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Comentemos el Primer debate Presidencial

Betty Marroquin
27 de septiembre, 2016

Para empezar, en mi muy personal opinión, salieron empatados de éste debate, aunque los principales medios le dan la victoria a ella. Fue un debate categoría C, porque no llegaron al nivel ni de un Bill Clinton, ni de un Ronald Reagan. Ambos dejan al final, un mal sabor y una enorme preocupación por lo que pueda pasar cuando uno de ellos llegue a la Presidencia más poderosa del planeta. Como bien dijeron varios analistas estadounidenses, Donald Trump volvió a su personalidad inicial, la que le ganó la nominación sin vociferar más de la cuenta. Sin duda, tienen razón cuando dicen que en ésta elección una cosa es lo que perciben los analistas, los del círculo de Washington, y otra lo que percibe el ciudadano promedio. Ella, como el buen político sazón que es, mantuvo su compostura en casi todo el debate, hasta el final que sacudió los hombros un como en frustración. Ahora bien, él hubiese podido hacerla pica pica, pero creo que olvidó algunos argumentos.

Cuando ella lo atacó con las dos demandas por temas financieros, él hubiese podido responderle, adicionalmente a lo que dijo aclarando que fueron demandas colectivas que resolvieron con acuerdos económicos, que al menos el duerme tranquilo porque no fue él quien dejó libre a Thomas Alfred Taylor en 1975, luego de que violara a una niña de 12 años, sabiendo que era culpable. Ella lo defendió y se jactó de haberlo hecho en una entrevista televisiva. Cuando ella lo atacó con que él no había pagado a miles de contratistas, él hubiera podido defenderse preguntándole porqué si eso fuera verdad, no tenía miles de demandas laborales, cosa que en los Estados Unidos, son temibles e ineludibles. O sacar a colación el escándalo de Whitewater, la fallida inversión de bienes raíces en Arkansas.

Hillary acusó a Trump de haber apoyado la guerra en Iraq, que según parece si apoyó en su momento aunque luego cambió de opinión. Trump hubiera podido responderle que no contaba con la cantidad de información a la que ella sí tenía acceso como Senadora (2001 al 2009). Trump hubiese podido refrescarle la memoria sacando de nuevo a la luz otro escandalito, que ella ha mentido sobre cosas delicadas que afectan el sentimiento del votante, como su aterrizaje “bajo fuego cruzado” en Bosnia, cuando la filmación demuestra que no existió ningún fuego cruzado, y luego dijo que se confundió, cuando jamás ha aterrizado bajo ningún fuego cruzado, en ninguna parte. Lo mismo cuando ella dijo que el crimen ha disminuido en la ciudad de Nueva York desde que el Alcalde Demócrata Di Blassio tomara posesión, cuando según un artículo del Huffington Post titulado “New York City Murder Rate Drops To Historic Low” del 4 de abril del 2016, el crimen por armas de fuego se ha reducido pero no así el de arma blanca ni los asaltos. Sin embargo, el New York Times dice que ella tiene la razón.

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En lo comercial, por ejemplo, los Demócratas han sido tradicionalmente los mayores obstáculos para lograr cualquier tratado de libre comercio, dado a su cercanía on los sindicatos y a su filosofía socialista. Sin embargo, cuando la Secretario Clinton negó haber apoyado el TPP (Trans Pacific Partnership Act) mintió. En una grabación televisiva de ABC Australia, del 15 de noviembre del 2012, ella sale diciendo que es en resumen, una maravilla de acuerdo comercial. Es decir, ambos mintieron en el tema, o es que les falla la memoria. Lo que muchos ignoran es que la mitad de las cosas que Trump amenaza con hacer, como renegociar los TLCs (Tratados de Libre Comercio), necesitará el aval del Congreso para lograrlo. El Congreso de los USA está conformado por verdaderos profesionales de la política, que si bien con demasiada frecuencia no tienen el bien de la nación por encima del propio o del bien del partido, saben que cosas como esas no son políticamente viables y más bien podrían ser contraproducentes. Por ende, si renegocian NAFTA o inclusive CAFTA, por el que Hillary votó en contra, sería bajo la tutela de los expertos del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara y del Comité de Finanzas del Senado. Lo del muro me resulta risible, el Congreso dudo que lo avale. Un muro virtual con drones he escuchado que sería más factible.

Los políticos son gente realmente peculiar. Tienen un sentido de ética sumamente difuso, y de integridad sumamente elástico. Por ejemplo, la Secretario Clinton propone una infinidad de cosas que suenan bonito, pero que para financiarlas no podrá usar precisamente dinero de Monopoly. Si bien habló de su padre como pequeño artesano, no sabe lo que significa pagar planillas, afrontar deudas en el banco para hacer progresar su negocio, correr riesgos. Trump emplea cuantiosa mano de obra latina en sus hoteles y casinos, y no creo que sea anti-inmigrantes. Su problema es que generaliza y dice lo que nadie se atreve a decir, pero que es lo que piensa el votante anglosajón promedio: los inmigrantes están cambiando la cara de su país, no se americanizan y no parecen amar a los USA. Lo vemos por ejemplo cuando se da un partido entre la selección mexicana y la estadounidense, ellos apoyan visiblemente a la mexicana.. Es decir, nacen en los USA pero no lo ven como su país. Y luego están los índices de criminalidad de las minorías que nos guste o no, saltan a la vista.

Ella votó en favor del controvertido y sumamente peligroso Acuerdo con Irán (que le permitirá a éste convertirse en una potencia aún más temible, a pesar de que de todos es sabido que financia a los grupos terroristas en Medio Oriente y Africa, y simpatiza con regímenes como el Chavista en el Continente Americano). Ella promete que de ser electa, si detectan cualquier anomalía en Irán, volvería a poner en vigor las sanciones. También recibió dinero para su campaña de George Soros, un conocido opositor de Israel. Trump ha invertido en Medio Oriente, y es amigo de muchos de los líderes. Sin embargo, sus ataques contra los musulmanes, en general, como con los latinos, le ha ganado muchas antipatías.

Los Demócratas no permiten al FBI actuar y vigilar con mayor atención a los ciudadanos estadounidenses que podrían ser reclutados o que muestran simpatías o interés hacia grupos terroristas. Eso hace el tema más difícil de controlar dentro de los USA. Los Republicanos tienen menos problema con el tema de la privacidad.

Si bien Trump como suele hacer, exageró que Clinton ha venido lidiando con ISIS toda su vida adulta, cuando ISIS surgió en el 2013, si es verdad que los Demócratas quieren poner a la luz pública demasiada información sobre como combatirán el terrorismo, y es verdad que ese ahora tan temible grupo terrorista que ha llegado a dominar regiones enteras en Africa y Medio Oriente, ha crecido bajo la administración Obama. Es decir, puede que Trump tenga razón cuando dice que los Demócratas han sido blandos en su trato con terroristas. Todos recordamos Black Hawk Down, cuando Bill Clinton falló en su enfoque y estrategia con Sudán y ella como Secretario de Estado ha recibido muchos ataques por su papel en el caso de Benghazi..

Estoy de acuerdo con el Economist, quién en su análisis post-debate nos dice que quienes sintonizaron el debate siendo simpatizantes de Trump o de Clinton seguramente no cambiaron de parecer. Quienes piensan que Trump no está preparado o que ella es una socialista, no vieron su opinión alterada. Toca ver los que siguen para aclarar mejor el panorama. CNN le da un 51% a Clinton y un 47% a Trump. BBC da un 48% a Clinton y un 46% a Trump. Que los medios son en general anti Trump, es evidente. Hasta Lester Holt se notaba contra él. Cabe recordar que Romney le ganó a Obama en el primer debate, pero no ganó la elección. Veremos como reacciona el colegio electoral en noviembre.

En mi opinión, y pensando únicamente en mi país, Trump sería mejor para Guatemala porque no siendo amigo de la guerrilla y los comunistas y socialistas, es más probable que impulse políticas generadoras de empleo en Guatemala (realmente atraer inversión extranjera y progreso) para evitar que más guatemaltecos se vayan a los USA. Ella, ha demostrado ser anti sector productivo, es amiga de Claudia Paz y Paz y Yasmin Barrios y eso es suficiente para no querer que gane. Trump sabe que quienes usan sus casinos y hoteles es en la gran mayoría clase media. Sabe que el único modo de detener la inmigración hacia los USA es generar empleo en los países anfitriones. Cada quien se forma su opinión, acertada o no, pero podemos coincidir en esperar que sea lo mejor para Guatemala.

Comentemos el Primer debate Presidencial

Betty Marroquin
27 de septiembre, 2016

Para empezar, en mi muy personal opinión, salieron empatados de éste debate, aunque los principales medios le dan la victoria a ella. Fue un debate categoría C, porque no llegaron al nivel ni de un Bill Clinton, ni de un Ronald Reagan. Ambos dejan al final, un mal sabor y una enorme preocupación por lo que pueda pasar cuando uno de ellos llegue a la Presidencia más poderosa del planeta. Como bien dijeron varios analistas estadounidenses, Donald Trump volvió a su personalidad inicial, la que le ganó la nominación sin vociferar más de la cuenta. Sin duda, tienen razón cuando dicen que en ésta elección una cosa es lo que perciben los analistas, los del círculo de Washington, y otra lo que percibe el ciudadano promedio. Ella, como el buen político sazón que es, mantuvo su compostura en casi todo el debate, hasta el final que sacudió los hombros un como en frustración. Ahora bien, él hubiese podido hacerla pica pica, pero creo que olvidó algunos argumentos.

Cuando ella lo atacó con las dos demandas por temas financieros, él hubiese podido responderle, adicionalmente a lo que dijo aclarando que fueron demandas colectivas que resolvieron con acuerdos económicos, que al menos el duerme tranquilo porque no fue él quien dejó libre a Thomas Alfred Taylor en 1975, luego de que violara a una niña de 12 años, sabiendo que era culpable. Ella lo defendió y se jactó de haberlo hecho en una entrevista televisiva. Cuando ella lo atacó con que él no había pagado a miles de contratistas, él hubiera podido defenderse preguntándole porqué si eso fuera verdad, no tenía miles de demandas laborales, cosa que en los Estados Unidos, son temibles e ineludibles. O sacar a colación el escándalo de Whitewater, la fallida inversión de bienes raíces en Arkansas.

Hillary acusó a Trump de haber apoyado la guerra en Iraq, que según parece si apoyó en su momento aunque luego cambió de opinión. Trump hubiera podido responderle que no contaba con la cantidad de información a la que ella sí tenía acceso como Senadora (2001 al 2009). Trump hubiese podido refrescarle la memoria sacando de nuevo a la luz otro escandalito, que ella ha mentido sobre cosas delicadas que afectan el sentimiento del votante, como su aterrizaje “bajo fuego cruzado” en Bosnia, cuando la filmación demuestra que no existió ningún fuego cruzado, y luego dijo que se confundió, cuando jamás ha aterrizado bajo ningún fuego cruzado, en ninguna parte. Lo mismo cuando ella dijo que el crimen ha disminuido en la ciudad de Nueva York desde que el Alcalde Demócrata Di Blassio tomara posesión, cuando según un artículo del Huffington Post titulado “New York City Murder Rate Drops To Historic Low” del 4 de abril del 2016, el crimen por armas de fuego se ha reducido pero no así el de arma blanca ni los asaltos. Sin embargo, el New York Times dice que ella tiene la razón.

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En lo comercial, por ejemplo, los Demócratas han sido tradicionalmente los mayores obstáculos para lograr cualquier tratado de libre comercio, dado a su cercanía on los sindicatos y a su filosofía socialista. Sin embargo, cuando la Secretario Clinton negó haber apoyado el TPP (Trans Pacific Partnership Act) mintió. En una grabación televisiva de ABC Australia, del 15 de noviembre del 2012, ella sale diciendo que es en resumen, una maravilla de acuerdo comercial. Es decir, ambos mintieron en el tema, o es que les falla la memoria. Lo que muchos ignoran es que la mitad de las cosas que Trump amenaza con hacer, como renegociar los TLCs (Tratados de Libre Comercio), necesitará el aval del Congreso para lograrlo. El Congreso de los USA está conformado por verdaderos profesionales de la política, que si bien con demasiada frecuencia no tienen el bien de la nación por encima del propio o del bien del partido, saben que cosas como esas no son políticamente viables y más bien podrían ser contraproducentes. Por ende, si renegocian NAFTA o inclusive CAFTA, por el que Hillary votó en contra, sería bajo la tutela de los expertos del Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara y del Comité de Finanzas del Senado. Lo del muro me resulta risible, el Congreso dudo que lo avale. Un muro virtual con drones he escuchado que sería más factible.

Los políticos son gente realmente peculiar. Tienen un sentido de ética sumamente difuso, y de integridad sumamente elástico. Por ejemplo, la Secretario Clinton propone una infinidad de cosas que suenan bonito, pero que para financiarlas no podrá usar precisamente dinero de Monopoly. Si bien habló de su padre como pequeño artesano, no sabe lo que significa pagar planillas, afrontar deudas en el banco para hacer progresar su negocio, correr riesgos. Trump emplea cuantiosa mano de obra latina en sus hoteles y casinos, y no creo que sea anti-inmigrantes. Su problema es que generaliza y dice lo que nadie se atreve a decir, pero que es lo que piensa el votante anglosajón promedio: los inmigrantes están cambiando la cara de su país, no se americanizan y no parecen amar a los USA. Lo vemos por ejemplo cuando se da un partido entre la selección mexicana y la estadounidense, ellos apoyan visiblemente a la mexicana.. Es decir, nacen en los USA pero no lo ven como su país. Y luego están los índices de criminalidad de las minorías que nos guste o no, saltan a la vista.

Ella votó en favor del controvertido y sumamente peligroso Acuerdo con Irán (que le permitirá a éste convertirse en una potencia aún más temible, a pesar de que de todos es sabido que financia a los grupos terroristas en Medio Oriente y Africa, y simpatiza con regímenes como el Chavista en el Continente Americano). Ella promete que de ser electa, si detectan cualquier anomalía en Irán, volvería a poner en vigor las sanciones. También recibió dinero para su campaña de George Soros, un conocido opositor de Israel. Trump ha invertido en Medio Oriente, y es amigo de muchos de los líderes. Sin embargo, sus ataques contra los musulmanes, en general, como con los latinos, le ha ganado muchas antipatías.

Los Demócratas no permiten al FBI actuar y vigilar con mayor atención a los ciudadanos estadounidenses que podrían ser reclutados o que muestran simpatías o interés hacia grupos terroristas. Eso hace el tema más difícil de controlar dentro de los USA. Los Republicanos tienen menos problema con el tema de la privacidad.

Si bien Trump como suele hacer, exageró que Clinton ha venido lidiando con ISIS toda su vida adulta, cuando ISIS surgió en el 2013, si es verdad que los Demócratas quieren poner a la luz pública demasiada información sobre como combatirán el terrorismo, y es verdad que ese ahora tan temible grupo terrorista que ha llegado a dominar regiones enteras en Africa y Medio Oriente, ha crecido bajo la administración Obama. Es decir, puede que Trump tenga razón cuando dice que los Demócratas han sido blandos en su trato con terroristas. Todos recordamos Black Hawk Down, cuando Bill Clinton falló en su enfoque y estrategia con Sudán y ella como Secretario de Estado ha recibido muchos ataques por su papel en el caso de Benghazi..

Estoy de acuerdo con el Economist, quién en su análisis post-debate nos dice que quienes sintonizaron el debate siendo simpatizantes de Trump o de Clinton seguramente no cambiaron de parecer. Quienes piensan que Trump no está preparado o que ella es una socialista, no vieron su opinión alterada. Toca ver los que siguen para aclarar mejor el panorama. CNN le da un 51% a Clinton y un 47% a Trump. BBC da un 48% a Clinton y un 46% a Trump. Que los medios son en general anti Trump, es evidente. Hasta Lester Holt se notaba contra él. Cabe recordar que Romney le ganó a Obama en el primer debate, pero no ganó la elección. Veremos como reacciona el colegio electoral en noviembre.

En mi opinión, y pensando únicamente en mi país, Trump sería mejor para Guatemala porque no siendo amigo de la guerrilla y los comunistas y socialistas, es más probable que impulse políticas generadoras de empleo en Guatemala (realmente atraer inversión extranjera y progreso) para evitar que más guatemaltecos se vayan a los USA. Ella, ha demostrado ser anti sector productivo, es amiga de Claudia Paz y Paz y Yasmin Barrios y eso es suficiente para no querer que gane. Trump sabe que quienes usan sus casinos y hoteles es en la gran mayoría clase media. Sabe que el único modo de detener la inmigración hacia los USA es generar empleo en los países anfitriones. Cada quien se forma su opinión, acertada o no, pero podemos coincidir en esperar que sea lo mejor para Guatemala.