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“La vía de salida”

Redacción
11 de diciembre, 2014

Constantemente escuchamos y leemos sobre el tema del emprendimiento en los medios de comunicación.  Con facilidad nos preguntamos por qué tanto interés en este tema, si no es un concepto nuevo, prácticamente es un fenómeno que ha existido desde el inicio de la humanidad.

Quizás esta ola que vemos sobre el tema se debe a que los individuos están buscando resolver algunos temas por los que no pueden esperar más.  El proceso en el que un sistema centralizado y el gobierno pretenden resolverlo todo es demasiado lento para sus necesidades personales.  El emprendimiento se ve entonces como una pequeña luz al final del túnel.  Como de hecho lo es para aquellas personas que han quedado afuera del mercado laboral y necesitan buscar cómo se ganan la vida o simplemente no tendrán para comer, que sólo con eso ya lo hace suficientemente valioso e importante, al menos para esa persona y su familia.   Pero el emprendimiento es algo mucho más poderoso que la “única forma de salir adelante” de una persona que no tiene trabajo, es una ruta nueva y fresca para nuevas iniciativas de negocio de alto impacto.

Puede observarse que el emprendimiento se convierte en un camino para agilizar el proceso de desarrollo de una persona, su familia, las comunidades a las que pertenecen y por qué no sociedades completas o un país.

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Pareciera ser que el emprendimiento puede ser un motor, como algunos autores lo llaman: “el emprendedor, el motor del crecimiento”.  Qué tal si en un país como el nuestro haya se potenciara lo que se muestra en el último estudio del Monitor de Emprendimiento Global (GEM)[1], y es que en Guatemala, 39.6% de la población adulta (entre 18 y 65 años) está viendo oportunidades en las que le interesaría iniciar negocios.

La oportunidad está allí, cómo podemos generar un entorno permita a estos emprendedores desarrollarse de una mejor forma, y que el emprendimiento pueda convertirse en “la vía de salida” para países como el nuestro.  Un entorno que potencie a cada uno de estos individuos que tienen un interés activo por iniciar su negocio, y que eso permita que el desarrollo sea una respuestas de cómo Guatemala puede salir de los bajos niveles de PIB per cápita que hoy tiene y que no han mostrado cambios significativos en los últimos 35 años.  Pareciera ser que si seguimos haciendo lo mismo que hasta ahora nos tomará otros 100 años ver un ligero incremento en ese ingreso per cápita, moviéndose a una velocidad demasiado lenta para las necesidades y deseos que tienen los guatemaltecos.  Necesitamos buscar crecer exponencialmente, no de forma lineal.  Definitivamente esto no es un proceso que sucederá sólo, debemos ayudar a quitar esas piedras que son obstáculos en el camino, y permitir que Guatemala pueda convertirse en un lugar atractivo para emprender.

Por otro lado, además de esa población que tiene deseos de intentarlo, hay una generación de guatemaltecos jóvenes, bien preparados, apasionados con esas oportunidades que observan, con contactos internacionales importantes, que están viendo en el emprendimiento una nueva forma de crecimiento rápido, con deseos de competir de forma regional y por qué no, global.  Ejemplos que hemos oído en el último tiempo de guatemaltecos extraordinarios que brillan adentro y afuera de nuestras fronteras, por su capacidad de emprender y trabajar duro, como lo son Duolingo, Xumak, Kiej de los Bosques, Maria’s Bag, Cooperativa Dos Pinos, Wake and Shake, tantos ejemplos inspiradores.

Veamos en el emprendimiento esa capacidad de crecer y saltar varios escalones a la vez, en vez de seguir pacientemente buscando cuántos años tardamos en subir un peldaño de una escalinata que parece cada vez hacerse más larga.  ¡Vale la pena intentarlo!

[1] GEM:  Global Entrepreneurship Monitor,  la medición más grande de emprendimiento a nivel mundial y que en Guatemala la realiza la Universidad Francisco Marroquín y el Centro de Emprendimiento Kirzner año con año.

“La vía de salida”

Redacción
11 de diciembre, 2014

Constantemente escuchamos y leemos sobre el tema del emprendimiento en los medios de comunicación.  Con facilidad nos preguntamos por qué tanto interés en este tema, si no es un concepto nuevo, prácticamente es un fenómeno que ha existido desde el inicio de la humanidad.

Quizás esta ola que vemos sobre el tema se debe a que los individuos están buscando resolver algunos temas por los que no pueden esperar más.  El proceso en el que un sistema centralizado y el gobierno pretenden resolverlo todo es demasiado lento para sus necesidades personales.  El emprendimiento se ve entonces como una pequeña luz al final del túnel.  Como de hecho lo es para aquellas personas que han quedado afuera del mercado laboral y necesitan buscar cómo se ganan la vida o simplemente no tendrán para comer, que sólo con eso ya lo hace suficientemente valioso e importante, al menos para esa persona y su familia.   Pero el emprendimiento es algo mucho más poderoso que la “única forma de salir adelante” de una persona que no tiene trabajo, es una ruta nueva y fresca para nuevas iniciativas de negocio de alto impacto.

Puede observarse que el emprendimiento se convierte en un camino para agilizar el proceso de desarrollo de una persona, su familia, las comunidades a las que pertenecen y por qué no sociedades completas o un país.

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Pareciera ser que el emprendimiento puede ser un motor, como algunos autores lo llaman: “el emprendedor, el motor del crecimiento”.  Qué tal si en un país como el nuestro haya se potenciara lo que se muestra en el último estudio del Monitor de Emprendimiento Global (GEM)[1], y es que en Guatemala, 39.6% de la población adulta (entre 18 y 65 años) está viendo oportunidades en las que le interesaría iniciar negocios.

La oportunidad está allí, cómo podemos generar un entorno permita a estos emprendedores desarrollarse de una mejor forma, y que el emprendimiento pueda convertirse en “la vía de salida” para países como el nuestro.  Un entorno que potencie a cada uno de estos individuos que tienen un interés activo por iniciar su negocio, y que eso permita que el desarrollo sea una respuestas de cómo Guatemala puede salir de los bajos niveles de PIB per cápita que hoy tiene y que no han mostrado cambios significativos en los últimos 35 años.  Pareciera ser que si seguimos haciendo lo mismo que hasta ahora nos tomará otros 100 años ver un ligero incremento en ese ingreso per cápita, moviéndose a una velocidad demasiado lenta para las necesidades y deseos que tienen los guatemaltecos.  Necesitamos buscar crecer exponencialmente, no de forma lineal.  Definitivamente esto no es un proceso que sucederá sólo, debemos ayudar a quitar esas piedras que son obstáculos en el camino, y permitir que Guatemala pueda convertirse en un lugar atractivo para emprender.

Por otro lado, además de esa población que tiene deseos de intentarlo, hay una generación de guatemaltecos jóvenes, bien preparados, apasionados con esas oportunidades que observan, con contactos internacionales importantes, que están viendo en el emprendimiento una nueva forma de crecimiento rápido, con deseos de competir de forma regional y por qué no, global.  Ejemplos que hemos oído en el último tiempo de guatemaltecos extraordinarios que brillan adentro y afuera de nuestras fronteras, por su capacidad de emprender y trabajar duro, como lo son Duolingo, Xumak, Kiej de los Bosques, Maria’s Bag, Cooperativa Dos Pinos, Wake and Shake, tantos ejemplos inspiradores.

Veamos en el emprendimiento esa capacidad de crecer y saltar varios escalones a la vez, en vez de seguir pacientemente buscando cuántos años tardamos en subir un peldaño de una escalinata que parece cada vez hacerse más larga.  ¡Vale la pena intentarlo!

[1] GEM:  Global Entrepreneurship Monitor,  la medición más grande de emprendimiento a nivel mundial y que en Guatemala la realiza la Universidad Francisco Marroquín y el Centro de Emprendimiento Kirzner año con año.