Las remesas que envían los migrantes a sus familias, son fondos que ingresan a la economía del país que son económicamente netos. O sea que el país los recibe sin enviar un producto o proveer un servicio a cambio. Las remesas tienen un altísimo costo humano y social, lo cual bien podría ser tema de otras columnas.
Las exportaciones de bienes y servicios, junto con el turismo son la otra gran fuente de las divisas que ingresan al país y para que éstas vengan, se envían al exterior, precisamente bienes y servicios. Por ejemplo, se exportan camisas que consumieron tela, hilo, botones, electricidad, alquiler de locales, transporte, empaque, seguridad privada, todo lo cual además requirió el pago de IVA, y mano de obra que requirió el pago 14 sueldos, IGSS, IRTRA e INTECAP y al confeccionarlas se desgastó maquinaria que habrá que reponer periódicamente. Y se exporta azúcar. Y café. Y arveja china. Y mangos. Y un larguísimo etc.
El turista viene a dejar sus divisas. A cambio consume alojamiento en hoteles, comida y bebidas en restaurantes, servicios de guías y transportes, paga por artesanías.
Para que ingresen al país USD 12 mil millones por concepto de exportaciones y turismo, Guatemala tuvo que enviar productos y proveer servicios a quien los envió. Y además tuvo que hacer un esfuerzo en la promoción del país, sus bondades y bellezas.
Si ingresan al país USD 6 mil millones por remesas, Guatemala tuvo que enviar a sus hijas e hijos, esposas y esposos, hermanas y hermanos.
¿Qué guatemaltecos recibieron esas remesas? ¿Será que algunas de ellas llegaron a las manos del 5% de la población que según ENCOVI lo tiene todo? ¿Cuántas de ellas llegaron al 35% de la población que quedó en el medio, entre los que tienen todo y los que no tienen nada, y que nadie menciona?
Siendo que la gran mayoría de los migrantes provienen del sector económico que no encuentra oportunidades, óigase empleo, y que ve que las perspectivas no son muy prometedoras, entonces las remesas han de llegar, si mucho, al 50% de la población. No incluyo entre sus receptores al 10% inferior que vive en la miseria e indigencia, sin poder siquiera pensar en migrar.
Dice ENCOVI que 15 millones de guatemaltecos estamos organizados en poco más de 3 millones de familias. 4.8 personas por familia de los que 2 son adultos en edad laboral, 2.5 niños o jóvenes en edad de estudiar, 0.3 en edad de retiro o jubilación.
Entonces, en promedio, con toda la falta de certeza que produce sacar cualquier promedio en Guatemala, 1.5 millones de familias reciben los 6 mil millones de dólares de las remesas. O sea, Q. 2,500 al mes cada una.
Nos dice ENCOVI también que el número de las viviendas de adobe se redujo y las que cuentan con acceso a servicios básicos creció. El pobre invirtió en mejores condiciones de vida. Las remesas cumpliendo con su objetivo primordial.
Pero las remesas crecen y la pobreza crece también. ¿Qué está pasando? ¿A dónde se va ese dinero? ¿Son remesas de verdad?
Me declaro #encoviescéptico.
Las remesas que envían los migrantes a sus familias, son fondos que ingresan a la economía del país que son económicamente netos. O sea que el país los recibe sin enviar un producto o proveer un servicio a cambio. Las remesas tienen un altísimo costo humano y social, lo cual bien podría ser tema de otras columnas.
Las exportaciones de bienes y servicios, junto con el turismo son la otra gran fuente de las divisas que ingresan al país y para que éstas vengan, se envían al exterior, precisamente bienes y servicios. Por ejemplo, se exportan camisas que consumieron tela, hilo, botones, electricidad, alquiler de locales, transporte, empaque, seguridad privada, todo lo cual además requirió el pago de IVA, y mano de obra que requirió el pago 14 sueldos, IGSS, IRTRA e INTECAP y al confeccionarlas se desgastó maquinaria que habrá que reponer periódicamente. Y se exporta azúcar. Y café. Y arveja china. Y mangos. Y un larguísimo etc.
El turista viene a dejar sus divisas. A cambio consume alojamiento en hoteles, comida y bebidas en restaurantes, servicios de guías y transportes, paga por artesanías.
Para que ingresen al país USD 12 mil millones por concepto de exportaciones y turismo, Guatemala tuvo que enviar productos y proveer servicios a quien los envió. Y además tuvo que hacer un esfuerzo en la promoción del país, sus bondades y bellezas.
Si ingresan al país USD 6 mil millones por remesas, Guatemala tuvo que enviar a sus hijas e hijos, esposas y esposos, hermanas y hermanos.
¿Qué guatemaltecos recibieron esas remesas? ¿Será que algunas de ellas llegaron a las manos del 5% de la población que según ENCOVI lo tiene todo? ¿Cuántas de ellas llegaron al 35% de la población que quedó en el medio, entre los que tienen todo y los que no tienen nada, y que nadie menciona?
Siendo que la gran mayoría de los migrantes provienen del sector económico que no encuentra oportunidades, óigase empleo, y que ve que las perspectivas no son muy prometedoras, entonces las remesas han de llegar, si mucho, al 50% de la población. No incluyo entre sus receptores al 10% inferior que vive en la miseria e indigencia, sin poder siquiera pensar en migrar.
Dice ENCOVI que 15 millones de guatemaltecos estamos organizados en poco más de 3 millones de familias. 4.8 personas por familia de los que 2 son adultos en edad laboral, 2.5 niños o jóvenes en edad de estudiar, 0.3 en edad de retiro o jubilación.
Entonces, en promedio, con toda la falta de certeza que produce sacar cualquier promedio en Guatemala, 1.5 millones de familias reciben los 6 mil millones de dólares de las remesas. O sea, Q. 2,500 al mes cada una.
Nos dice ENCOVI también que el número de las viviendas de adobe se redujo y las que cuentan con acceso a servicios básicos creció. El pobre invirtió en mejores condiciones de vida. Las remesas cumpliendo con su objetivo primordial.
Pero las remesas crecen y la pobreza crece también. ¿Qué está pasando? ¿A dónde se va ese dinero? ¿Son remesas de verdad?
Me declaro #encoviescéptico.