Los hechos ocurridos la semana pasada en San José del Golfo, es una muestra más de lo peligroso que comienza a ser que se quiera anteponer derechos como el de la libertad de expresión o de protesta pacífica, al derecho de la libre circulación o privar arbitrariamente a las personas de su propiedad privada. Los “bien intencionados” organismos internacionales y ONGs que solapan este tipo de actividades, en donde claramente hay una manipulación de las comunidades, poniendo muchas veces en grave peligro a niños y mujeres, están claramente mal interpretando la Carta Internacional de Derechos Humanos, olvidando que el primer artículo promueve el comportamiento fraternal entre todos los seres humanos.
Los hechos ocurridos la semana pasada en San José del Golfo, es una muestra más de lo peligroso que comienza a ser que se quiera anteponer derechos como el de la libertad de expresión o de protesta pacífica, al derecho de la libre circulación o privar arbitrariamente a las personas de su propiedad privada. Los “bien intencionados” organismos internacionales y ONGs que solapan este tipo de actividades, en donde claramente hay una manipulación de las comunidades, poniendo muchas veces en grave peligro a niños y mujeres, están claramente mal interpretando la Carta Internacional de Derechos Humanos, olvidando que el primer artículo promueve el comportamiento fraternal entre todos los seres humanos.