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Mutacion del discurso presidencial

Jorge Alvarado
20 de septiembre, 2018

Hemos visto como el discurso de este gobierno ha tenido varias mutaciones hasta lo que es hoy en día. Primero fue el tema de nombrar “non grato” a Iván Velásquez, después se dijo que el problema era la Cicig con el tema de la “justicia selectiva” y la politización de la justicia, pero hoy en día el discurso ya  es en contra del secretario general de la ONU, Antonio Guterres a quien la Canciller Sandra Jovel ha intentado darle instrucciones y ultimátum al exigirle en un plazo de 48  horas enviar a 4 candidatos para nuevo comisionado, una medida totalmente unilateral y desapegada a cualquier protocolo diplomático y que contraviene el convenio dela creación de Cicig  entre el Estado de Guatemala y la ONU.

En definitiva el problema hoy en día para el gobierno del presidente Morales ya no es Iván Velásquez, ya no es la Cicig sino que ahora es el secretario general de ONU, Antonio Gueterres, algo muy curioso si tomamos en cuenta que actualmente existe fricción entre ONU y el Gobierno de los Estados Unidos. Es decir, pareciera ser que la política exterior de Guatemala nuevamente está intentando alinearse con la política exterior de los Estados Unidos.

Lo interesante de todo esto es que aunque el gobierno del presidente Morales está apostando por quedar bien con la administración Trump, no ha tomado en cuenta la alianza bipartidista entre demócratas y republicanos en cuanto al combate a la corrupción que ya están presionando al gobierno de Guatemala algo que pudiera caer en temas de descertificación, sanciones, etc.

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La respuesta del secretario general de ONU, Antonio Guterres al ultimátum de las 48 horas de Jovel ha sido un revés para el gobierno, pues Guterres ha respondido diciendo que confirma a Iván Velásquez como comisionado de Cicig y le da la potestad para que sea el comisionado de Cicig quien nombre a un comisionado adjunto. Además, envía un mensaje mucho más duro que espera a que en Guatemala existan las condiciones para el regreso de Velásquez.

De cualquier forma, el gobierno del presidente Morales puede decir adiós a la idea de que Cicig se irá de Guatemala, pues ha sido el mismo secretario de Estado, Mike Pompeo quien ha dicho que apoyarán una Cicig reformada, lo cual parece algo muy razonable y positivo. Es verdad que la Cicig necesita reformas para mejorar algo muy previsible y, sobre todo, el mensaje más contundente de la continuidad de Cicig en Guatemala.

Lamentablemente, el tiempo se le acaba a este gobierno, pues coincidentemente el 15 de octubre el registro de Ciudadanos del TSE definirá si cancela o no el partido oficial FCN-Nación, al mismo tiempo que la comisión pesquisidora del Congreso tiene hasta el 25 de octubre para recomendar al pleno quitarle la inmunidad al presidente Morales. Sin duda alguna, esta combinación seria letal para el mandatario y lo pondría en ¡Jaque mate! Pues, quedaría totalmente desprotegido y los diputados a las puertas del próximo proceso de elecciones generales votarían en su contra porque serían ellos o él.

El Gobierno de Jimmy Morales ha venido en un declive vertiginoso con la renuncia de dos ministros en cuatro días. El 13 de septiembre renunció Julio Héctor Estrada ex ministro de Finanzas, y después fue Aurora Teleguario, ex ministra de trabajo. Ahora, a este gobierno solamente le quedan tres ministros que iniciaron la administración de Morales que son el ministro de Cultura, el ministro de Educación y el ministro de Agricultura.

La coyuntura política está marcada por resoluciones de la Corte de Constitucionalidad en donde ya se solicitó por parte del Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas y de la Organización Acción Ciudadana la destitución de los ministros de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel y de Gobernación, Enrique Degenhart por considerar que sus declaraciones en afirmar que Iván Velásquez no puede ingresar a Guatemala contravienen la resolución de la CC en donde dice que si lo puede hacer. Entre manifestaciones en contra del régimen del mandatario Morales y entre rumores de ordenar la expulsión de Cicig, la mesa está servida para un desenlace de pronósticos reservados y con una trama que ni la mejor novela mexicana podría imaginar, pues el presidente está dispuesto a todo o nada con tal de interpretar y hacer de su voluntad la ley.

Si el presidente no pierde su inmunidad el otro año pasará inadvertido, sin margen de maniobra, pues todo se concentra en el proceso electoral que en 2019 como novedad de la reforma electoral la convocatoria a elecciones comenzará a mediados de enero de ese año. Difícilmente, el mandatario tendrá la atención de alguien y solamente esperaría que llegue el 14 de enero de 2020 para entregar y finalmente rendir cuentas sobre supuestos delitos que desde ya se le imputan.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Mutacion del discurso presidencial

Jorge Alvarado
20 de septiembre, 2018

Hemos visto como el discurso de este gobierno ha tenido varias mutaciones hasta lo que es hoy en día. Primero fue el tema de nombrar “non grato” a Iván Velásquez, después se dijo que el problema era la Cicig con el tema de la “justicia selectiva” y la politización de la justicia, pero hoy en día el discurso ya  es en contra del secretario general de la ONU, Antonio Guterres a quien la Canciller Sandra Jovel ha intentado darle instrucciones y ultimátum al exigirle en un plazo de 48  horas enviar a 4 candidatos para nuevo comisionado, una medida totalmente unilateral y desapegada a cualquier protocolo diplomático y que contraviene el convenio dela creación de Cicig  entre el Estado de Guatemala y la ONU.

En definitiva el problema hoy en día para el gobierno del presidente Morales ya no es Iván Velásquez, ya no es la Cicig sino que ahora es el secretario general de ONU, Antonio Gueterres, algo muy curioso si tomamos en cuenta que actualmente existe fricción entre ONU y el Gobierno de los Estados Unidos. Es decir, pareciera ser que la política exterior de Guatemala nuevamente está intentando alinearse con la política exterior de los Estados Unidos.

Lo interesante de todo esto es que aunque el gobierno del presidente Morales está apostando por quedar bien con la administración Trump, no ha tomado en cuenta la alianza bipartidista entre demócratas y republicanos en cuanto al combate a la corrupción que ya están presionando al gobierno de Guatemala algo que pudiera caer en temas de descertificación, sanciones, etc.

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La respuesta del secretario general de ONU, Antonio Guterres al ultimátum de las 48 horas de Jovel ha sido un revés para el gobierno, pues Guterres ha respondido diciendo que confirma a Iván Velásquez como comisionado de Cicig y le da la potestad para que sea el comisionado de Cicig quien nombre a un comisionado adjunto. Además, envía un mensaje mucho más duro que espera a que en Guatemala existan las condiciones para el regreso de Velásquez.

De cualquier forma, el gobierno del presidente Morales puede decir adiós a la idea de que Cicig se irá de Guatemala, pues ha sido el mismo secretario de Estado, Mike Pompeo quien ha dicho que apoyarán una Cicig reformada, lo cual parece algo muy razonable y positivo. Es verdad que la Cicig necesita reformas para mejorar algo muy previsible y, sobre todo, el mensaje más contundente de la continuidad de Cicig en Guatemala.

Lamentablemente, el tiempo se le acaba a este gobierno, pues coincidentemente el 15 de octubre el registro de Ciudadanos del TSE definirá si cancela o no el partido oficial FCN-Nación, al mismo tiempo que la comisión pesquisidora del Congreso tiene hasta el 25 de octubre para recomendar al pleno quitarle la inmunidad al presidente Morales. Sin duda alguna, esta combinación seria letal para el mandatario y lo pondría en ¡Jaque mate! Pues, quedaría totalmente desprotegido y los diputados a las puertas del próximo proceso de elecciones generales votarían en su contra porque serían ellos o él.

El Gobierno de Jimmy Morales ha venido en un declive vertiginoso con la renuncia de dos ministros en cuatro días. El 13 de septiembre renunció Julio Héctor Estrada ex ministro de Finanzas, y después fue Aurora Teleguario, ex ministra de trabajo. Ahora, a este gobierno solamente le quedan tres ministros que iniciaron la administración de Morales que son el ministro de Cultura, el ministro de Educación y el ministro de Agricultura.

La coyuntura política está marcada por resoluciones de la Corte de Constitucionalidad en donde ya se solicitó por parte del Procurador de los Derechos Humanos, Jordán Rodas y de la Organización Acción Ciudadana la destitución de los ministros de Relaciones Exteriores, Sandra Jovel y de Gobernación, Enrique Degenhart por considerar que sus declaraciones en afirmar que Iván Velásquez no puede ingresar a Guatemala contravienen la resolución de la CC en donde dice que si lo puede hacer. Entre manifestaciones en contra del régimen del mandatario Morales y entre rumores de ordenar la expulsión de Cicig, la mesa está servida para un desenlace de pronósticos reservados y con una trama que ni la mejor novela mexicana podría imaginar, pues el presidente está dispuesto a todo o nada con tal de interpretar y hacer de su voluntad la ley.

Si el presidente no pierde su inmunidad el otro año pasará inadvertido, sin margen de maniobra, pues todo se concentra en el proceso electoral que en 2019 como novedad de la reforma electoral la convocatoria a elecciones comenzará a mediados de enero de ese año. Difícilmente, el mandatario tendrá la atención de alguien y solamente esperaría que llegue el 14 de enero de 2020 para entregar y finalmente rendir cuentas sobre supuestos delitos que desde ya se le imputan.

República es ajena a la opinión expresada en este artículo