Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Niños sin armas para luchar

Redacción República
17 de marzo, 2014

A finales del mes de enero me  invitaron a participar como “Embajadora de la Educación” para la Fundación Sergio Paiz (FUNSEPA) junto a otros tres jóvenes. Cuando me hablaron, sin pensarlo mucho acepté pues estoy consciente de la importancia de la formación en los niños para tener un mejor futuro. Luego tuvimos una reunión con Salvador Paiz, presidente de la Fundación. Salí atónita y asombrada de la situación actual del sistema educativo. Entre algunos de los datos presentados que más me sorprendieron, y sobre los cuales considero descansan las razones por las que estamos de esta manera.

Según datos del Ministerio de Finanzas, el Estado invierte de su presupuesto en educación Q10,745 millones. Aunque no todo se centra en el monto de inversión, es preciso señalar que de esta cantidad, el 80% del presupuesto de la cartera educativa es utilizado para cubrir nómina. Mientras que únicamente el 20% para otros gastos. En otras palabras, los gastos operativos son tan altos que dejan a la Cartera con una mínima e insuficiente cantidad para destinar fondos a la mejora del sistema, inversión en infraestructura, capacitación de docentes, compra de libros y materiales pedagógicos, tecnología, etc. 
Sumada a la poca inversión y distribución de la misma en el ministerio, hay que sumar que la cantidad de días para estudiar son muy pocos como para esperar buenos resultados. Países desarrollados como Japón cuentan con 243 días efectivos de clases, Corea del Sur 221 y Finlandia 200, mientras que Guatemala, en teoría, exige 180 días de clase. Sin embargo, en promedio los niños cuentan con 136 días efectivos de las clases (1)  a raíz de diferentes razones como manifestaciones por pagos de salarios, aumentos de los mismos, desastres naturales, imprevistos, etc. 
Lo anterior, nos lleva a cuestionar y analizar la vocación y aptitud de los docentes para ejercer su profesión. Pareciera ser que muchos de los maestros se han dedicado a tareas puramente sindicales, que inciden en ausencias a labores y pocos resultados académicos comprobables en los resultados de las últimas pruebas de docentes realizadas por el Ministerio de Educación. En el 2013, únicamente el 50% de respuestas correctas en lenguaje obtuvieron los maestros, mientras que en matemática es aún más alarmante: los docentes sólo acertaron el 36% de respuestas correctas. Si nuestros maestros no están preparados ¿Cómo podemos esperar que nuestros niños sí? 
En consecuencia a lo expresado, los niños no están aprendiendo lo suficiente. No sólo son muy pocos los que asisten a clases, sino que además, no absorben enteramente el contenido básico sin el cual, no pueden desarrollar ninguna otra aptitud. Para darnos una idea, un 26.03% de niños cuenta con un nivel mínimo de logro en pruebas de lectura y 8% en matemática (2). ¿Te impacta? 
Decidí hablar de la crítica situación de nuestro país en el tema educativo porque como ciudadana me preocupo por Guatemala. Si decimos que los jóvenes y niños son el futuro de nuestro país, ¿Con qué herramientas los estamos mandando a la guerra? 
Es momento que todos tomemos conciencia. Entendamos que es un tema complejo que tiene muchas más aristas (que no contemplé aquí por espacio como la desnutrición, embarazos prematuros e inseguridad), pero que abren el debate y la conciencia ciudadana para saber que debemos apoyar a iniciativas como FUNSEPA para hacer que éstos niños tengan un mejor futuro. Los ciudadanos educados, cuentan con más oportunidades, creen en sí mismos y se atreven a soñar. A mí me importa la educación en Guatemala, ¿Y a ti? 
(1) Datos tomados monitoreo realizado por Share Guatemala en 2013.
(2) Documento elaborado por FUNSEPA a partir de datos de DIGEDUCA, MINEDUC.
Twitter: @almazariegos

Niños sin armas para luchar

Redacción República
17 de marzo, 2014

A finales del mes de enero me  invitaron a participar como “Embajadora de la Educación” para la Fundación Sergio Paiz (FUNSEPA) junto a otros tres jóvenes. Cuando me hablaron, sin pensarlo mucho acepté pues estoy consciente de la importancia de la formación en los niños para tener un mejor futuro. Luego tuvimos una reunión con Salvador Paiz, presidente de la Fundación. Salí atónita y asombrada de la situación actual del sistema educativo. Entre algunos de los datos presentados que más me sorprendieron, y sobre los cuales considero descansan las razones por las que estamos de esta manera.

Según datos del Ministerio de Finanzas, el Estado invierte de su presupuesto en educación Q10,745 millones. Aunque no todo se centra en el monto de inversión, es preciso señalar que de esta cantidad, el 80% del presupuesto de la cartera educativa es utilizado para cubrir nómina. Mientras que únicamente el 20% para otros gastos. En otras palabras, los gastos operativos son tan altos que dejan a la Cartera con una mínima e insuficiente cantidad para destinar fondos a la mejora del sistema, inversión en infraestructura, capacitación de docentes, compra de libros y materiales pedagógicos, tecnología, etc. 
Sumada a la poca inversión y distribución de la misma en el ministerio, hay que sumar que la cantidad de días para estudiar son muy pocos como para esperar buenos resultados. Países desarrollados como Japón cuentan con 243 días efectivos de clases, Corea del Sur 221 y Finlandia 200, mientras que Guatemala, en teoría, exige 180 días de clase. Sin embargo, en promedio los niños cuentan con 136 días efectivos de las clases (1)  a raíz de diferentes razones como manifestaciones por pagos de salarios, aumentos de los mismos, desastres naturales, imprevistos, etc. 
Lo anterior, nos lleva a cuestionar y analizar la vocación y aptitud de los docentes para ejercer su profesión. Pareciera ser que muchos de los maestros se han dedicado a tareas puramente sindicales, que inciden en ausencias a labores y pocos resultados académicos comprobables en los resultados de las últimas pruebas de docentes realizadas por el Ministerio de Educación. En el 2013, únicamente el 50% de respuestas correctas en lenguaje obtuvieron los maestros, mientras que en matemática es aún más alarmante: los docentes sólo acertaron el 36% de respuestas correctas. Si nuestros maestros no están preparados ¿Cómo podemos esperar que nuestros niños sí? 
En consecuencia a lo expresado, los niños no están aprendiendo lo suficiente. No sólo son muy pocos los que asisten a clases, sino que además, no absorben enteramente el contenido básico sin el cual, no pueden desarrollar ninguna otra aptitud. Para darnos una idea, un 26.03% de niños cuenta con un nivel mínimo de logro en pruebas de lectura y 8% en matemática (2). ¿Te impacta? 
Decidí hablar de la crítica situación de nuestro país en el tema educativo porque como ciudadana me preocupo por Guatemala. Si decimos que los jóvenes y niños son el futuro de nuestro país, ¿Con qué herramientas los estamos mandando a la guerra? 
Es momento que todos tomemos conciencia. Entendamos que es un tema complejo que tiene muchas más aristas (que no contemplé aquí por espacio como la desnutrición, embarazos prematuros e inseguridad), pero que abren el debate y la conciencia ciudadana para saber que debemos apoyar a iniciativas como FUNSEPA para hacer que éstos niños tengan un mejor futuro. Los ciudadanos educados, cuentan con más oportunidades, creen en sí mismos y se atreven a soñar. A mí me importa la educación en Guatemala, ¿Y a ti? 
(1) Datos tomados monitoreo realizado por Share Guatemala en 2013.
(2) Documento elaborado por FUNSEPA a partir de datos de DIGEDUCA, MINEDUC.
Twitter: @almazariegos