O te mueves, o te mueven
Nos toca movernos, con fuerza, convencimiento y constancia, para preservar nuestra libertad. De lo contrario, nos moverán las fuerzas oscuras del mal.
Wikipedia describe a este personaje como “un poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense. Fue un artista expatriado y una figura destacada de los principios de la poesía modernista, perteneciente a la generación perdida. Fue un ideólogo fascista ferviente seguidor de Benito Mussolini y un furibundo antisemita”.
Rechazo absoluta y totalmente el antisemitismo y el fascismo, pero la frase que titula este artículo me pareció atinada y más vigente que nunca. Aplica al trabajo, estudios, deportes, arte y, por supuesto, en la política. Lo hemos visto una y mil veces. Artistas exitosos que son opacados por otros que han innovado, o sea, se han movido, y han logrado mucho éxito. Lo mismo ha sucedido con todas las actividades humanas, desde el principio de la historia.
El surgimiento de las redes sociales ha exacerbado el que “muevan” a alguien simplemente porque estorba, incide o daña los propósitos de quienes lo han movido. Otros logran sobrevivir un tiempo porque se mueven estratégicamente y evaden a quienes los quieren quitar del camino.
Esta es la forma de actuar de todos los oenegeros que viven del dinero que les dan los países “cooperantes”. ¡Estos grupos sí que saben moverse! La victimización, la ideología de izquierda, los “conectes” estratégicos dentro y fuera de Guatemala, son los motores que generan ese movimiento. Así las cosas, nadie los mueve, ni siquiera el gobierno de turno.
Hay suficientes pruebas de la violación de leyes, robo de recursos del gobierno, engaño y manipulación a los “acarreados”, etc. Pero, como no nos movemos, ellos avanzan. Una dirigente indígena oenegera ya obtuvo el 10% del voto popular en el último proceso electoral.
Seguimos esperando a que “alguien” haga algo. Queremos que el gobierno los mueva pero los gobernantes resultan ser los movidos pues las estrategias basadas en la victimización, los derechos humanos, la pobreza y la discriminación, son siempre exitosas, especialmente fuera de Guatemala.
La convocatoria a las elecciones será pronto. La contienda electoral iniciará en los albores de 2,023. Todos estamos muy ocupados con nuestra vida, trabajo, amigos, actividades deportivas o lo que sea. Muy pocos estamos pensando en que nos volverán a mover. De pronto no a usted, estmiado lector, ni a mi, pero sí a las grandes masas que son quienes terminan eligiendo presidentes, diputados y alcaldes.
Los electores, con baja escolaridad y grandes necesidades, son movidos con promesas falsas y discursos que ofrecen lo mismo de siempre: fin de la pobreza, trabajo, desarrollo, etc. Ante el abandono sistemático a toda esa población por parte de los funcionarios de turno, vuelven a creer, a ser movidos, manipulados, utilizados.
Nos toca movernos, con fuerza, convencimiento y constancia, para preservar nuestra libertad. De lo contrario, nos moverán las fuerzas oscuras del mal.
O te mueves, o te mueven
Nos toca movernos, con fuerza, convencimiento y constancia, para preservar nuestra libertad. De lo contrario, nos moverán las fuerzas oscuras del mal.
Wikipedia describe a este personaje como “un poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense. Fue un artista expatriado y una figura destacada de los principios de la poesía modernista, perteneciente a la generación perdida. Fue un ideólogo fascista ferviente seguidor de Benito Mussolini y un furibundo antisemita”.
Rechazo absoluta y totalmente el antisemitismo y el fascismo, pero la frase que titula este artículo me pareció atinada y más vigente que nunca. Aplica al trabajo, estudios, deportes, arte y, por supuesto, en la política. Lo hemos visto una y mil veces. Artistas exitosos que son opacados por otros que han innovado, o sea, se han movido, y han logrado mucho éxito. Lo mismo ha sucedido con todas las actividades humanas, desde el principio de la historia.
El surgimiento de las redes sociales ha exacerbado el que “muevan” a alguien simplemente porque estorba, incide o daña los propósitos de quienes lo han movido. Otros logran sobrevivir un tiempo porque se mueven estratégicamente y evaden a quienes los quieren quitar del camino.
Esta es la forma de actuar de todos los oenegeros que viven del dinero que les dan los países “cooperantes”. ¡Estos grupos sí que saben moverse! La victimización, la ideología de izquierda, los “conectes” estratégicos dentro y fuera de Guatemala, son los motores que generan ese movimiento. Así las cosas, nadie los mueve, ni siquiera el gobierno de turno.
Hay suficientes pruebas de la violación de leyes, robo de recursos del gobierno, engaño y manipulación a los “acarreados”, etc. Pero, como no nos movemos, ellos avanzan. Una dirigente indígena oenegera ya obtuvo el 10% del voto popular en el último proceso electoral.
Seguimos esperando a que “alguien” haga algo. Queremos que el gobierno los mueva pero los gobernantes resultan ser los movidos pues las estrategias basadas en la victimización, los derechos humanos, la pobreza y la discriminación, son siempre exitosas, especialmente fuera de Guatemala.
La convocatoria a las elecciones será pronto. La contienda electoral iniciará en los albores de 2,023. Todos estamos muy ocupados con nuestra vida, trabajo, amigos, actividades deportivas o lo que sea. Muy pocos estamos pensando en que nos volverán a mover. De pronto no a usted, estmiado lector, ni a mi, pero sí a las grandes masas que son quienes terminan eligiendo presidentes, diputados y alcaldes.
Los electores, con baja escolaridad y grandes necesidades, son movidos con promesas falsas y discursos que ofrecen lo mismo de siempre: fin de la pobreza, trabajo, desarrollo, etc. Ante el abandono sistemático a toda esa población por parte de los funcionarios de turno, vuelven a creer, a ser movidos, manipulados, utilizados.
Nos toca movernos, con fuerza, convencimiento y constancia, para preservar nuestra libertad. De lo contrario, nos moverán las fuerzas oscuras del mal.