Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Trump vs. Clinton: El Show

Redacción
12 de octubre, 2016

¡Sean todos bienvenidos al show mediático del año! El segundo debate presidencial de Estados Unidos, entre Donald Trump y Hillary Clinton se perfilaba para ser un evento con más valor de entretenimiento que político, y lo fue. Las expectativas se habían inflado por un audio filtrado unos días antes en donde Trump alardeaba de cómo intentó tocar de forma indebida a una mujer casada, entre otras cosas. También se hablaba de que Trump contraatacaría con traer a la palestra casos antiguos de mujeres que acusaban a Bill Clinton de haberlas violado.

Y a esto, señoras y señores, ha llegado el nivel de debate político en una de las democracias más avanzadas del mundo. El debate terminó siendo una representación de lo que ha sido esta campaña, sin mucha substancia política y con mucho espectáculo mediático.

Trump, especialmente en los primeros minutos del debate, fue una caja repetidora de las mismas frases encadenadas de manera incoherente, adornada de manera estéril por una demagogia hiperbólica que tanto lo caracteriza. Solamente vale leer la transcripción de lo respondido por Trump para dar cuenta de sus incoherencias. Aunado a esto, Trump continuó con su estilo: un semblante y actitud petulante, agresiva y beligerante, algo que ciertamente le ha ayudado a conseguir una base sólida de votantes. Si bien Trump tenía claro los puntos de ataque a Clinton, su forma de articular sus respuestas y, sobretodo, las carencias en formular propuestas de su parte eran evidentes.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por otro lado, Clinton, una política de carrera y con amplia experiencia en este tipo de formatos, mostró estar serena y centrada en sus respuestas, bastante ensayadas por cierto, pero denotando lo que procede en un evento como este. Tal vez Clinton es “muy mecanizada” en su actuar y responder. Tal vez es por esto que aún no logra conectar con muchos votantes quienes la ven como una política de cartón. Más allá de esto, me parece que Clinton utilizó una estrategia de cautela, esperando los golpes de Trump y que el mismo se ahogara con sus propios disparates, como ocurrió también en el primer debate.

A pesar de todo esto, muchos analistas opinan que a Trump no le fue “tan mal” o que incluso “ganó” el debate ya que Clinton perdió la oportunidad para finalmente contraatacar y dar un golpe final a Trump. No creo que este debate haya servido para aumentar la base de votantes de Trump. En todo caso, solamente sirvió para consolidar su base actual y, de alguna manera, “salvar el barco” de la candidatura republicana al no continuar hundiéndose aún más tras el escandaloso audio filtrado la semana pasada.

Con este panorama, en donde muchos políticos republicanos están dando la espalda de manera pública a Trump, se podría predecir que su candidatura está perdida. Sin embargo, en un año en donde las predicciones y proyecciones políticas han estado, para mal o para bien, fuera de radar (caso Brexit y el “No” en Colombia), no podemos descartar alguna sorpresa. En una campaña que presenta a los candidatos con índices de aceptación más bajos de la historia, está para cualquiera.
Jorge V. Ávila Prera
@jorgeavilaprera

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Trump vs. Clinton: El Show

Redacción
12 de octubre, 2016

¡Sean todos bienvenidos al show mediático del año! El segundo debate presidencial de Estados Unidos, entre Donald Trump y Hillary Clinton se perfilaba para ser un evento con más valor de entretenimiento que político, y lo fue. Las expectativas se habían inflado por un audio filtrado unos días antes en donde Trump alardeaba de cómo intentó tocar de forma indebida a una mujer casada, entre otras cosas. También se hablaba de que Trump contraatacaría con traer a la palestra casos antiguos de mujeres que acusaban a Bill Clinton de haberlas violado.

Y a esto, señoras y señores, ha llegado el nivel de debate político en una de las democracias más avanzadas del mundo. El debate terminó siendo una representación de lo que ha sido esta campaña, sin mucha substancia política y con mucho espectáculo mediático.

Trump, especialmente en los primeros minutos del debate, fue una caja repetidora de las mismas frases encadenadas de manera incoherente, adornada de manera estéril por una demagogia hiperbólica que tanto lo caracteriza. Solamente vale leer la transcripción de lo respondido por Trump para dar cuenta de sus incoherencias. Aunado a esto, Trump continuó con su estilo: un semblante y actitud petulante, agresiva y beligerante, algo que ciertamente le ha ayudado a conseguir una base sólida de votantes. Si bien Trump tenía claro los puntos de ataque a Clinton, su forma de articular sus respuestas y, sobretodo, las carencias en formular propuestas de su parte eran evidentes.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

Por otro lado, Clinton, una política de carrera y con amplia experiencia en este tipo de formatos, mostró estar serena y centrada en sus respuestas, bastante ensayadas por cierto, pero denotando lo que procede en un evento como este. Tal vez Clinton es “muy mecanizada” en su actuar y responder. Tal vez es por esto que aún no logra conectar con muchos votantes quienes la ven como una política de cartón. Más allá de esto, me parece que Clinton utilizó una estrategia de cautela, esperando los golpes de Trump y que el mismo se ahogara con sus propios disparates, como ocurrió también en el primer debate.

A pesar de todo esto, muchos analistas opinan que a Trump no le fue “tan mal” o que incluso “ganó” el debate ya que Clinton perdió la oportunidad para finalmente contraatacar y dar un golpe final a Trump. No creo que este debate haya servido para aumentar la base de votantes de Trump. En todo caso, solamente sirvió para consolidar su base actual y, de alguna manera, “salvar el barco” de la candidatura republicana al no continuar hundiéndose aún más tras el escandaloso audio filtrado la semana pasada.

Con este panorama, en donde muchos políticos republicanos están dando la espalda de manera pública a Trump, se podría predecir que su candidatura está perdida. Sin embargo, en un año en donde las predicciones y proyecciones políticas han estado, para mal o para bien, fuera de radar (caso Brexit y el “No” en Colombia), no podemos descartar alguna sorpresa. En una campaña que presenta a los candidatos con índices de aceptación más bajos de la historia, está para cualquiera.
Jorge V. Ávila Prera
@jorgeavilaprera

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo