Aquí todos nos miramos las caras con signo de interrogación desde el 16 de abril respecto a la agenda y movimientos tácticos del gobierno de los Estados Unidos para Guatemala y el resto de la región Latinoamericana. ¿Cuál es esta agenda camaleónica de los EEUU?
Los tweets, los chats, los comentarios en Facebook, las noticias en todos los medios de comunicación explotan cada vez que el Embajador de los Estados Unidos, el señor Todd Robinson, expone con diplomacia sublime o con posturas contundentes y claras sus puntos de vista respecto a la corrupción en el país, y la urgente necesidad de hacer cambios de fondo que cambien el Estado de Guatemala.
Los temas más importantes para América Latina de la administración de Obama, surgen de las necesidades políticas internas de su gobierno, y en pro de los intereses geo políticos y económicos respectivamente. Pero OJO: el 16% de la población estadounidense es de origen Latino. En los llamados estados “péndulo” que son aquellos que han dirimido varios de los últimos procesos electorales, los votantes latinos hacen entre un 15 y un 20%. La población de origen latinoamericano ha crecido sostenidamente y ha transformado la demografía de los Estados Unidos. Su importancia política es creciente. El 73% de los votantes latinos sufragaron a favor de Obama en la última elección, mientras hace cuatro años ese porcentaje fue del 67%. Ningún otro candidato ha obtenido cifras tan altas. Clinton logró el 62% del voto latino en su reelección, pero lo que hay que considerar es que el peso de esa votación en el escenario general electoral ha venido también aumentado. De ahí que probablemente un tema básico hacia América Latina que, sin ser convencionalmente de política exterior, sea la migración. Esto les obliga a armar andamiajes de correlación política, económica y de seguridad con varios países: México, El Salvador, Guatemala, Ecuador, Colombia, Perú, entre otros. Es por ello que tener anclajes importantes al otro lado del Río Grande se ejecuta a través de las operaciones que la Embajada ejecuta en Guatemala por medio de su único y confiable operador la CICIG. Rescato la idea de que los EEUU, muy a pesar de las apariencias abrasivas de su implacable paso por los anales de la historia de nuestro país, su vinculación con Guatemala necesita que rinda resultados positivos, y debe ser extraordinariamente fuerte no sólo por la contigüidad geográfica, que en sí misma es una variable permanente, sino porque la red de articulaciones comerciales, políticas y de seguridad de Washington no se ha modificado estratégicamente de manera radical en los últimos años.
Es un error analítico suponer que los Estados Unidos vayan a seguir operando como lo hacían en tiempos de la Guerra Fría, no tienen ni la necesidad, ni tampoco es predominante la ideología de la segunda mitad del siglo XX, que implicaba la necesidad de intervención frente a cada sospecha de que sus intereses se vean afectados, puesto que no todos los temas devienen ahora ni se solucionan con la amenaza o el uso de instrumentos o militares. La relaciones entre los países siendo asimétricas son muy interdependientes y el menú de conductas muy variado. Por eso nos preguntamos ¿porque en Guatemala están contribuyendo a que se den estos cambios de remesón en remesón, y en El Salvador no hacen nada?
Una economía en plena recuperación en los EEUU necesita aliados que les suplan materias primas e insumos, alimentos y demás a precios baratos, dado que la alianza comercial con Asia y el Pacifico, quedo estancada en el Congreso. En todos los discursos el Presidente Obama insiste en abrir mercados. Eso causa perplejidad porque Estados Unidos es poco competitivo, tiene un crónico déficit en su balanza comercial y subsidia para exportar. El enigma se aclara si recordamos que el economista Suizo Jean Charles de Sismondi dijo hace 200 años, que en mercados abiertos, quienes tienen más dinero sacan de él a sus competidores. Siempre tendrán más dinero las empresas de un país que emite dinero de la nada. Ese privilegio es la base de la política comercial internacional de Estados Unidos.
En términos de su camaleónica agenda para nuestro país hay que saber que en pocos actores confían, o más bien, desconfían y están en la búsqueda de esos nuevos socios en la sociedad guatemalteca que dadas las condiciones legales puedan surgir, formalizarse, fortalecerse y dotar al nuevo sistema político y de gobierno con esa nueva generación de políticos y servidores públicos, que sean más representativos de las mayorías, con un compás moral que si sirva y con un sentido político de responsabilidad mucho más claro. Ese cadre de personas son los llamados a mover la aguja para que los privilegios y la impunidad sean erradicados.
Aquí todos nos miramos las caras con signo de interrogación desde el 16 de abril respecto a la agenda y movimientos tácticos del gobierno de los Estados Unidos para Guatemala y el resto de la región Latinoamericana. ¿Cuál es esta agenda camaleónica de los EEUU?
Los tweets, los chats, los comentarios en Facebook, las noticias en todos los medios de comunicación explotan cada vez que el Embajador de los Estados Unidos, el señor Todd Robinson, expone con diplomacia sublime o con posturas contundentes y claras sus puntos de vista respecto a la corrupción en el país, y la urgente necesidad de hacer cambios de fondo que cambien el Estado de Guatemala.
Los temas más importantes para América Latina de la administración de Obama, surgen de las necesidades políticas internas de su gobierno, y en pro de los intereses geo políticos y económicos respectivamente. Pero OJO: el 16% de la población estadounidense es de origen Latino. En los llamados estados “péndulo” que son aquellos que han dirimido varios de los últimos procesos electorales, los votantes latinos hacen entre un 15 y un 20%. La población de origen latinoamericano ha crecido sostenidamente y ha transformado la demografía de los Estados Unidos. Su importancia política es creciente. El 73% de los votantes latinos sufragaron a favor de Obama en la última elección, mientras hace cuatro años ese porcentaje fue del 67%. Ningún otro candidato ha obtenido cifras tan altas. Clinton logró el 62% del voto latino en su reelección, pero lo que hay que considerar es que el peso de esa votación en el escenario general electoral ha venido también aumentado. De ahí que probablemente un tema básico hacia América Latina que, sin ser convencionalmente de política exterior, sea la migración. Esto les obliga a armar andamiajes de correlación política, económica y de seguridad con varios países: México, El Salvador, Guatemala, Ecuador, Colombia, Perú, entre otros. Es por ello que tener anclajes importantes al otro lado del Río Grande se ejecuta a través de las operaciones que la Embajada ejecuta en Guatemala por medio de su único y confiable operador la CICIG. Rescato la idea de que los EEUU, muy a pesar de las apariencias abrasivas de su implacable paso por los anales de la historia de nuestro país, su vinculación con Guatemala necesita que rinda resultados positivos, y debe ser extraordinariamente fuerte no sólo por la contigüidad geográfica, que en sí misma es una variable permanente, sino porque la red de articulaciones comerciales, políticas y de seguridad de Washington no se ha modificado estratégicamente de manera radical en los últimos años.
Es un error analítico suponer que los Estados Unidos vayan a seguir operando como lo hacían en tiempos de la Guerra Fría, no tienen ni la necesidad, ni tampoco es predominante la ideología de la segunda mitad del siglo XX, que implicaba la necesidad de intervención frente a cada sospecha de que sus intereses se vean afectados, puesto que no todos los temas devienen ahora ni se solucionan con la amenaza o el uso de instrumentos o militares. La relaciones entre los países siendo asimétricas son muy interdependientes y el menú de conductas muy variado. Por eso nos preguntamos ¿porque en Guatemala están contribuyendo a que se den estos cambios de remesón en remesón, y en El Salvador no hacen nada?
Una economía en plena recuperación en los EEUU necesita aliados que les suplan materias primas e insumos, alimentos y demás a precios baratos, dado que la alianza comercial con Asia y el Pacifico, quedo estancada en el Congreso. En todos los discursos el Presidente Obama insiste en abrir mercados. Eso causa perplejidad porque Estados Unidos es poco competitivo, tiene un crónico déficit en su balanza comercial y subsidia para exportar. El enigma se aclara si recordamos que el economista Suizo Jean Charles de Sismondi dijo hace 200 años, que en mercados abiertos, quienes tienen más dinero sacan de él a sus competidores. Siempre tendrán más dinero las empresas de un país que emite dinero de la nada. Ese privilegio es la base de la política comercial internacional de Estados Unidos.
En términos de su camaleónica agenda para nuestro país hay que saber que en pocos actores confían, o más bien, desconfían y están en la búsqueda de esos nuevos socios en la sociedad guatemalteca que dadas las condiciones legales puedan surgir, formalizarse, fortalecerse y dotar al nuevo sistema político y de gobierno con esa nueva generación de políticos y servidores públicos, que sean más representativos de las mayorías, con un compás moral que si sirva y con un sentido político de responsabilidad mucho más claro. Ese cadre de personas son los llamados a mover la aguja para que los privilegios y la impunidad sean erradicados.