¿Qué es aprendizaje? Se cita: “El aprendizaje es el proceso a través del cual se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas y valores. Esto como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción, el razonamiento y la observación.”  La negrilla es propia.

¿Cuántas veces se ha aprendido, y aprehendido, por la reflexión sobre la actuación de personas a quienes se admiran, se respetan? Esa interiorización de los modelos se graba en el paradigma personal, integrándose a procesos propios de análisis, discernimiento y adaptación en actuación. Pues, se aferra al modelo observado.

Recién han fallecido tres personajes, (“Personaje: Hombre o mujer distinguidos en la vida pública; hombre o mujer prudente y cabal.” Real Academia Española) de los cuales se sugiere observar su vida como modelos de aprendizaje; aplicar sus enseñanzas naturales a la vida diaria propia. Son: el sacerdote Luis Achaerandio, el Padre Acha; Concepción Azurdia Arimany de Bianchi, Doña Conchita; y la Reina Elizabeth.

Se inicia por la tercera persona, no es personaje local, sino internacional; y hay elementos de su vida que se deben observar, admirar e interiorizar. A penas siendo una joven adulta, tuvo que asumir la dirección de varios países, integrar movimientos ciudadanos donde hubo desunión, demostrar un vivo patriotismo, y respetar una historia milenario con cada paso dado. Su vida fue de ejemplo, con dignidad, templanza, y serenidad, permitiendo que el mundo observara su actuar.

¿Cómo inspira? Desde que asumió su trono, las primeras palabras expresadas fueron de un compromiso para su vida hasta la fecha de su muerte, de resguardar la integridad de las naciones a su cargo y dedicarse a la monarquía. Indistintamente, si se está de acuerdo con el monarquismo, los valores de entrega, resiliencia, amor por la patria, y un trabajo continuo, son dignos de emularse. Su ejemplo durante setenta años de trabajo fue notable, y los noventa y seis años de vida, íntegro.

Padre Acha, sacerdote Jesuita de raíces españoles quien optó por la ciudadanía guatemalteca, falleció a los cien años. Su larga vida fue dedicada a la educación, y la investigación. Resaltó una visión innovadora; fundó tres universidades, y fue Vicerrector de la Universidad Rafael Landívar. Durante su extensa carrera académica, docente e investigativa, se caracterizó por una entrega total hacia el alumnado, hacia la formación docente, desarrollando diplomados, licenciaturas y maestrías con el fin de la constante profesionalización, que a su vez, se refleja en la educación de los alumnos a su cargo. Su compromiso con la solidaridad fue, y es, ejemplo a seguir, una entrega completa hacia el par, y así por medio de la educación, crear una “revolución blanca” provocando transformación en la sociedad.

Doña Conchita, directora desde los inicios del Colegio Valle Verde, falleció a los noventa y tres años. Tras una vida rica en experiencias en áreas rurales y de distintas roles, trabajó varios años en IGA después de haber cursado allí el Secretariado Bilingüe, y recomendada por sus docentes, fue elegida la asistente a la Dirección. Cuando ocurrió la oportunidad de dirigir al Colegio Valle Verde, se dedicó completamente a formar una educación bilingüe, inglés-español, basada en valores guatemaltecos. Su entrega fue total, y por ella, la población escolar aumentó de tal manera que hubo que construir una gran sede, la primera, ubicada en zona 15. Doña Conchita trabajó prácticamente cuarenta años como Directora, y después de su retiro de la actividad en la dirección, formó parte de la Junta Directiva del colegio, aportando experiencia y sabiduría, resultados del compromiso cumplido. Influyó en la vida de más de dos mil graduados quienes gozan de los valores inculcados durante su carrera escolar.

Tres personajes ejemplares y como ellos, hay una infinidad adicionales, que se pueden conocer de cerca, o de lejos. Personas a quien emular; tomar de ejemplo, y encontrar la inspiración para seguir metas, con entrega y compromiso.  Un aprendizaje continuo se enriquece y se afianza por medio de la observación; se interioriza por las personas que se observan. Compete parar y prestar atención a las personas en el alrededor; ¡personas que no buscan protagonismo, ni llamar la atención! Sino personas que su norte personal de vida es el compromiso y la entrega, y cumplen con responsabilidad, auto instándose hacia una meta, y al cumplirla asignarse otra, y continuar.

Es necesario incluir en el proceso de enseñanza la herramienta de la observación, acompañada por la comprensión y el análisis. Educar al alumno, y al docente, es actividad constante, sin cesar. El amor por la patria, los valores ciudadanos deben ser primordial dentro de esta educación. El estar atentos al ejemplo, es la mejor manera de absorber modelos de vida, y sostener la satisfacción sincera que otorga la vida de entrega, de compromiso.  Y parte de ese compromiso es jamás olvidar que….

¡La educación es prioridad nacional!