Política
Política
Empresa
Empresa
Investigación y Análisis
Investigación y Análisis
Internacional
Internacional
Opinión
Opinión
Inmobiliaria
Inmobiliaria
Agenda Empresarial
Agenda Empresarial

Soy una mujer vigente

Adriana Lopez
04 de marzo, 2016

Las radios y los canales de televisión ya están haciendo la publicidad sobre el día de la mujer. “Mandá tu nombre y la razón por la que te gusta ser mujer”- dice la locutora- “y entrá al sorteo de una canasta de chocolates para celebrar tu día.” Gracias amiga, pero para ese día yo no quiero chocolates. ¿Qué tal si mejor sortean un poco de dignidad? Lo último que me quedaba lo perdí la semana pasada cuando tuve que evitarme el placer de usar un short, porque íbamos a viajar con hombres y qué pena parecer muy suelta.

O quizá debería de hablar del jueves pasado que al salir del gimnasio fui a un centro comercial a comprar un regalo. Iba sola y antes de bajar del carro vi tres veces a mi alrededor para ver si alguien me estaba observando, entré a paso rápido a la tienda, compré mis cosas y salí de vuelta al parqueo sintiendo que en cualquier momento alguien me agarraba por detrás y me hacía llevarlo hasta al carro para darle las llaves. Porque claro, cuando ando con mi papá esto no podría suceder. Pero voy sola, en mi propio carro y sí, soy más vulnerable.

Y hablando del carro, saludos a mi amigo de la universidad que cada vez que me ve en mi carro me dice: “De verdad no entiendo porque pediste que te compraran un carro de macho. Esta es una camioneta de la que me imagino que baja un señor.” Pues el tamaño y el estilo del carro me gustaron dos años antes de que aprendiera a manejar y no, no iba a dejar de tenerlo sólo porque se veía “masculino”. Sin mencionar que cuando llegamos al predio a cotizar el precio de mi futuro carro, el señor me llevó inmediatamente al área de los Corolla y se rió cuando le dije que no quería eso, que más bien buscaba una camioneta. A propósito del tema, el mecánico siempre le explica a mi papá lo que le hicieron en el servicio al carro y siempre que llego a su taller me dan ganas de decirle: AMIGO, YO SOY QUIEN USO EL CARRO TODOS LOS DÍAS, QUÉ TAL SI ME EXPLICA A MI.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

También me encantaría que dejen de creer que sólo los hombres pueden comer mucho porque están creciendo. ¡SORPRESA! Las mujeres también crecemos y necesitamos comer tanto como ellos. Basta con preguntarme si estoy estudiando comunicación porque quiero salir dando las noticias, por que claro ¿verdad? Que raro sería creer que una mujer estudia ésta carrera para ser camarógrafa, activista social o quizá ser la relacionista pública de una gran empresa. Y ya no quiero que me digan que estoy de mal humor porque ando en mis días. 

Hace ratos que me prometí a mi misma que me iba a dejar de quejar tanto por éste tipo de cosas, pero no puedo callarme las cosas que me molestan y me pasan todos los días; cortesía de la sociedad machista que seguimos consintiendo. Y a los que seguramente van a criticar esta columna les quiero aclarar algo: el objetivo no es atacar a los hombres y victimizarnos. La violencia de género existe y ataca a todos por igual. Sé que tanto hombres como mujeres sufren de acosos, estereotipos e injusticias. Pero a propósito del Día Internacional de la Mujer, quería contarles que no queremos dominar al mundo, hacerlos nuestros esclavos ni mucho menos ser las reinitas del lugar, sólo queremos tener voz, sueños y fuerza como ustedes. Queremos ser mujeres vigentes.

Soy una mujer vigente

Adriana Lopez
04 de marzo, 2016

Las radios y los canales de televisión ya están haciendo la publicidad sobre el día de la mujer. “Mandá tu nombre y la razón por la que te gusta ser mujer”- dice la locutora- “y entrá al sorteo de una canasta de chocolates para celebrar tu día.” Gracias amiga, pero para ese día yo no quiero chocolates. ¿Qué tal si mejor sortean un poco de dignidad? Lo último que me quedaba lo perdí la semana pasada cuando tuve que evitarme el placer de usar un short, porque íbamos a viajar con hombres y qué pena parecer muy suelta.

O quizá debería de hablar del jueves pasado que al salir del gimnasio fui a un centro comercial a comprar un regalo. Iba sola y antes de bajar del carro vi tres veces a mi alrededor para ver si alguien me estaba observando, entré a paso rápido a la tienda, compré mis cosas y salí de vuelta al parqueo sintiendo que en cualquier momento alguien me agarraba por detrás y me hacía llevarlo hasta al carro para darle las llaves. Porque claro, cuando ando con mi papá esto no podría suceder. Pero voy sola, en mi propio carro y sí, soy más vulnerable.

Y hablando del carro, saludos a mi amigo de la universidad que cada vez que me ve en mi carro me dice: “De verdad no entiendo porque pediste que te compraran un carro de macho. Esta es una camioneta de la que me imagino que baja un señor.” Pues el tamaño y el estilo del carro me gustaron dos años antes de que aprendiera a manejar y no, no iba a dejar de tenerlo sólo porque se veía “masculino”. Sin mencionar que cuando llegamos al predio a cotizar el precio de mi futuro carro, el señor me llevó inmediatamente al área de los Corolla y se rió cuando le dije que no quería eso, que más bien buscaba una camioneta. A propósito del tema, el mecánico siempre le explica a mi papá lo que le hicieron en el servicio al carro y siempre que llego a su taller me dan ganas de decirle: AMIGO, YO SOY QUIEN USO EL CARRO TODOS LOS DÍAS, QUÉ TAL SI ME EXPLICA A MI.

SUSCRIBITE A NUESTRO NEWSLETTER

También me encantaría que dejen de creer que sólo los hombres pueden comer mucho porque están creciendo. ¡SORPRESA! Las mujeres también crecemos y necesitamos comer tanto como ellos. Basta con preguntarme si estoy estudiando comunicación porque quiero salir dando las noticias, por que claro ¿verdad? Que raro sería creer que una mujer estudia ésta carrera para ser camarógrafa, activista social o quizá ser la relacionista pública de una gran empresa. Y ya no quiero que me digan que estoy de mal humor porque ando en mis días. 

Hace ratos que me prometí a mi misma que me iba a dejar de quejar tanto por éste tipo de cosas, pero no puedo callarme las cosas que me molestan y me pasan todos los días; cortesía de la sociedad machista que seguimos consintiendo. Y a los que seguramente van a criticar esta columna les quiero aclarar algo: el objetivo no es atacar a los hombres y victimizarnos. La violencia de género existe y ataca a todos por igual. Sé que tanto hombres como mujeres sufren de acosos, estereotipos e injusticias. Pero a propósito del Día Internacional de la Mujer, quería contarles que no queremos dominar al mundo, hacerlos nuestros esclavos ni mucho menos ser las reinitas del lugar, sólo queremos tener voz, sueños y fuerza como ustedes. Queremos ser mujeres vigentes.