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Los colectivos siniestros son perversos o muy tontos

Warren Orbaugh
02 de enero, 2019

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que la gente en Cuba es libre, auncuando los matan por tratar de abandonar la isla-prisión, les prohíben serdueños de los medios de producción, les impiden poner sus propias empresas yparticipar en el mercado.  Sólo puedenhacer lo que sus amos dictadores les dan permiso de hacer.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo es unsistema donde no se explota al trabajador, aun cuando los médicos-esclavoscubanos son usados para conseguir ingresos para el dictador. 

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el sistema ideal –al que quieren llevarnos– es el comunismo/socialismo,aun cuando ha fracaso todas las veces que se ha intentado: hundió a la Unión deRepúblicas Socialistas Soviéticas, llevó a la miseria a la población de laChina Comunista de Mao, destruyó a la Alemania Nacional Socialista, empobrecióa la República Democrática Alemana, depauperó a Corea del Norte, arruinó porcompleto al país que era el más rico y productivo de Hispanoamérica, aVenezuela.  Se ha probado en más decuarenta países y siempre ha fracasado, siempre ha conducido a la persecución,asesinatos en masa y hambrunas.  Venezuela es hoy el gran ejemplo de lo que logra elsocialismo, del siglo XXI o de cualquier siglo: control estatal de divisas,alta inflación; desabastecimiento de productos, incluso los de primeranecesidad como papel higiénico, pollo, leche, pan, gasolina, etc.; apagonesconstantes; violación a los derechos individuales, entre ellos ataques a laprensa, a políticos opositores; se criminaliza la protesta; división yconfrontación entre la población, deterioro moral. En fin, logra lo mismo quesiempre ha logrado el socialismo que condujo a sus víctimas por un camino deservidumbre hacia la miseria y el colapso económico.

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Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo que pregonan es el sistemasocio-político más humanitario, haciendo caso omiso de los millones de víctimasasesinadas injustamente por este sistema: veinte millones en la UniónSoviética, sesenta y cinco millones en la República Popular de China, un millónen Vietnam, dos millones en Corea del Norte, dos millones en Camboya, y aun nohay recuento de Cuba ni de Venezuela.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo es unsistema de amor y respeto al prójimo, aun cuando sus eslóganes, en lugar deinvitar a la cooperación social y respeto a los derechos individuales –vida,libertad y propiedad– invocan a la confrontación y lucha de clases, a ladestrucción del sistema de libre mercado y republicano: “Luchemos contra laexplotación capitalista del trabajo y la naturaleza” (PGT), “Exigimos lanacionalización de la energía eléctrica” (CODECA), “No a la minería” (ColectivoMadreselva), “En una palabra, nos acusan de querer abolir su propiedad.Efectivamente, eso es lo que queremos.” (Marx y Engels. El Manifiesto del Partido Comunista. 1890), “Pues se trataefectivamente de abolir la personalidad burguesa, la independencia burguesa yla libertad burguesa.” (Marx y Engels. ElManifiesto del Partido Comunista. 1890), etc.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Firman la paz donde acuerdan el fin delconflicto armado y amnistía a las partes combatientes, para luego enjuiciar alos militares y constantemente iniciar el uso de la fuerza –mediante bloqueosen las carreteras, robo de energía eléctrica, ataques armados a hidroeléctricasy mineras, e invasión de tierras– para obligar a que el gobierno satisfaga suscaprichos.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Afirman creer en y defender la democracia,sin embargo cuando los resultados de una votación democrática no les favorece,tratan de revertir los resultados a como dé lugar. Así, cuando Jimmy Moralesganó las elecciones para presidente, inmediatamente trataron de botarlomediante raquíticas manifestaciones y plantones en la plaza, llamando a quienesno estuviesen de acuerdo con ellos en tono despectivo: “Jimmy liebers”.Trataron por medio de su brazo judicial, la comisión internacional comunista deintervención en Guatemala, CICIG, de sacarlo –para poner a su gente,obviamente– mediante la argucia de llevarlo a juicio por un supuesto “financiamientoilícito”. Argumentan que ganó debido a este supuesto “financiamiento”,evadiendo el hecho de que el supuesto “financiamiento” no fue para campaña,sino para evitar la malversación de votos en las mesas (o será que es a eso alo que se refieren, que se les impidió hacer trampa para que ganara sucandidato).

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Dicen que apoyan la lucha contra la corrupción, pero no condenan lasprácticas corruptas de la CICIG –uso de testigos falsos (delito perseguido encualquier otro país) para conseguir condenas, elevar sus casos a un nivelmediático y propagandístico (prohibido por la Constitución, Artículo 13)mediante conferencias de prensa con el propósito de proyectar una imagen deeficiencia en su lucha contra la corrupción, aplicar una persecución selectiva,protegiendo a sus allegados, como en el caso Trans-urbano, el financiamientoilícito de la UNE y sepultando el caso de emigraciones ilegales contra laDirección General de Migración, cuando apareció el nombre de Mayra Veliz,secretaria de asuntos migratorios ¿Se puede y debecombatir la corrupción corrompiendo el sistema de justicia?  No, no se puede.  Sin embargo, los colectivos siniestros,contradiciendo lo que afirman, pues apoyan incondicionalmente a CICIG,seguramente porque ésta es su instrumento para tomar el poder.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que sólo la persona en su calidadde civil es quien “no está obligada a acatar órdenes que no estén basadas enley y emitidas conforme a ella” (Artículo 5º. Libertad de Acción. Constituciónde la República de Guatemala); y omiten mencionar que el Artículo 156. Noobligatoriedad de órdenes ilegales de la misma Constitución dice: “Ningúnfuncionario público, civil o militar, está obligado a cumplir órdenesmanifiestamente ilegales o que impliquen la comisión de un delito.”  En base a esta mentira insisten en que elPresidente y sus Ministros deben acatar las órdenes ilegales de la Corte deConstitucionalidad, aun cuando ésta se extralimite en sus funciones.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que es un proceso totalmentelegal el que la CICIG solicite el antejuicio contra el Presidente de laRepública (acentuando en que no es una maniobra como la aplicada a PérezMolina), pero saltan airados, chillando “golpe de Estado”, cuando el ProcuradorGeneral de la Nación hace lo mismo contra tres Magistrados de la Corte deConstitucionalidad –Gloria Porras, Bonerge Amílcar Mejía Orellana y JorgeFrancisco de Mata Vela, acusados de los delitos: prevaricato, violación de laConstitución Política, resoluciones violatorias de la Constitución Política, yabuso de autoridad.  Quieren que susallegados en la Corte de Constitucionalidad estén por encima de la ley al igualque la CICIG, y por ende, que sus fallos sean incuestionables sin importar siviolan la Constitución, callando, convenientemente, que la ConstituciónPolítica de la República de Guatemala dice en el Artículo 153. –Imperio de laley: “El imperio de la ley se extiende a todas las personas que se encuentranen el territorio de la República.”  Y enel Artículo 154.-Función pública; sujeción a la ley: “Los funcionarios sondepositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial,sujetos a la ley y jamás superiores a ella.”

Vale la pena enfatizar esto último:

“Los funcionarios sondepositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial,sujetos a la ley y jamás superiores a ella.”

Los colectivos siniestros no son honestos.  Constantemente están tratando de falsear la realidad. ¿Lo hacen porque son perversos o por tontos?


República es ajena a la opinión expresada en este artículo

Los colectivos siniestros son perversos o muy tontos

Warren Orbaugh
02 de enero, 2019

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que la gente en Cuba es libre, auncuando los matan por tratar de abandonar la isla-prisión, les prohíben serdueños de los medios de producción, les impiden poner sus propias empresas yparticipar en el mercado.  Sólo puedenhacer lo que sus amos dictadores les dan permiso de hacer.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo es unsistema donde no se explota al trabajador, aun cuando los médicos-esclavoscubanos son usados para conseguir ingresos para el dictador. 

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el sistema ideal –al que quieren llevarnos– es el comunismo/socialismo,aun cuando ha fracaso todas las veces que se ha intentado: hundió a la Unión deRepúblicas Socialistas Soviéticas, llevó a la miseria a la población de laChina Comunista de Mao, destruyó a la Alemania Nacional Socialista, empobrecióa la República Democrática Alemana, depauperó a Corea del Norte, arruinó porcompleto al país que era el más rico y productivo de Hispanoamérica, aVenezuela.  Se ha probado en más decuarenta países y siempre ha fracasado, siempre ha conducido a la persecución,asesinatos en masa y hambrunas.  Venezuela es hoy el gran ejemplo de lo que logra elsocialismo, del siglo XXI o de cualquier siglo: control estatal de divisas,alta inflación; desabastecimiento de productos, incluso los de primeranecesidad como papel higiénico, pollo, leche, pan, gasolina, etc.; apagonesconstantes; violación a los derechos individuales, entre ellos ataques a laprensa, a políticos opositores; se criminaliza la protesta; división yconfrontación entre la población, deterioro moral. En fin, logra lo mismo quesiempre ha logrado el socialismo que condujo a sus víctimas por un camino deservidumbre hacia la miseria y el colapso económico.

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Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo que pregonan es el sistemasocio-político más humanitario, haciendo caso omiso de los millones de víctimasasesinadas injustamente por este sistema: veinte millones en la UniónSoviética, sesenta y cinco millones en la República Popular de China, un millónen Vietnam, dos millones en Corea del Norte, dos millones en Camboya, y aun nohay recuento de Cuba ni de Venezuela.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que el comunismo/socialismo es unsistema de amor y respeto al prójimo, aun cuando sus eslóganes, en lugar deinvitar a la cooperación social y respeto a los derechos individuales –vida,libertad y propiedad– invocan a la confrontación y lucha de clases, a ladestrucción del sistema de libre mercado y republicano: “Luchemos contra laexplotación capitalista del trabajo y la naturaleza” (PGT), “Exigimos lanacionalización de la energía eléctrica” (CODECA), “No a la minería” (ColectivoMadreselva), “En una palabra, nos acusan de querer abolir su propiedad.Efectivamente, eso es lo que queremos.” (Marx y Engels. El Manifiesto del Partido Comunista. 1890), “Pues se trataefectivamente de abolir la personalidad burguesa, la independencia burguesa yla libertad burguesa.” (Marx y Engels. ElManifiesto del Partido Comunista. 1890), etc.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Firman la paz donde acuerdan el fin delconflicto armado y amnistía a las partes combatientes, para luego enjuiciar alos militares y constantemente iniciar el uso de la fuerza –mediante bloqueosen las carreteras, robo de energía eléctrica, ataques armados a hidroeléctricasy mineras, e invasión de tierras– para obligar a que el gobierno satisfaga suscaprichos.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Afirman creer en y defender la democracia,sin embargo cuando los resultados de una votación democrática no les favorece,tratan de revertir los resultados a como dé lugar. Así, cuando Jimmy Moralesganó las elecciones para presidente, inmediatamente trataron de botarlomediante raquíticas manifestaciones y plantones en la plaza, llamando a quienesno estuviesen de acuerdo con ellos en tono despectivo: “Jimmy liebers”.Trataron por medio de su brazo judicial, la comisión internacional comunista deintervención en Guatemala, CICIG, de sacarlo –para poner a su gente,obviamente– mediante la argucia de llevarlo a juicio por un supuesto “financiamientoilícito”. Argumentan que ganó debido a este supuesto “financiamiento”,evadiendo el hecho de que el supuesto “financiamiento” no fue para campaña,sino para evitar la malversación de votos en las mesas (o será que es a eso alo que se refieren, que se les impidió hacer trampa para que ganara sucandidato).

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Dicen que apoyan la lucha contra la corrupción, pero no condenan lasprácticas corruptas de la CICIG –uso de testigos falsos (delito perseguido encualquier otro país) para conseguir condenas, elevar sus casos a un nivelmediático y propagandístico (prohibido por la Constitución, Artículo 13)mediante conferencias de prensa con el propósito de proyectar una imagen deeficiencia en su lucha contra la corrupción, aplicar una persecución selectiva,protegiendo a sus allegados, como en el caso Trans-urbano, el financiamientoilícito de la UNE y sepultando el caso de emigraciones ilegales contra laDirección General de Migración, cuando apareció el nombre de Mayra Veliz,secretaria de asuntos migratorios ¿Se puede y debecombatir la corrupción corrompiendo el sistema de justicia?  No, no se puede.  Sin embargo, los colectivos siniestros,contradiciendo lo que afirman, pues apoyan incondicionalmente a CICIG,seguramente porque ésta es su instrumento para tomar el poder.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que sólo la persona en su calidadde civil es quien “no está obligada a acatar órdenes que no estén basadas enley y emitidas conforme a ella” (Artículo 5º. Libertad de Acción. Constituciónde la República de Guatemala); y omiten mencionar que el Artículo 156. Noobligatoriedad de órdenes ilegales de la misma Constitución dice: “Ningúnfuncionario público, civil o militar, está obligado a cumplir órdenesmanifiestamente ilegales o que impliquen la comisión de un delito.”  En base a esta mentira insisten en que elPresidente y sus Ministros deben acatar las órdenes ilegales de la Corte deConstitucionalidad, aun cuando ésta se extralimite en sus funciones.

Los colectivos siniestrosno son honestos.  Constantemente estántratando de falsear la realidad.  Insisten en que es un proceso totalmentelegal el que la CICIG solicite el antejuicio contra el Presidente de laRepública (acentuando en que no es una maniobra como la aplicada a PérezMolina), pero saltan airados, chillando “golpe de Estado”, cuando el ProcuradorGeneral de la Nación hace lo mismo contra tres Magistrados de la Corte deConstitucionalidad –Gloria Porras, Bonerge Amílcar Mejía Orellana y JorgeFrancisco de Mata Vela, acusados de los delitos: prevaricato, violación de laConstitución Política, resoluciones violatorias de la Constitución Política, yabuso de autoridad.  Quieren que susallegados en la Corte de Constitucionalidad estén por encima de la ley al igualque la CICIG, y por ende, que sus fallos sean incuestionables sin importar siviolan la Constitución, callando, convenientemente, que la ConstituciónPolítica de la República de Guatemala dice en el Artículo 153. –Imperio de laley: “El imperio de la ley se extiende a todas las personas que se encuentranen el territorio de la República.”  Y enel Artículo 154.-Función pública; sujeción a la ley: “Los funcionarios sondepositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial,sujetos a la ley y jamás superiores a ella.”

Vale la pena enfatizar esto último:

“Los funcionarios sondepositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial,sujetos a la ley y jamás superiores a ella.”

Los colectivos siniestros no son honestos.  Constantemente están tratando de falsear la realidad. ¿Lo hacen porque son perversos o por tontos?


República es ajena a la opinión expresada en este artículo