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El impacto positivo de las palabras

Jorge Alvarado
30 de agosto, 2018

Las palabras tienen tanto poder en nuestra vida diaria que nos pueden construir o destruir, hacer crecer o retroceder. Por eso, es que el proceso de interacción humana es una apasionante disciplina de las palabras que decimos durante el día. Hay un refrán popular que dice “la boca tiene poder” haciendo referencia que quien dice algo bueno o malo prácticamente lo está decretando para su vida.

Hay otro refrán que dice que “uno de los mayores problemas en comunicación es que no escuchamos para comprender,sino que escuchamos para contestar”. En realidad, esto sucede por dos cosas fundamentales. La primera es que no estamos educados para mantener una escucha activa y la segunda es porque no utilizamos una comunicación asertiva.

La escucha activa tiene que ver con la atención y comunicación eficaz, pues consiste en tener la capacidad no solamente en escuchar las palabras que nos están diciendo o que estamos leyendo, se trata de interpretar los sentimientos y las emociones de quien lo dice o lo escribe. La escucha activa requiere sensibilidad, receptividad y profundidad, para poner mucha atención al verdadero mensaje que se quiere transmitir. Esto no significa estar de acuerdo con lo que la otra persona está diciendo sino comprender lo quiere decir.

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La comunicación asertiva tiene que ver con la capacidad de administrar nuestras emociones, mantener un canal abierto de comunicación para comunicarnos de forma consciente, congruente, respetuosa, clara, directa y equilibrada, pero con la fuerte convicción de defender nuestras ideas sin imponerlas. La comunicación asertiva genera confianza, seguridad y credibilidad, pero permite que los mensajes vayan llenos convicción. La comunicación asertiva tiene que ver con la personalidad, por ejemplo una persona asertiva es el balance entre una persona agresiva y una sumisa.

Lo que es verdad, es que debemos tratar de rodearnos de gente con liderazgo, personas que emplean el uso de las palabras con sinceridad, sin doble lecturas, pero de forma positiva, personas que aporten valor a nuestra vida cotidiana, que nos hagan sentir bien, que utilicen las palabras para hacer el bien y para transmitir mensajes con buena vibra. Que no se mal entienda, hablar bien no quiere decir solapar lo que está mal.

La vida se ha reducido a un dilema intrapersonal que nos orilla a luchar con nosotros mismos y estar en esa constante de pensar lo digo o no lo digo, expreso lo que siento o me lo quedo guardado. Lo que tenemos que tener presente es que la comunicación verbal ya sea de forma oral o escrita siempre de buscar estar en positivo, porque eso nos permitirá crecer, sumar y multiplicar.

Dicen por ahí, que el significado no está en las palabras sino en quienes las usan, pues las palabras nos ayudan a construir relatos, nos ayudan a construir el mundo en el que vivimos,pero también nos sirven para describir aquello que deseamos y con lo que soñamos. Las palabras son mágicas porque nos permiten hacer un legado y a narrar lo que vemos, lo que sentimos, lo que queremos dar a conocer, nos permite formular preguntas e inquietudes pero sobre todo, de una forma positiva nos permite abrirnos puertas con los demás.

Hay quienes dicen que las “palabras se las lleva el viento”,solamente se refieren a alguien que dijo algo y no lo cumplió, pero las palabras son más que eso, pues según las palabras que utilizas te define quien eres, y cómo te das a los demás. Nosotros podemos impactar de forma positiva la vida de los demás comunicándonos bien y hablando mejor. Necesitamos motivarnos a nosotros mismos y motivar a los demás con palabras de aliento cuando alguien está desanimado; con palabras de fe para quien ha perdido la esperanza; con palabras de ternura para quien necesita amor;con palabras de seguridad para quien necesita confianza; con palabras de consuelo para quien ha tenido una pérdida o está en un momento de dolor; con palabras de motivación para quien se encuentra desganado; con palabras de aliento para quien ha dejado de creer y con palabras enérgicas a quien hay que decirle la realidad que no puede ver. En fin, las palabras nos permiten trabajar el estado anímico de las personas, por eso es imprescindible comunicarnos siempre de forma asertiva.

Algo muy importante de la comunicación verbal son el uso y el significado de las palabras que también pueden ser oral o escritas. Para hablar de esto es importante hacer un análisis de la paralingüística que está dividida en el tono, timbre, el volumen, la pausa, el silencio, los cuales debemos estar en la capacidad de interpretar para sacar conclusiones más certeras y precisas de lo que escuchamos y de lo que leemos.

Los fonemas son aquellos sonidos de la voz humana que permite transmitir y comprender el uso de las palabras en una lengua especifica. Las palabras son polisémicas y dependen mucho de quienes las emplean, en qué contexto las emplean, pero sobre todo lo que alguien dice, pero también en cómo lo dice.

En definitiva, las palabras idóneas con una buena comunicación asertiva es una gran herramienta de liderazgo porque nos permite implantar ideas en nuestros equipos de trabajo, nos permite motivarlos y nos permite sembrar buenas vibras, buena energía, reconocimiento, agradecimiento y todos los marcos para desarrollarnos en sociedad o en una empresa en lo referente a la calidad humana.

De ahora en adelante, cada vez que empleemos palabras pensemos no solamente su significado sino la forma en que las decimos y evaluar si lo que queremos transmitir se entiende de forma clara, porque ese gap (brecha entre el objetivo y el resultado) depende exclusivamente de nuestra actitud para comunicarnos de forma eficaz. Recuerden esa máxima de comunicación “cómo trasladar el mensaje es tan importante como el mensaje mismo”, ahora ya lo sabe.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

El impacto positivo de las palabras

Jorge Alvarado
30 de agosto, 2018

Las palabras tienen tanto poder en nuestra vida diaria que nos pueden construir o destruir, hacer crecer o retroceder. Por eso, es que el proceso de interacción humana es una apasionante disciplina de las palabras que decimos durante el día. Hay un refrán popular que dice “la boca tiene poder” haciendo referencia que quien dice algo bueno o malo prácticamente lo está decretando para su vida.

Hay otro refrán que dice que “uno de los mayores problemas en comunicación es que no escuchamos para comprender,sino que escuchamos para contestar”. En realidad, esto sucede por dos cosas fundamentales. La primera es que no estamos educados para mantener una escucha activa y la segunda es porque no utilizamos una comunicación asertiva.

La escucha activa tiene que ver con la atención y comunicación eficaz, pues consiste en tener la capacidad no solamente en escuchar las palabras que nos están diciendo o que estamos leyendo, se trata de interpretar los sentimientos y las emociones de quien lo dice o lo escribe. La escucha activa requiere sensibilidad, receptividad y profundidad, para poner mucha atención al verdadero mensaje que se quiere transmitir. Esto no significa estar de acuerdo con lo que la otra persona está diciendo sino comprender lo quiere decir.

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La comunicación asertiva tiene que ver con la capacidad de administrar nuestras emociones, mantener un canal abierto de comunicación para comunicarnos de forma consciente, congruente, respetuosa, clara, directa y equilibrada, pero con la fuerte convicción de defender nuestras ideas sin imponerlas. La comunicación asertiva genera confianza, seguridad y credibilidad, pero permite que los mensajes vayan llenos convicción. La comunicación asertiva tiene que ver con la personalidad, por ejemplo una persona asertiva es el balance entre una persona agresiva y una sumisa.

Lo que es verdad, es que debemos tratar de rodearnos de gente con liderazgo, personas que emplean el uso de las palabras con sinceridad, sin doble lecturas, pero de forma positiva, personas que aporten valor a nuestra vida cotidiana, que nos hagan sentir bien, que utilicen las palabras para hacer el bien y para transmitir mensajes con buena vibra. Que no se mal entienda, hablar bien no quiere decir solapar lo que está mal.

La vida se ha reducido a un dilema intrapersonal que nos orilla a luchar con nosotros mismos y estar en esa constante de pensar lo digo o no lo digo, expreso lo que siento o me lo quedo guardado. Lo que tenemos que tener presente es que la comunicación verbal ya sea de forma oral o escrita siempre de buscar estar en positivo, porque eso nos permitirá crecer, sumar y multiplicar.

Dicen por ahí, que el significado no está en las palabras sino en quienes las usan, pues las palabras nos ayudan a construir relatos, nos ayudan a construir el mundo en el que vivimos,pero también nos sirven para describir aquello que deseamos y con lo que soñamos. Las palabras son mágicas porque nos permiten hacer un legado y a narrar lo que vemos, lo que sentimos, lo que queremos dar a conocer, nos permite formular preguntas e inquietudes pero sobre todo, de una forma positiva nos permite abrirnos puertas con los demás.

Hay quienes dicen que las “palabras se las lleva el viento”,solamente se refieren a alguien que dijo algo y no lo cumplió, pero las palabras son más que eso, pues según las palabras que utilizas te define quien eres, y cómo te das a los demás. Nosotros podemos impactar de forma positiva la vida de los demás comunicándonos bien y hablando mejor. Necesitamos motivarnos a nosotros mismos y motivar a los demás con palabras de aliento cuando alguien está desanimado; con palabras de fe para quien ha perdido la esperanza; con palabras de ternura para quien necesita amor;con palabras de seguridad para quien necesita confianza; con palabras de consuelo para quien ha tenido una pérdida o está en un momento de dolor; con palabras de motivación para quien se encuentra desganado; con palabras de aliento para quien ha dejado de creer y con palabras enérgicas a quien hay que decirle la realidad que no puede ver. En fin, las palabras nos permiten trabajar el estado anímico de las personas, por eso es imprescindible comunicarnos siempre de forma asertiva.

Algo muy importante de la comunicación verbal son el uso y el significado de las palabras que también pueden ser oral o escritas. Para hablar de esto es importante hacer un análisis de la paralingüística que está dividida en el tono, timbre, el volumen, la pausa, el silencio, los cuales debemos estar en la capacidad de interpretar para sacar conclusiones más certeras y precisas de lo que escuchamos y de lo que leemos.

Los fonemas son aquellos sonidos de la voz humana que permite transmitir y comprender el uso de las palabras en una lengua especifica. Las palabras son polisémicas y dependen mucho de quienes las emplean, en qué contexto las emplean, pero sobre todo lo que alguien dice, pero también en cómo lo dice.

En definitiva, las palabras idóneas con una buena comunicación asertiva es una gran herramienta de liderazgo porque nos permite implantar ideas en nuestros equipos de trabajo, nos permite motivarlos y nos permite sembrar buenas vibras, buena energía, reconocimiento, agradecimiento y todos los marcos para desarrollarnos en sociedad o en una empresa en lo referente a la calidad humana.

De ahora en adelante, cada vez que empleemos palabras pensemos no solamente su significado sino la forma en que las decimos y evaluar si lo que queremos transmitir se entiende de forma clara, porque ese gap (brecha entre el objetivo y el resultado) depende exclusivamente de nuestra actitud para comunicarnos de forma eficaz. Recuerden esa máxima de comunicación “cómo trasladar el mensaje es tan importante como el mensaje mismo”, ahora ya lo sabe.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo