Comer sabroso y saludable es sencillo, simplemente hay que elegir muy bien los ingredientes a incluir y preparar los alimentos de la mejor manera. Es así como la espinaca tan versátil en la cocina, permite utilizarla en infinidad de platillos y así aprovechar su alto valor nutricional.
La espinaca, se encuentra fresca durante todo el año, sus hojas son de color verde intenso, se consumen crudas como base de una ensalada o un batido verde o en un dip o cocinadas ya sea de forma entera o picada o licuadas en salsas, guisos o sopas.
La sopa de espinaca puede elaborarse con la espinaca licuada o con las hojas cortadas como ingrediente principal junto a otros vegetales como zanahoria o papa, entre otras variantes. Así mismo, se emplean en suflés con una base de salsa bechamel o tortillas con base a huevo.
Cabe resaltar que los platos que se elaboran con base a la espinaca y salsa bechamel o mornay reciben el nombre “ a la florentina” Un buen ejemplo son los huevos a la florentina.
Las hortalizas de hoja, responden a una clasificación como su nombre lo indica donde se utiliza la misma hoja en las preparaciones. Generalmente se prefieren las que ofrecen un color verde intenso, ya que son más ricas en nutrientes.
Se busca siempre el mejor método de cocción para conservar de la mejor manera su valor nutricional, sabor y color. Es así como el blanqueado es muy conveniente, ya que las hojas de la espinaca se introducen por un par de minutos en agua hirviendo. Después del blanqueado, podrán incorporarse a una salsa o a una salsa de tomate o en un envueltas en huevo.
Otros métodos son al vapor o el salteado que requiere de una mínima cantidad de aceite, estarán listas en poco tiempo y al adicionarle a las espinacas un poco de mantequilla o aceite se mejora la absorción de carotenoides que contiene.
Es recomendable cocinar las espinacas en agua con sal y con la olla tapada. Posteriormente se pasan o refrescan con agua fría con el propósito que queden crujientes y luzcan su colorido. Se consume tanto las hojas como los tallos, pero tenga presente que las hojas se cocinan en menos tiempo, por lo que agregue primero los tallos picados para que estén en su punto justo de cocción.
Para su selección, busque las espinacas frescas, con las hojas tersas y sus tallos crujientes. Se conservan en refrigeración, pero siempre procure consumirlas en breve, porque pierden fácilmente sus propiedades nutricionales como el hierro, magnesio, calcio y vitaminas.
Siempre, habrá una forma de incluir las espinacas en la dieta como una opción, disfrute de una ensalada de espinaca con fresas y ajonjolí tostado con un aderezo de mostaza y miel
Comer sabroso y saludable es sencillo, simplemente hay que elegir muy bien los ingredientes a incluir y preparar los alimentos de la mejor manera. Es así como la espinaca tan versátil en la cocina, permite utilizarla en infinidad de platillos y así aprovechar su alto valor nutricional.
La espinaca, se encuentra fresca durante todo el año, sus hojas son de color verde intenso, se consumen crudas como base de una ensalada o un batido verde o en un dip o cocinadas ya sea de forma entera o picada o licuadas en salsas, guisos o sopas.
La sopa de espinaca puede elaborarse con la espinaca licuada o con las hojas cortadas como ingrediente principal junto a otros vegetales como zanahoria o papa, entre otras variantes. Así mismo, se emplean en suflés con una base de salsa bechamel o tortillas con base a huevo.
Cabe resaltar que los platos que se elaboran con base a la espinaca y salsa bechamel o mornay reciben el nombre “ a la florentina” Un buen ejemplo son los huevos a la florentina.
Las hortalizas de hoja, responden a una clasificación como su nombre lo indica donde se utiliza la misma hoja en las preparaciones. Generalmente se prefieren las que ofrecen un color verde intenso, ya que son más ricas en nutrientes.
Se busca siempre el mejor método de cocción para conservar de la mejor manera su valor nutricional, sabor y color. Es así como el blanqueado es muy conveniente, ya que las hojas de la espinaca se introducen por un par de minutos en agua hirviendo. Después del blanqueado, podrán incorporarse a una salsa o a una salsa de tomate o en un envueltas en huevo.
Otros métodos son al vapor o el salteado que requiere de una mínima cantidad de aceite, estarán listas en poco tiempo y al adicionarle a las espinacas un poco de mantequilla o aceite se mejora la absorción de carotenoides que contiene.
Es recomendable cocinar las espinacas en agua con sal y con la olla tapada. Posteriormente se pasan o refrescan con agua fría con el propósito que queden crujientes y luzcan su colorido. Se consume tanto las hojas como los tallos, pero tenga presente que las hojas se cocinan en menos tiempo, por lo que agregue primero los tallos picados para que estén en su punto justo de cocción.
Para su selección, busque las espinacas frescas, con las hojas tersas y sus tallos crujientes. Se conservan en refrigeración, pero siempre procure consumirlas en breve, porque pierden fácilmente sus propiedades nutricionales como el hierro, magnesio, calcio y vitaminas.
Siempre, habrá una forma de incluir las espinacas en la dieta como una opción, disfrute de una ensalada de espinaca con fresas y ajonjolí tostado con un aderezo de mostaza y miel