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La nueva batalla energética

Redacción República
02 de noviembre, 2014

Los medios de
comunicación se encuentran muy pendientes de las multitudinarias protestas
en Hong Kong y cómo reaccionará el
gobierno chino ante las mismas, sin embargo para el partido comunista estas no
pasan de ser una piedra en el zapato. La preocupación real del partido es la
reacción que estas protestas pueden generar en otros territorios chinos,
particularmente el Xinjiang. Este territorio ubicado al noroeste del país, es
de una importancia vital para el resto de China por sus recursos naturales,
particularmente los minerales y el petróleo y sus derivados. Es el área con
mayor diversidad étnica en China y donde la mayoría de su población, los
uigures, son musulmanes y debido a las restricciones oficiales sobre la libertad
de culto y la asociación se ha formado un movimiento separatista en dicha
región que sigue muy detenidamente lo que sucede en Hong Kong.


Del otro lado de
Eurasia otro conflicto sigue acaparando las noticias. Este fin de semana se
celebraron elecciones parlamentarias en Ucrania en donde ganó el bloque pro –
occidental lo que le dará una ventaja al nuevo presidente Poroshenko para
reafirmar sus lazos con Europa y Estados Unidos. Esto generará más tensiones y
una posible división de la zona este del país en donde la ocupación rusa se
hace cada vez más latente. Ucrania constituye un puente entre Europa y Asia,
pero particularmente es un extremo de un cinturón energético que llega
precisamente al Xinjiang y pasa por Irán.


Entre Ucrania y
Xinjiang se encuentra una de las áreas de mayor importancia energética del
siglo XXI que pasa desde el Mar Negro (Ucrania, Turquía, Rusia) pasa por el
Cáucaso (Georgia, Armenia, Azerbaiyán) entra al Mar Caspio (Kazajistán,
Turkmenistán, Irán) y sigue recto hasta el Xinjiang y baja por Irán para llegar
al medio oriente y al subcontinente asiático (Pakistán, India). Potencias como
Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China están conscientes de esta
situación y están listas para librar una gran batalla de carácter inter –
imperial por el control del área. Los conflictos que vemos hoy en aquella parte
del mundo son solo un inicio de lo que está por venir.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

@robertoantoniow

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reacción que estas protestas pueden generar en otros territorios chinos,
particularmente el Xinjiang. Este territorio ubicado al noroeste del país, es
de una importancia vital para el resto de China por sus recursos naturales,
particularmente los minerales y el petróleo y sus derivados. Es el área con
mayor diversidad étnica en China y donde la mayoría de su población, los
uigures, son musulmanes y debido a las restricciones oficiales sobre la libertad
de culto y la asociación se ha formado un movimiento separatista en dicha
región que sigue muy detenidamente lo que sucede en Hong Kong.


Del otro lado de
Eurasia otro conflicto sigue acaparando las noticias. Este fin de semana se
celebraron elecciones parlamentarias en Ucrania en donde ganó el bloque pro –
occidental lo que le dará una ventaja al nuevo presidente Poroshenko para
reafirmar sus lazos con Europa y Estados Unidos. Esto generará más tensiones y
una posible división de la zona este del país en donde la ocupación rusa se
hace cada vez más latente. Ucrania constituye un puente entre Europa y Asia,
pero particularmente es un extremo de un cinturón energético que llega
precisamente al Xinjiang y pasa por Irán.


Entre Ucrania y
Xinjiang se encuentra una de las áreas de mayor importancia energética del
siglo XXI que pasa desde el Mar Negro (Ucrania, Turquía, Rusia) pasa por el
Cáucaso (Georgia, Armenia, Azerbaiyán) entra al Mar Caspio (Kazajistán,
Turkmenistán, Irán) y sigue recto hasta el Xinjiang y baja por Irán para llegar
al medio oriente y al subcontinente asiático (Pakistán, India). Potencias como
Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, China están conscientes de esta
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