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Desigualdad, movilidad social y pobreza

Redacción
27 de marzo, 2014

Medir la pobreza es casi imposible. Existen muchas formas de medirlas y todas tienen problemas metodológicos ya que la pobreza es un término relativo y no absoluto. El Dr. Carlos Sabino escribió claramente al respecto en el folleto de “Tópicos de Actualidad” No. 840 del CEES (Centro de Estudios Económico-Sociales) bajo el título de “Mitos sobre la Pobreza” (http://www.biblioteca.cees.org.gt/topicos/web/topic-840.html). 

La pobreza es carencia de riqueza pero es relativa con respecto a los demás, con relación al pasado y en comparación a las expectativas o futuro. Las mediciones que se pretenden hacer, sean como sean de acuerdo a consumo, ingresos o bienes, o de acuerdo a bienes y servicios acumulados van a tener un serio problema porque precisamente no toma en cuenta esa relatividad personal en cuanto a los demás, al pasado ni a las expectativas de cada quien. Sin embargo, estas mediciones se usan para medir niveles de pobreza y pobreza extrema trazando líneas que separan a unos y otros de los que ya no se les cataloga como pobres. Difícil emprendimiento. 
De aquí surgen preocupaciones de redistribución de renta e ingeniería social para tratar de disminuir las desigualdades, quitándole a unos por la fuerza para dárselo a los que se consideran menos pobres. Se dice entonces que se está actuando para lograr condiciones más igualitarias en la sociedad, para crear además mayor igualdad de oportunidades. 
Al hacer esto se olvida que todos esos recursos que se han obtenido por la fuerza vía impuestos significan un decaimiento de la actividad generadora de riqueza y creadora de empleos permanentes para consumirlo. A pesar de ello se justifican estas acciones redistributivas pensando en que la gente estará mejor. 
¿En verdad estará mejor la gente y tendrá iguales oportunidades? Lo dudo. Un sistema de redistribución de la riqueza genera menos oportunidades de mejora de nivel de vida de los pobres que uno que permita un mayor crecimiento económico. Si nos trazamos un horizonte de largo plazo y comparamos dos sistemas, uno de redistribución con alta carga fiscal que obviamente debe centralizar muchas decisiones en el gobierno y otro de libertad de mercado con descentralización de decisiones con baja carga fiscal nos daremos cuenta que el segundo tendrá un crecimiento económico mucho mayor que el primero. El segundo habrá sacado a más pobres de su situación mucho antes que el primer sistema. 
La desigualdad y la pobreza son afectadas por la movilidad social. En un sistema donde se logra un mayor crecimiento económico son precisamente los más pobres los que se enriquecen más rápidamente que los más ricos. 
¿Cree usted que la desigualdad en el mundo entero se ha incrementado o disminuido? Matt Ridley, autor de libros sobre evolución, genética y sociedad, responde con evidencia indicando que a pesar que en algunos lugares como China, India y América la desigualdad se ha incrementado recientemente, a nivel mundial ha disminuido independientemente de cómo se mida debido a que la gente en países pobres se está enriqueciendo más rápidamente que la gente en países ricos. 
Esta movilidad social es un hecho y si en verdad nos preocupan los pobres y cómo hacer para que mejoren su nivel de vida debemos apuntar a un mayor crecimiento económico y olvidarnos de las desigualdades. No debe importarnos la desigualdad si estamos generando oportunidades para que los pobres mejoren su nivel de vida. La movilidad social será mayor en la medida en que se den más oportunidades en el país. No olvidemos que la pobreza absoluta ha venido disminuyendo dramáticamente desde hace algunas décadas. Como se pregunta Ridley, si es así, entonces, ¿Por qué nos ha de importar que los ricos se hagan más ricos? 
[email protected]

Desigualdad, movilidad social y pobreza

Redacción
27 de marzo, 2014

Medir la pobreza es casi imposible. Existen muchas formas de medirlas y todas tienen problemas metodológicos ya que la pobreza es un término relativo y no absoluto. El Dr. Carlos Sabino escribió claramente al respecto en el folleto de “Tópicos de Actualidad” No. 840 del CEES (Centro de Estudios Económico-Sociales) bajo el título de “Mitos sobre la Pobreza” (http://www.biblioteca.cees.org.gt/topicos/web/topic-840.html). 

La pobreza es carencia de riqueza pero es relativa con respecto a los demás, con relación al pasado y en comparación a las expectativas o futuro. Las mediciones que se pretenden hacer, sean como sean de acuerdo a consumo, ingresos o bienes, o de acuerdo a bienes y servicios acumulados van a tener un serio problema porque precisamente no toma en cuenta esa relatividad personal en cuanto a los demás, al pasado ni a las expectativas de cada quien. Sin embargo, estas mediciones se usan para medir niveles de pobreza y pobreza extrema trazando líneas que separan a unos y otros de los que ya no se les cataloga como pobres. Difícil emprendimiento. 
De aquí surgen preocupaciones de redistribución de renta e ingeniería social para tratar de disminuir las desigualdades, quitándole a unos por la fuerza para dárselo a los que se consideran menos pobres. Se dice entonces que se está actuando para lograr condiciones más igualitarias en la sociedad, para crear además mayor igualdad de oportunidades. 
Al hacer esto se olvida que todos esos recursos que se han obtenido por la fuerza vía impuestos significan un decaimiento de la actividad generadora de riqueza y creadora de empleos permanentes para consumirlo. A pesar de ello se justifican estas acciones redistributivas pensando en que la gente estará mejor. 
¿En verdad estará mejor la gente y tendrá iguales oportunidades? Lo dudo. Un sistema de redistribución de la riqueza genera menos oportunidades de mejora de nivel de vida de los pobres que uno que permita un mayor crecimiento económico. Si nos trazamos un horizonte de largo plazo y comparamos dos sistemas, uno de redistribución con alta carga fiscal que obviamente debe centralizar muchas decisiones en el gobierno y otro de libertad de mercado con descentralización de decisiones con baja carga fiscal nos daremos cuenta que el segundo tendrá un crecimiento económico mucho mayor que el primero. El segundo habrá sacado a más pobres de su situación mucho antes que el primer sistema. 
La desigualdad y la pobreza son afectadas por la movilidad social. En un sistema donde se logra un mayor crecimiento económico son precisamente los más pobres los que se enriquecen más rápidamente que los más ricos. 
¿Cree usted que la desigualdad en el mundo entero se ha incrementado o disminuido? Matt Ridley, autor de libros sobre evolución, genética y sociedad, responde con evidencia indicando que a pesar que en algunos lugares como China, India y América la desigualdad se ha incrementado recientemente, a nivel mundial ha disminuido independientemente de cómo se mida debido a que la gente en países pobres se está enriqueciendo más rápidamente que la gente en países ricos. 
Esta movilidad social es un hecho y si en verdad nos preocupan los pobres y cómo hacer para que mejoren su nivel de vida debemos apuntar a un mayor crecimiento económico y olvidarnos de las desigualdades. No debe importarnos la desigualdad si estamos generando oportunidades para que los pobres mejoren su nivel de vida. La movilidad social será mayor en la medida en que se den más oportunidades en el país. No olvidemos que la pobreza absoluta ha venido disminuyendo dramáticamente desde hace algunas décadas. Como se pregunta Ridley, si es así, entonces, ¿Por qué nos ha de importar que los ricos se hagan más ricos? 
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