El pez por la boca muere
El socialista, por el contrario, cuando te despoja de tu propiedad, ansía que lo consideres virtuoso. Busca que aceptes que él está en lo correcto al despojar a los otros de sus propiedades.
Los socialistas son ladrones, ladrones por ideología. Porque el socialismo es una ideología que propone la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes. Pero como el concepto de medios de producción no puede referirse a entidades, sino que a uso de cosas, quien lo esgrime termina despojando de todas sus pertenencias a los infelices que sufren el yugo del socialismo.
¿Es tu automóvil un medio de producción o medio de consumo? Si lo usas para el trabajo es un medio de producción. Si lo usas el fin de semana para pasear con tu familia, es un bien de consumo. ¿Es tu computadora un bien de producción o un bien de consumo? Si la usas para trabajar, para hacer reportes, llevar la contabilidad, diseñar, dibujar planos, es un medio de producción. Si la usas para ver redes sociales o películas, es un medio de consumo. Los términos medio de producción y medio de consumo no se refieren a una característica del objeto denotado, como quieren aparentar los socialistas, sino al uso que uno les da a éstos. El mismo objeto puede servir para distintos usos. ¿Cómo se puede entonces, bajo esta ideología, diferenciar cuales bienes serán del estado y cuáles de los individuos? No se puede. Por eso el Estado socialista termina despojándote de todas tus propiedades.
Pero a diferencia del bandido común, los socialistas son también deshonestos. La honestidad consiste en no fingir que la realidad es distinta de como es. El asaltante no pretende convencerte de que te hace un favor. El rufián sabe que usando la fuerza o artimaña para despojarte de lo tuyo te perjudica. No busca que lo consideres virtuoso. El maleante sabe que hace mal y lo acepta. Entiende que sus acciones riñen con la ley y que si lo atrapan será castigado por la justicia.
El socialista, por el contrario, cuando te despoja de tu propiedad, ansía que lo consideres virtuoso. Busca que aceptes que él está en lo correcto al despojar a los otros de sus propiedades. Finge ser él quien está del lado de la justicia. El muy descarado intenta robarte tu sentido común, tu buen juicio, falseando, desfigurando, distorsionando, amañando, deformando la realidad. Quiere que aceptes lo malo, lo perverso, lo pérfido, lo injusto como si fuera lo bueno, lo correcto, lo justo. De todos los ladrones, es el más repugnante y aborrecible. No solo apetece quitarte tus posesiones, sino que quiere arrebatarte tu independencia, tu autonomía, tu autodeterminación. Quiere hacer de ti un esclavo, un individuo sujeto a la voluntad arbitraria de su amo, escondiendo detrás de la máscara que llama “Estado” el hecho de que es él quien pretende ser tu dueño.
«¿Qué es eso de allá? ¡Exprópiese! ¿Qué es esto de acá? ¡Exprópiese! ¡Exprópiese! ¡Exprópiese!» Así chillaba el socialista Chávez mientras su séquito de cómplices le aplaudía en ese descarado espectáculo de saqueo transmitido por la televisión venezolana. Esa y muchas otras fechorías de otros como él, de las cuales todos hemos sido testigos, deberían convencernos del peligro de otorgarles poder a estos maleantes.
Ahora somos testigos de otra desfachatez de esa calaña. El miércoles 22 de marzo del año en curso, el Congreso de la República aprobó una modificación al Código Penal para poder castigar con hasta doce años de cárcel a quien robe energía eléctrica. La reacción de esa pandilla de bandoleros que han estado robando la electricidad a los legítimos proveedores y que se autodenominan CODECA no se hizo esperar. Tratando de deformar la realidad, sacaron un comunicado donde acusan a los diputados de ser ellos los criminales, de ser los integrantes del pacto de corruptos y de estar al servicio de los intereses económicos de las transnacionales. Tratando de voltear la tortilla, se autodenominan “comunidad organizada en resistencia” para defender los “derechos establecidos en la constitución” y de la soberanía del país. Estos ladrones tienen el descaro de tratar de vernos cara de imbéciles. Quieren que aceptemos de que la ley que protege el derecho a la propiedad privada es la “mala” y los rateros que se roban la propiedad privada son los “buenos”, los “defensores de los derechos constitucionales y de la soberanía del país”.
¿Qué derechos constitucionales procuran defender? Desde luego no el especificado en el artículo 39 que reza:
«Propiedad privada. Se garantiza la propiedad privada como un derecho inherente a la persona humana. Toda persona puede disponer libremente de sus bienes de acuerdo con la ley.
El estado garantiza el ejercicio de este derecho y deberá crear las condiciones que faciliten al propietario el uso y disfrute de sus bienes de manera que se alcance el progreso individual y el desarrollo nacional en beneficio de todos los guatemaltecos.»
Alegar, como hacen estos cacos, que la empresa distribuidora eléctrica DEOCSA y DEORSA, de marca comercial ENERGUATE, son propiedad de un consorcio norteamericano es totalmente irrelevante. La energía eléctrica no está flotando en el aire como el oxígeno que respiramos. Hay que producirla y distribuirla llevándola al consumidor final. Al igual que la producción del maíz y la papa, requiere de un periodo de producción y de inversión de capital para el mismo y de aprovisionamiento para sobrellevar el lapso de espera hasta su consumo. Es propiedad de quien la produce.
¿Acaso importa que los celulares sean producidos por consorcios extranjeros? ¿O pretenden que eso justifique robárselos a los almacenes que los distribuyen? ¿Acaso importa que las líneas aéreas que proveen el servicio de transportar a sus clientes al destino de su elección sean propiedad de empresas extranjeras transnacionales? ¿O también intentarán robarse uno que otro jet para defender los “derechos constitucionales y la soberanía nacional”?
Estos maleantes socialistas de CODECA no esconden sus intenciones. En su comunicado nos hacen saber que «seguiremos organizando y exigiendo la renacionalización de la energía eléctrica y de más bienes». (El resaltado es mío). O sea que pretenden violar el derecho de propiedad de quien se les antoje. Pero a estos rufianes ya los conocemos. Ya sabemos también que pretenden llegar al poder mediante su partido político MLP. Lo nuevo es que sus cómplices se han quitado la máscara. Ahora sabemos quienes son. Son los diputados que defienden a la pandilla criminal CODECA y el robo de millones de quetzales en energía eléctrica en el país. Aparecieron en el listado de diputados que votaron en contra de la redacción final de la iniciativa de ley 6181 del EVENTO DE VOTACIÓN # 21 publicado por el Congreso de la República. Son ellos: Cesar Bernardo Arévalo del MOVIMIENTO SEMILLA, Edgar Stuardo Batres de WINAQ, Orlando Joaquín Blanco Lapola de UNE, Oscar Chinchilla Guzmán de COMPROMISO, RENOVACIÓN Y ORDEN, Walter Rolando Félix López de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL -MAIZ, Madeleine Figueroa Rodas de UNE, Diego Israel González Alvarado de VAMOS, Sonia Marina Gutiérrez de WINAQ, Ligia Hernández Gómez de MOVIMIENTO SEMILLA, Lucrecia María Hernández Mack, de MOVIMIENTO SEMILLA, Victoria Jerónimo Jiménez de MLP, Edwin Lux de UNE, Esperanza Oliva Aguilar de MOVIMIENTO SEMILLA, Osmundo René Ponce Serrano de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL – MAÍZ, Pedro Saloj Quisquiná de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL GUATEMALTECA – MAIZ, Mariano Eulises Soch Vásquez de UNE, José Armando Ubico Aguilar de INDEPENDIENTES, Andrea Beatriz Villagrán Antón de BIENESTAR NACIONAL, y Eduardo Zachrisson Castillo del PAN.
Como dice el refrán «el pez por la boca muere».
El pez por la boca muere
El socialista, por el contrario, cuando te despoja de tu propiedad, ansía que lo consideres virtuoso. Busca que aceptes que él está en lo correcto al despojar a los otros de sus propiedades.
Los socialistas son ladrones, ladrones por ideología. Porque el socialismo es una ideología que propone la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y distribución de los bienes. Pero como el concepto de medios de producción no puede referirse a entidades, sino que a uso de cosas, quien lo esgrime termina despojando de todas sus pertenencias a los infelices que sufren el yugo del socialismo.
¿Es tu automóvil un medio de producción o medio de consumo? Si lo usas para el trabajo es un medio de producción. Si lo usas el fin de semana para pasear con tu familia, es un bien de consumo. ¿Es tu computadora un bien de producción o un bien de consumo? Si la usas para trabajar, para hacer reportes, llevar la contabilidad, diseñar, dibujar planos, es un medio de producción. Si la usas para ver redes sociales o películas, es un medio de consumo. Los términos medio de producción y medio de consumo no se refieren a una característica del objeto denotado, como quieren aparentar los socialistas, sino al uso que uno les da a éstos. El mismo objeto puede servir para distintos usos. ¿Cómo se puede entonces, bajo esta ideología, diferenciar cuales bienes serán del estado y cuáles de los individuos? No se puede. Por eso el Estado socialista termina despojándote de todas tus propiedades.
Pero a diferencia del bandido común, los socialistas son también deshonestos. La honestidad consiste en no fingir que la realidad es distinta de como es. El asaltante no pretende convencerte de que te hace un favor. El rufián sabe que usando la fuerza o artimaña para despojarte de lo tuyo te perjudica. No busca que lo consideres virtuoso. El maleante sabe que hace mal y lo acepta. Entiende que sus acciones riñen con la ley y que si lo atrapan será castigado por la justicia.
El socialista, por el contrario, cuando te despoja de tu propiedad, ansía que lo consideres virtuoso. Busca que aceptes que él está en lo correcto al despojar a los otros de sus propiedades. Finge ser él quien está del lado de la justicia. El muy descarado intenta robarte tu sentido común, tu buen juicio, falseando, desfigurando, distorsionando, amañando, deformando la realidad. Quiere que aceptes lo malo, lo perverso, lo pérfido, lo injusto como si fuera lo bueno, lo correcto, lo justo. De todos los ladrones, es el más repugnante y aborrecible. No solo apetece quitarte tus posesiones, sino que quiere arrebatarte tu independencia, tu autonomía, tu autodeterminación. Quiere hacer de ti un esclavo, un individuo sujeto a la voluntad arbitraria de su amo, escondiendo detrás de la máscara que llama “Estado” el hecho de que es él quien pretende ser tu dueño.
«¿Qué es eso de allá? ¡Exprópiese! ¿Qué es esto de acá? ¡Exprópiese! ¡Exprópiese! ¡Exprópiese!» Así chillaba el socialista Chávez mientras su séquito de cómplices le aplaudía en ese descarado espectáculo de saqueo transmitido por la televisión venezolana. Esa y muchas otras fechorías de otros como él, de las cuales todos hemos sido testigos, deberían convencernos del peligro de otorgarles poder a estos maleantes.
Ahora somos testigos de otra desfachatez de esa calaña. El miércoles 22 de marzo del año en curso, el Congreso de la República aprobó una modificación al Código Penal para poder castigar con hasta doce años de cárcel a quien robe energía eléctrica. La reacción de esa pandilla de bandoleros que han estado robando la electricidad a los legítimos proveedores y que se autodenominan CODECA no se hizo esperar. Tratando de deformar la realidad, sacaron un comunicado donde acusan a los diputados de ser ellos los criminales, de ser los integrantes del pacto de corruptos y de estar al servicio de los intereses económicos de las transnacionales. Tratando de voltear la tortilla, se autodenominan “comunidad organizada en resistencia” para defender los “derechos establecidos en la constitución” y de la soberanía del país. Estos ladrones tienen el descaro de tratar de vernos cara de imbéciles. Quieren que aceptemos de que la ley que protege el derecho a la propiedad privada es la “mala” y los rateros que se roban la propiedad privada son los “buenos”, los “defensores de los derechos constitucionales y de la soberanía del país”.
¿Qué derechos constitucionales procuran defender? Desde luego no el especificado en el artículo 39 que reza:
«Propiedad privada. Se garantiza la propiedad privada como un derecho inherente a la persona humana. Toda persona puede disponer libremente de sus bienes de acuerdo con la ley.
El estado garantiza el ejercicio de este derecho y deberá crear las condiciones que faciliten al propietario el uso y disfrute de sus bienes de manera que se alcance el progreso individual y el desarrollo nacional en beneficio de todos los guatemaltecos.»
Alegar, como hacen estos cacos, que la empresa distribuidora eléctrica DEOCSA y DEORSA, de marca comercial ENERGUATE, son propiedad de un consorcio norteamericano es totalmente irrelevante. La energía eléctrica no está flotando en el aire como el oxígeno que respiramos. Hay que producirla y distribuirla llevándola al consumidor final. Al igual que la producción del maíz y la papa, requiere de un periodo de producción y de inversión de capital para el mismo y de aprovisionamiento para sobrellevar el lapso de espera hasta su consumo. Es propiedad de quien la produce.
¿Acaso importa que los celulares sean producidos por consorcios extranjeros? ¿O pretenden que eso justifique robárselos a los almacenes que los distribuyen? ¿Acaso importa que las líneas aéreas que proveen el servicio de transportar a sus clientes al destino de su elección sean propiedad de empresas extranjeras transnacionales? ¿O también intentarán robarse uno que otro jet para defender los “derechos constitucionales y la soberanía nacional”?
Estos maleantes socialistas de CODECA no esconden sus intenciones. En su comunicado nos hacen saber que «seguiremos organizando y exigiendo la renacionalización de la energía eléctrica y de más bienes». (El resaltado es mío). O sea que pretenden violar el derecho de propiedad de quien se les antoje. Pero a estos rufianes ya los conocemos. Ya sabemos también que pretenden llegar al poder mediante su partido político MLP. Lo nuevo es que sus cómplices se han quitado la máscara. Ahora sabemos quienes son. Son los diputados que defienden a la pandilla criminal CODECA y el robo de millones de quetzales en energía eléctrica en el país. Aparecieron en el listado de diputados que votaron en contra de la redacción final de la iniciativa de ley 6181 del EVENTO DE VOTACIÓN # 21 publicado por el Congreso de la República. Son ellos: Cesar Bernardo Arévalo del MOVIMIENTO SEMILLA, Edgar Stuardo Batres de WINAQ, Orlando Joaquín Blanco Lapola de UNE, Oscar Chinchilla Guzmán de COMPROMISO, RENOVACIÓN Y ORDEN, Walter Rolando Félix López de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL -MAIZ, Madeleine Figueroa Rodas de UNE, Diego Israel González Alvarado de VAMOS, Sonia Marina Gutiérrez de WINAQ, Ligia Hernández Gómez de MOVIMIENTO SEMILLA, Lucrecia María Hernández Mack, de MOVIMIENTO SEMILLA, Victoria Jerónimo Jiménez de MLP, Edwin Lux de UNE, Esperanza Oliva Aguilar de MOVIMIENTO SEMILLA, Osmundo René Ponce Serrano de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL – MAÍZ, Pedro Saloj Quisquiná de UNIDAD REVOLUCIONARIA NACIONAL GUATEMALTECA – MAIZ, Mariano Eulises Soch Vásquez de UNE, José Armando Ubico Aguilar de INDEPENDIENTES, Andrea Beatriz Villagrán Antón de BIENESTAR NACIONAL, y Eduardo Zachrisson Castillo del PAN.
Como dice el refrán «el pez por la boca muere».