Al enterarme que la CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) y la FECI (Fiscalía Especial Contra la Impunidad) tenían cuatro criminales condenados por secuestro y asesinato como testigos contra el exministro de Gobernación Carlos Vielmann y otras personas no pude más que sentir una tremenda indignación y asco.

¿Tan bajo cayó la CICIG y la FECI? ¿Es posible que alguien crea que un criminal condenado no va a mentir con tal de obtener algún beneficio como lo podría ser la redención de su pena?  Y no digamos estos criminales que son de lo peor.  Una persona que secuestra causa daño al secuestrado para toda la vida, pero también le hace un terrible daño a toda su familia y a la sociedad.  Estos secuestradores le cortaban o una oreja o un dedo a los secuestrados para mandarlos como evidencia a sus familiares.  Es una acción deliberada que merece nuestro total rechazo y el castigo más alto que un juez pueda imponer de acuerdo a la legislación de cada país.

A mí me suena esto más a un revanchismo que a una verdadera justicia.  No se puede conseguir la tan anhelada Justicia a través de ilegalidades y procesos no éticos.  La CICIG y la FECI querer condenar a como de lugar a alguien sin importar si es culpable o no.  ¿Es posible creerles a estos criminales?  ¿Quién en su sano juicio se atrevería a usarlos como testigos?  Espero que el juez que está viendo este caso no esté coaccionado por la CICIG (mucho ruido se escucha de la presión que ejerce la CICIG sobre los jueces, aunque no se sepa a ciencia cierta si es o no verdad) y declare inaceptables de una vez a estos testigos.

Por otro lado, sorprende que vuelvan a llevar al banquillo de los acusados a Carlos Vielmann y otros señalados cuando todos estos han sido declarados inocentes de lo que se les acusa en otros tribunales.   Tiene razón el exministro Vielmann al afirmar que la CICIG parece más una policía política al justificar cualquier medio indebido e inmoral con tal de llevar a sus enemigos a la cárcel.  ¿Es una venganza?

Este caso apesta.  Resulta que también se sigue violando el debido proceso.  ¿Cómo es posible que se le detenga y se le manda a prisión sin decirle al acusado la razón por la cual lo están aprehendiendo?  Y es que en el caso de Vielmann tuvo los documentos de la acusación ocho días después de su aprehensión.    ¿Por qué se permite que la CICIG y la FECI al igual que el tribunal que lo conoce violen el debido proceso?

Desde antes que viniera la CICIG me opuse a la misma pues consideraba que la Justicia de Guatemala debe fortalecerse, pero eso es un trabajo propio de los mismos guatemaltecos.  Al venir la CICIG vi tremendos errores y manipulaciones de parte de su primer comisionado, el español Carlos Castresana, especialmente en el caso de Rodrigo Rosenberg del que inventó una historia digna de una telenovela.  Luego vino costarricense Francisco Dall’anese, que demostró tener un sesgo político e ideológico total por la acusación de “genocidio”, que jamás hubo en el país, y que además fue señalado.  Al llegar el Comisionado Iván Velásquez vi muchos aciertos inicialmente contra casos de corrupción, pero me decepcioné rápidamente al ver que persona que considero inocentes pasaban tiempo en la cárcel preventiva por las presiones que supuestamente la CICIG ejercía sobre los jueces para que no les diera medidas sustitutivas.  Con el tiempo hemos visto violaciones al debido proceso y presiones mediáticas en conjunto con el Ministerio Público.  Temas que poco o nada ha importado ni a la CICIG ni al MP.  Me ha dado asco ver caso de testigos falsos.  Y ahora me indigna ver los videos que salieron a luz la semana pasada donde se le ofrece redención de penas a ciertos criminales de alta peligrosidad y que fueron condenados severamente por sus terribles crímenes.   Es verdad que no se les dio esa redención de penas aún, pero ¿cómo es posible que estén declarando como testigos en cierto sentido protegidos?  Algo se le dará a cambio lo cual me molesta enormemente. Algo que no debe ser es tener una entidad cuyo representante, en este caso, el comisionado, tenga un cheque en blanco.  Si se le puede hacer un antejuicio al presidente del país ¿cómo es que no existe un antejuicio también para el Comisionado? ¿Por qué el comisionado es impune de cualquier acusación que se le haga en el mundo entero con relación a lo que ha hecho en Guatemala?  Como vemos, el Comisionado puede hacer lo que quiera impunemente en nuestro país (y noten que no me refiero al comisionado actual sino a la figura de “comisionado de la CICIG”).

Finalmente, Vielmann ya fue absuelto en España por el mismo caso.  Digan lo que digan, es la misma acusación con otras aristas.  ¿Por qué entonces se le vuelve a juzgar?  Que alguien me explique esto.  Se supone que a nadie se le puede juzgar dos veces por el mismo caso.  ¿Entonces?  Si esto no es venganza política o revanchismo, entonces ¿Qué es?

República es ajena a la opinión expresada en este artículo