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Santa Teresa de Calcuta

Redacción
10 de septiembre, 2016

Nació el 7 de octubre de 1910 en el imperio Otomano. Hizo su primera comunión a los 5 años, se confirmó en la Iglesia católica a los 6. Y a los 18 años ya había descubierto su vocación, o al menos el inicio de esta. Perteneció al convento irlandés de Loreto, donde adoptó el nombre de Teresa, en honor a Santa Teresa de Lisieux, patrona de los misioneros; y ahí pasó 20 años enseñando. Hasta que luego vio la necesidad de preocuparse por la gente pobre y enferma, aquellos que el mundo descarta y ve como poco útiles.
Se trasladó a Calcuta, en la India y desde ese momento dedicó cada instante de su vida a cuidar a los más necesitados. Niños, ancianos y enfermos fueron la prioridad de esta santa. Tanto que decidió fundar una congregación que tuviera como principal objetivo la ayuda a los demás, a aquellos enfermos y abandonados. Las Misioneras de la Caridad.
Quienes tuvieron la oportunidad de conocerla la describen como humilde, atenta y siempre sonriente. A pesar de su labor tremendamente agotadora siempre estaba dispuesta y feliz para cualquier persona que se le acercara. Con todo y todo aún hay personas que dudan de sus buenas obras. Hay que recordar que estas buenas obras no solo fueron reconocidas por la Iglesia sino que también recibió varios reconocimiento gubernamentales y además en 1979 el premio Novel de la paz.
Falleció el 5 de septiembre de 1997, de ahí que su festividad será celebrada ese día. Fue beatificada el 19 de octubre de 2003 por su gran amigo San Juan Pablo II y 13 años después fue canonizada. Santa Teresa de Calcuta es ahora la santa patrona de los voluntarios, será quien vele por todas esas personas alrededor del mundo que se desprenden de sus comodidades y se olvidan algo de sí mismos en búsqueda de hacer un mundo mejor. A los voluntarios, ahí tienen un ejemplo sobre cómo no desmayar ante ninguna dificultad y aún en los momentos difíciles, dentro de nuestra propia fe, seguir confiando que de alguna manera u otra las cosas saldrán bien.
Toda la Iglesia católica se alegra de que ahora entre los nombres de los santos este el de Teresa de Calcuta porque desde hace mucho tiempo ya, incluso antes de su muerte, teníamos la certeza que esta mujer llevaba a todos lados el significado vivo de santidad gracias a su trabajo desinteresado y lleno de amor por los demás.

República.gt es ajena a la opinión expresada en este artículo

Santa Teresa de Calcuta

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10 de septiembre, 2016

Nació el 7 de octubre de 1910 en el imperio Otomano. Hizo su primera comunión a los 5 años, se confirmó en la Iglesia católica a los 6. Y a los 18 años ya había descubierto su vocación, o al menos el inicio de esta. Perteneció al convento irlandés de Loreto, donde adoptó el nombre de Teresa, en honor a Santa Teresa de Lisieux, patrona de los misioneros; y ahí pasó 20 años enseñando. Hasta que luego vio la necesidad de preocuparse por la gente pobre y enferma, aquellos que el mundo descarta y ve como poco útiles.
Se trasladó a Calcuta, en la India y desde ese momento dedicó cada instante de su vida a cuidar a los más necesitados. Niños, ancianos y enfermos fueron la prioridad de esta santa. Tanto que decidió fundar una congregación que tuviera como principal objetivo la ayuda a los demás, a aquellos enfermos y abandonados. Las Misioneras de la Caridad.
Quienes tuvieron la oportunidad de conocerla la describen como humilde, atenta y siempre sonriente. A pesar de su labor tremendamente agotadora siempre estaba dispuesta y feliz para cualquier persona que se le acercara. Con todo y todo aún hay personas que dudan de sus buenas obras. Hay que recordar que estas buenas obras no solo fueron reconocidas por la Iglesia sino que también recibió varios reconocimiento gubernamentales y además en 1979 el premio Novel de la paz.
Falleció el 5 de septiembre de 1997, de ahí que su festividad será celebrada ese día. Fue beatificada el 19 de octubre de 2003 por su gran amigo San Juan Pablo II y 13 años después fue canonizada. Santa Teresa de Calcuta es ahora la santa patrona de los voluntarios, será quien vele por todas esas personas alrededor del mundo que se desprenden de sus comodidades y se olvidan algo de sí mismos en búsqueda de hacer un mundo mejor. A los voluntarios, ahí tienen un ejemplo sobre cómo no desmayar ante ninguna dificultad y aún en los momentos difíciles, dentro de nuestra propia fe, seguir confiando que de alguna manera u otra las cosas saldrán bien.
Toda la Iglesia católica se alegra de que ahora entre los nombres de los santos este el de Teresa de Calcuta porque desde hace mucho tiempo ya, incluso antes de su muerte, teníamos la certeza que esta mujer llevaba a todos lados el significado vivo de santidad gracias a su trabajo desinteresado y lleno de amor por los demás.

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