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Maduro no entiende economía

Redacción
24 de abril, 2014

Escuchar a Maduro hablar sobre la economía, contra la especulación, la instauración de precios topes, más controles e injerencia estatal y cerrar su país para que todo se produzca internamente me recuerda Guatemala, en la década de los ochentas, cuando se escuchaban los mismos argumentos y ataques contra la especulación debido a la inflación creciente y escasez de divisas. 

La razón de esta injerencia estatal era acabar con la especulación para frenar la inflación y garantizarle al consumidor precios “justos” tal y como hoy en día lo justifica Maduro. 
El problema de Maduro es que no entiende economía y está destruyendo aceleradamente lo poco que quedaba funcionando en su país. Cree que la especulación es el problema porque no entiende cómo funciona este maravilloso mecanismo de asignación de escasos recursos, lo mismo le pasa con los controles de precios porque no entiende cómo funcionan los precios en una sociedad de personas libres y responsables y de igual manera considera que la inflación es un problema de incremento de los precios de parte de los comerciantes y empresarios cuando es un problema exceso de emisión monetaria de parte del Banco Central de Venezuela. Precisamente su concepto de “precios justos” es errado pues precio justo es el precio que los consumidores y oferentes fijan libremente en el mercado. 
Su nuevo modelo económico llevará a Venezuela al precipicio. Todo lo que propone se ha probado ya en otros países y no ha funcionado. Hay cosas sencillas que le falta entender. 
Los precios del mercado libre son el resultado de miles de millones de intercambios de propiedades que las personas realizan en cada momento y en todas partes. Estos precios llevan información importante sobre la escasez, disponibilidad y demanda de cada producto. Por ello no es posible intervenir en los precios sin afectar la información y mandar una señal equivocada a todas las personas. De aquí que al establecer un precio tope máximo por encima del precio de mercado se cause escasez y desabastecimiento. 
Gracias a los especuladores, que tienen un papel importante en la economía y en la asignación de los escasos recursos sobretodo en épocas de desabastecimiento o incluso en épocas de sobreproducción. Cuando hay mucha producción y una sobreoferta de bienes y servicios el especulador está ahí para comprar y guardar a precios que él considera bajos para luego, más adelante poderlos vender a precios mayores y obtener un ganancia. Gracias al especulador que actúa con sus compras y almacenaje temporal de esa sobreoferta, los precios no llegan a bajar lo que hubieran bajado sin su presencia. Esto beneficia al productor que de lo contrario vendería aún más barato o el mismo tendría que guardar su producto hasta nuevas oportunidades corriendo un riesgo financiero y empresarial diferente al de su negocio de producir. El especulador arriesga y bastante. 
Pero también en época de escasez, cuando no hay producto, el especulador consigue el producto y lo tiene disponible a quien lo demanda al precio de mercado que en ese entonces estará alto. De esta manera, la acción especulativa evita que le precio se dispare a niveles aún mayores dado que es el especulador el que logra abastecer el mercado frenando en cierta medida la tendencia alcista de los precios. 
No es al especulador al que hay que atacar. Para que el mercado funcione y se elimine el desabastecimiento necesitamos más especuladores, comerciantes y empresarios que libremente puedan fijar sus precios y no tengan injerencia del gobierno en sus actividades. Es lo contrario de lo que Maduro pretende hacer y con ello terminará destruyendo la poca economía que aún queda en Venezuela antes de que cante un gallo.

Maduro no entiende economía

Redacción
24 de abril, 2014

Escuchar a Maduro hablar sobre la economía, contra la especulación, la instauración de precios topes, más controles e injerencia estatal y cerrar su país para que todo se produzca internamente me recuerda Guatemala, en la década de los ochentas, cuando se escuchaban los mismos argumentos y ataques contra la especulación debido a la inflación creciente y escasez de divisas. 

La razón de esta injerencia estatal era acabar con la especulación para frenar la inflación y garantizarle al consumidor precios “justos” tal y como hoy en día lo justifica Maduro. 
El problema de Maduro es que no entiende economía y está destruyendo aceleradamente lo poco que quedaba funcionando en su país. Cree que la especulación es el problema porque no entiende cómo funciona este maravilloso mecanismo de asignación de escasos recursos, lo mismo le pasa con los controles de precios porque no entiende cómo funcionan los precios en una sociedad de personas libres y responsables y de igual manera considera que la inflación es un problema de incremento de los precios de parte de los comerciantes y empresarios cuando es un problema exceso de emisión monetaria de parte del Banco Central de Venezuela. Precisamente su concepto de “precios justos” es errado pues precio justo es el precio que los consumidores y oferentes fijan libremente en el mercado. 
Su nuevo modelo económico llevará a Venezuela al precipicio. Todo lo que propone se ha probado ya en otros países y no ha funcionado. Hay cosas sencillas que le falta entender. 
Los precios del mercado libre son el resultado de miles de millones de intercambios de propiedades que las personas realizan en cada momento y en todas partes. Estos precios llevan información importante sobre la escasez, disponibilidad y demanda de cada producto. Por ello no es posible intervenir en los precios sin afectar la información y mandar una señal equivocada a todas las personas. De aquí que al establecer un precio tope máximo por encima del precio de mercado se cause escasez y desabastecimiento. 
Gracias a los especuladores, que tienen un papel importante en la economía y en la asignación de los escasos recursos sobretodo en épocas de desabastecimiento o incluso en épocas de sobreproducción. Cuando hay mucha producción y una sobreoferta de bienes y servicios el especulador está ahí para comprar y guardar a precios que él considera bajos para luego, más adelante poderlos vender a precios mayores y obtener un ganancia. Gracias al especulador que actúa con sus compras y almacenaje temporal de esa sobreoferta, los precios no llegan a bajar lo que hubieran bajado sin su presencia. Esto beneficia al productor que de lo contrario vendería aún más barato o el mismo tendría que guardar su producto hasta nuevas oportunidades corriendo un riesgo financiero y empresarial diferente al de su negocio de producir. El especulador arriesga y bastante. 
Pero también en época de escasez, cuando no hay producto, el especulador consigue el producto y lo tiene disponible a quien lo demanda al precio de mercado que en ese entonces estará alto. De esta manera, la acción especulativa evita que le precio se dispare a niveles aún mayores dado que es el especulador el que logra abastecer el mercado frenando en cierta medida la tendencia alcista de los precios. 
No es al especulador al que hay que atacar. Para que el mercado funcione y se elimine el desabastecimiento necesitamos más especuladores, comerciantes y empresarios que libremente puedan fijar sus precios y no tengan injerencia del gobierno en sus actividades. Es lo contrario de lo que Maduro pretende hacer y con ello terminará destruyendo la poca economía que aún queda en Venezuela antes de que cante un gallo.