de Derecho decidieron actuar. Como
compatriotas debemos reconocer su valiosa aportación en pro de la institucionalidad, la democracia y el debido respeto a nuestro régimen
de legalidad. 

Los recientes acontecimientos
deben sentar precedente en todos los guatemaltecos, especialmente los jóvenes,
que día a día se quejan de las circunstancias en
las que se encuentra su país.
A un año
de lo que será una de las elecciones mas importantes
en nuestro desarrollo democrático, sería
irresponsable no reconocer que seremos nosotros, y solamente nosotros, los
encargados de legitimar el proceso electoral. Estoy seguro que podemos lograr
grandes cosas, siempre y cuando decidamos unirnos como una sola nación
determinada a luchar por una misma causa.


Twitter:@satipalomov

Transformación democrática

Redacción República
29 de octubre, 2014

Es interesante
ver cómo en este país, donde tanto se ha
criticado la pasividad de los guatemaltecos para generar incidencia e impulsar
cambios y reformas a nuestro entorno político, se empiezan a ver
movimientos de una generación que no pretende quedarse con lo
brazos cruzados mientras el país es asaltado por sectores que buscan
pintarlo de gris. Esto definitivamente deja vislumbrar un panorama esperanzador
para el futuro próximo de nuestra Guatemala y a todas
luces demuestra que en realidad existen muchos ciudadanos que harán
todo lo posible por proteger nuestra institucionalidad democrática
y nuestros derechos ciudadanos. 

Mi abuelo
materno, de forma atinada, solía decir que: “Si los hechos y
atrocidades que comete la clase política en Guatemala
sucedieran en los países del primer mundo, provocarían
revoluciones o guerras civiles”.
Es por ello que el deleznable escenario
donde se produjo la elección de nuestras autoridades al
Organismo Judicial en donde acontecieron una serie de hechos dudosos, formó una especie de catarsis para que varios ciudadanos reaccionaran en aras
de proteger la integridad de nuestras
instituciones. De forma generalizada se evidenció el malestar de varios sectores, pues de permitir el asalto a nuestro
sistema de justicia se podría producir uno de los escenarios más
desafortunados en nuestra era democrática.

Sin embargo, varios de estos
movimientos (en donde es menester mencionar, participaron varios jóvenes
guatemaltecos), organizaciones sociales y personajes de la sociedad
guatemalteca demostraron con mucha valentía que ejerciendo presión
de manera pacífica, objetiva y haciendo valer su
voz se pueden conseguir resultados. Lograron, en una muestra sin precedentes,
que la más alta corte en materia Constitucional de Guatemala
ampara las demandas sociales y suspendiera de manera indefinida la viciada
elección por parte del Congreso de la República
de los nuevos magistrados electos de las Salas de Apelaciones y Corte Suprema
de Justicia, mientras se vislumbra el proceso en la Corte de Constitucionalidad
y se resuelve en definitiva los recursos legales interpuestos. Todo lo anterior
recurriendo a la vías democráticas existentes que hoy
en día nos permiten ser parte activa de todos estos
procesos. 

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Por eso, vale reconocer, así como felicitar, al pueblo de Guatemala y todos aquellos partícipes
de esta transformación democrática
que como verdaderos guardianes del Estado de Derecho decidieron actuar. Como
compatriotas debemos reconocer su valiosa aportación en pro de la institucionalidad, la democracia y el debido respeto a nuestro régimen
de legalidad. 

Los recientes acontecimientos
deben sentar precedente en todos los guatemaltecos, especialmente los jóvenes,
que día a día se quejan de las circunstancias en
las que se encuentra su país.
A un año
de lo que será una de las elecciones mas importantes
en nuestro desarrollo democrático, sería
irresponsable no reconocer que seremos nosotros, y solamente nosotros, los
encargados de legitimar el proceso electoral. Estoy seguro que podemos lograr
grandes cosas, siempre y cuando decidamos unirnos como una sola nación
determinada a luchar por una misma causa.


Twitter:@satipalomov