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El cambio no puede ser específico.

Redacción
12 de junio, 2015

La coyuntura actual del país ha dado lugar a distintas manifestaciones y expresiones que en esencia, buscan cambios. Cambios en distintas áreas del Gobierno de Guatemala. No obstante, toda intención de cambio debe tener de base el fortalecimiento del estado de derecho. Un estado de derecho débil conlleva que las leyes se apliquen de manera desigual, que el alcance de los servicios básicos sea limitado, genera inseguridad ciudadana y violencia, provoca poca inversión y crecimiento económico. La ausencia de un estado de derecho fuerte evidencia efectos negativos como corrupción, ingobernabilidad e inestabilidad política.

Con un estado de derecho fuerte y sólido, se logra la construcción de un estado bien hecho. Un estado en que los elementos principales conviven en armonía. Sin embargo, para que un estado de derecho sea efectivo, es necesario tener claro cuáles son los elementos principales y cómo cada uno es fundamental.

Según el Proyecto de Justicia Mundial (The World Justice Project) en su último informe, estos cuatro elementos son: Gobierno Auditable, esto significa que cualquier individuo es auditable ante la ley; Gobierno Transparente y Marco Regulatorio (las leyes son claras, justas, prácticas e iguales para todos); Aplicación de la Justicia (los procesos son transparentes, justos, eficientes y accesibles a todos); y, Seguridad del Ciudadano y Derechos Fundamentales (protección y garantía de los derechos humanos de los individuos).

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Aunque no toda la población esté consciente, el estado de derecho nos afecta a todos. Su funcionamiento es de suma importancia, no sólo para la salud del sistema político del país, sino para el clima de negocios, medio ambiente, construcción de bienes inmuebles y obra pública, adicional a la aplicación de la justicia civil y acceso a servicios básicos. Los cimientos del estado de derecho son los que proveen las reglas claras y mantienen segura a la ciudadanía, resuelven conflictos y permiten propiciar condiciones de prosperidad. Es primordial que todos los sectores estén interesados en el fortalecimiento del estado de derecho en el país, no se puede construir un estado, sin estado de derecho.

Exigir cambios está bien. Pero el cambio no puede ser excluyente. Fortalecimiento institucional no es resolver temas que molestan, tampoco es crear propuestas individuales para temas específicos que responden a problemas coyunturales. El fortalecimiento del Estado de Guatemala requiere de una visión integral y largo plazo que plantee un re diseño del Estado de Guatemala.

El Estado de Guatemala es un sistema con varios sub sistemas, no a la inversa. Actualmente, muchos de los planteamientos surgen de lo específico a lo general, cuando en realidad la respuesta es de lo general a lo específico. Es atender lo importante, no lo urgente. Es necesario que los cambios que se exigen se fundamenten en un re diseño del Estado de Guatemala, no únicamente en los temas “más visibles y que afectan más”.

El cambio no puede ser aislado ni específico. No puede excluirse la visión integral de lo que es el funcionamiento armónico del Estado de Guatemala, ni tampoco se puede excluir la responsabilidad de haber decidido ser parte esencial del cambio.

El cambio no puede ser específico.

Redacción
12 de junio, 2015

La coyuntura actual del país ha dado lugar a distintas manifestaciones y expresiones que en esencia, buscan cambios. Cambios en distintas áreas del Gobierno de Guatemala. No obstante, toda intención de cambio debe tener de base el fortalecimiento del estado de derecho. Un estado de derecho débil conlleva que las leyes se apliquen de manera desigual, que el alcance de los servicios básicos sea limitado, genera inseguridad ciudadana y violencia, provoca poca inversión y crecimiento económico. La ausencia de un estado de derecho fuerte evidencia efectos negativos como corrupción, ingobernabilidad e inestabilidad política.

Con un estado de derecho fuerte y sólido, se logra la construcción de un estado bien hecho. Un estado en que los elementos principales conviven en armonía. Sin embargo, para que un estado de derecho sea efectivo, es necesario tener claro cuáles son los elementos principales y cómo cada uno es fundamental.

Según el Proyecto de Justicia Mundial (The World Justice Project) en su último informe, estos cuatro elementos son: Gobierno Auditable, esto significa que cualquier individuo es auditable ante la ley; Gobierno Transparente y Marco Regulatorio (las leyes son claras, justas, prácticas e iguales para todos); Aplicación de la Justicia (los procesos son transparentes, justos, eficientes y accesibles a todos); y, Seguridad del Ciudadano y Derechos Fundamentales (protección y garantía de los derechos humanos de los individuos).

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Aunque no toda la población esté consciente, el estado de derecho nos afecta a todos. Su funcionamiento es de suma importancia, no sólo para la salud del sistema político del país, sino para el clima de negocios, medio ambiente, construcción de bienes inmuebles y obra pública, adicional a la aplicación de la justicia civil y acceso a servicios básicos. Los cimientos del estado de derecho son los que proveen las reglas claras y mantienen segura a la ciudadanía, resuelven conflictos y permiten propiciar condiciones de prosperidad. Es primordial que todos los sectores estén interesados en el fortalecimiento del estado de derecho en el país, no se puede construir un estado, sin estado de derecho.

Exigir cambios está bien. Pero el cambio no puede ser excluyente. Fortalecimiento institucional no es resolver temas que molestan, tampoco es crear propuestas individuales para temas específicos que responden a problemas coyunturales. El fortalecimiento del Estado de Guatemala requiere de una visión integral y largo plazo que plantee un re diseño del Estado de Guatemala.

El Estado de Guatemala es un sistema con varios sub sistemas, no a la inversa. Actualmente, muchos de los planteamientos surgen de lo específico a lo general, cuando en realidad la respuesta es de lo general a lo específico. Es atender lo importante, no lo urgente. Es necesario que los cambios que se exigen se fundamenten en un re diseño del Estado de Guatemala, no únicamente en los temas “más visibles y que afectan más”.

El cambio no puede ser aislado ni específico. No puede excluirse la visión integral de lo que es el funcionamiento armónico del Estado de Guatemala, ni tampoco se puede excluir la responsabilidad de haber decidido ser parte esencial del cambio.