Penn & Teller son un duo de magos e ilusionistas que tenían un espacio televisivo llamado “Penn & Teller: Bullshit!” y en él ponían en evidencia mitos y mentiras acerca de todo tipo de temas.  Tuve la dicha de asistir a uno de sus espectáculos de ilusionismo, en vivo, y son asombrosos.

Uno de sus programas célebres fue…¿vas a creer?…sobre el reciclaje forzado. El programa comienza cuando varias personas son puestas frente a varios botes de basura de colores, les dan deshechos aleatorios y tienen que decidir en qué bote va que cosa…y hay una gran confusión y caos a la hora de decidir. En ese programa también pusieron en evidencia que la mayoría de proyectos de reciclaje son engañosos. El programa se puede ver en “Showtime” y te lo recomiendo.

Te cuento aquello porque el Ministerio de Ambiente decidió aplazar por 18 meses la legislación de reciclaje forzado según la cual deberías separar papel y cartón, vidrio, plástico, metal, muticapas y otros.  Eso quiere decir que en casa teníamos que instalar unos seis botes de basura (vaya uno a saber dónde) y que las municipalidades (a la mayoría de las cuales siempre les ha venido del norte la disposición apropiada de desperdicios) tenían que asumir la responsabilidad legal que nunca, nunca han estado dispuestas a asumir.  También significaba daños sustanciales a los recolectores de basura que viven de reciclar.  Supongo que sí has visto los costales de plásticos y de aluminio que llevan en los camiones.

Aquello del aplazamiento es buena noticia porque si ni las municipalidades -que son las más, mas irresponsables en el manejo de la basura- estaban listas, ¿Cómo crees que está la situación en la inmensa mayoría de hogares chapines?  Con todo y todo, como de lo que se trata es de quedar políticamente bien con grupos de interés, el MARN dispuso que, a partir de ayer, ya deberías estar separando tu basura en orgánica, e inorgánica.  ¿Por dónde van en ese proceso en tu casa, en las de tus vecinos, en tu aldea, o en tu ciudad?

Con alguna excepción, no nos engañemos, las municipalidades son las que tiran la basura en cuencas y barrancos.  Con algunas excepciones, no nos engañemos, la mayoría de la gente dispone de la basura del modo menos costoso posible y sin consideración alguna.  Por eso es que, en muchas colonias y en muchas poblaciones, aparecen bolsas de basura abandonadas misteriosamente en predios baldíos, o en esquinas. Sospecho que la aplicación del reciclaje forzoso va a ser como los intentos de convertir en tributarios a los comerciantes en los mercados.  Al final, sólo un pequeño porcentaje de chapines muy urbanos va a estar sometido a esta arbitrariedad; pero las conciencias políticas y las de los promotores de este abuso van a estar satisfechas.

La verdad es que mucha de la basura que nos repugna porque nos la encontramos en paseos va a dar por ahí debido a que la gente es inmunda.  Ninguna basura llega a la playa por sus propios medios, y la que está ahí, llega sólo porque alguien ha dispuesto de ella de mala manera.

El periodista John Stossel, en uno de sus programas célebres, dice que el reciclaje hace que las personas se sientan bien y que se eleven moralmente sobre los demás; y que es una forma de religión.  Empero, Holly Fretwell, experta del Property and Environment Research Center, explica que no todo reciclaje es bueno y que muchas formas de reciclaje tienen costos tan elevados (en términos financieros y en términos de uso de otros recursos,  como energía) que superan los supuestos beneficios.  Stossel y Fretwell coinciden con Penn & Teller que muchas formas de reciclaje son engaños. 

Al final, si ves las evidencias y puedes distanciarte del componente emotivo del concepto de reciclaje, no es difícil concluir que esa práctica forzada no es más que una forma de tiranía que demasiada gente piena que es inocua. 

¿Ya separaste tu basura de ayer? Si no lo has hecho, ¿ya sabes que eres un poquito menos que delincuente? ¿Ya empezaste a ahorrar para la multa?

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