Cada fruta se aprecia por su sabor, aporte a la dieta o su utilización en el platillo. De manera, que las manzanas permiten prepararse en infinidad de maneras por lo que son una excelente opción para considerar incluirlas en esas comidas especiales de fin de año.

Su inclusión va más allá de los postres, porque también son apreciadas en las comidas saladas como ingrediente principal. Un buen ejemplo es una ensalada de papa, manzana, apio, uvas y nueces con un aderezo de yogur, jugo de limón, perejil, sal y pimienta, servida sobre una cama de lechugas mixtas   o en un aderezo para ensalada donde el vinagre puede ser sustituido por jugo de manzana. Asimismo, en una salsa para acompañar las carnes que se prepara fácilmente cocinando las manzanas cortadas en trozos, rociadas con limón, agua, azúcar morena y canela; finalmente se licuan para obtener la consistencia deseada. Un puré de manzanas será una guarnición agradable para la carne de cerdo o adicione un par de manzanas mientras cocina el pavo o pierna, aportará sabor y consistencia al licuar los jugos de cocción para preparar la salsa.

Por supuesto, la manzana en un ingrediente estrella en infinidad de postres, los que también pueden ser ligeros como unas manzanas horneadas, rellenas de pasas, frutos secos, azúcar morena, canela y jugo de naranja o en una macedonia de frutas. Otra forma de incluirlas en la dieta es en refrescos o jugos y van bien con zanahoria o vegetales verdes como la col rizada o kale.

Para elegir una manzana, deberá estar firme al tacto, estar sin golpes, su piel estará tersa y tendrá buen color. Prefiera las variedades locales, que son generalmente en sabor, textura y más aromáticas. Adquiéralas cuando están de temporada y frescas, para evitar las conservadas en un medio frío, el cual detiene su proceso natural de maduración. Conserve en lugares frescos y lejos de otras frutas o verduras, ya que podrían absorber el sabor de las cebollas o dar un ligero sabor amargo a los tubérculos.

Si disfruta de comerla de forma natural, lávela justo antes de comerla, recuerde las manzanas frescas son bastante sanas, ya que son deliciosas cuando están maduras. Es conveniente consumirlas con su piel, son ricas en flavonoides, vitamina C y fibra. Si le retira la piel o las trocea, la piel se oxidará en poco tiempo, por lo que ayudará mantenerlas en agua con limón. Además, están las manzanas deshidratadas, como un método de conservación y posibilidad de tenerlas siempre a mano o para picar algo saludable entre comidas.

Por tanto, incluya manzanas en sus preparaciones y ¡disfrute de la riqueza de las comidas de la temporada!